Desde hace 25 años, World Alliance for Breastfeeding Action (WABA) celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna en más de 170 países entre el 1 y el 7 de agosto. Hay varias razones por las que la lactancia materna celebra su semana mundial, entre ellas, la de fomentar una práctica que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), resulta tan beneficiosa para los bebés.
Uno de sus beneficios principales es que aporta todos los nutrientes que necesita el niño para un desarrollo sano. La leche materna contiene anticuerpos que ayudan a proteger a los lactantes de enfermedades frecuentes en la infancia como la diarrea y la neumonía, dos de las principales causas de mortalidad en la niñez en todo el mundo.
Sin embargo, no es la única razón por la que la OMS fomenta la lactancia materna entre todas las madres que puedan dar el pecho. Estos son otros argumentos que hablan de los beneficios de la lactancia materna:
Beneficios de la Lactancia Materna
Para las madres
Por supuesto, dar el pecho también tiene ventajas para la mujer. Cuando una madre da el pecho al niño reduce el riesgo de cáncer de mama y ovario, así como de diabetes tipo 2. Además la lactancia materna contribuye al bienestar hormonal, a que la madre se recupere antes del parto y a una bajada de peso.
Para el bebé
Según la OMS, las leches artificiales no contienen los anticuerpos que sí encontramos en la leche materna.
Vínculo con el bebé
Este es uno de los beneficios más importantes de la lactancia materna. Dar el pecho no solo cubre necesidades alimenticias, sino que ayuda a crear un fuerte vínculo con el recién nacido. Este contacto se pierde cuando la leche se da con el biberón.
Proporción y temperatura adecuada
Tanto la cantidad -si es «a demanda»- como la temperatura de la leche materna son las ideales para el bebé cuando se da el pecho, según los pediatras.
Combinación perfecta de nutrientes
Además de incluir las vitaminas, proteínas y grasas que el bebé necesita, su composición va cambiando conforme crece el bebé para satisfacer sus necesidades en las diferentes etapas de desarrollo. La leche materna aporta la energía y nutrientes necesarios para los tan importantes primeros meses de vida del bebé.
Fácil de digerir
Al ser fácil de asimilar y digerir para el bebé, resulta un alimento que puede prevenir diarreas o estreñimientos.
Correcto desarrollo de la mandíbula y los dientes
El acto de succión, que en el caso de hacerse con tetina es un movimiento más pasivo, fomenta el buen desarrollo tanto de la mandíbula como de los dientes.
Menos riesgo de obesidad
Al tener la composición perfecta y al ser la cantidad autorregulada, las probabilidades de aumentar demasiado de peso son muy bajas.
Adaptación de la leche al crecimiento del bebé
Así es, la composición de la leche va cambiando a medida que va creciendo el bebé y aumenta el número de nutrientes para un desarrollo más rápido del pequeño.
Inmunidad natural más dilatada en el tiempo
La leche materna alarga el periodo de inmunidad natural. Esto se debe a que los anticuerpos que provienen de la madre son específicamente aquellos que le permiten combatir los peligros a los que está expuesto en su medio ambiente.
Aún queda mucho por hacer, muchas mujeres desean dar el pecho a sus recién nacidos. Pero es cierto que las circunstancias laborales y sociales -la reincorporación al puesto de trabajo después de la baja maternal y la complejidad de conciliar la vida laboral y familiar- supone el fin de la lactancia para muchos bebés.