Anginas y vegetaciones ¿Cuál es la mejor edad para operar?

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Carmen Iglesias -
18/01/2022 - Tiempo de lectura 2 mins
anginas y vegetaciones

Cuándo operar anginas y vegetaciones

Normalmente el médico pediatra recomendará operar si se producen más de seis episodios de infección al año, en casos en los que se produzcan problemas respiratorios o en aquellos en los que se produzcan problemas en los oídos, como otitis. Además, la edad que debe tener el niño debe ser de al menos de 4 años.

Qué técnica se emplea en la operación de anginas y vegetaciones

Lo más habitual es que se empleen técnicas de radiofrecuencia y endoscopia con objetivo de reducir el tamaño, no obstante, en los casos donde las anginas proporcionan un mayor dolor y el caso es más grave, se sigue utilizando la extirpación de las amígdalas.

Es necesario que mi hijo/a pase por el quirófano

La mayoría de las veces sí, porque no es muy habitual detectarlas antes de que el problema esté avanzado. Cuando se consigue un diagnóstico a tiempo, se puede tratar con antibióticos, mientras que los síntomas se aliviarán con la realización de gárgaras de suero fisiológico y también tomando bebidas frías.

Si tu hijo/a necesita operarse, ayúdale a afrontarlo

Si vas a operar a tu hijo/a de anginas y vegetaciones es necesario que prepares al niño mentalmente para que afronte con valentía la situación, explicarle de forma clara, ayudándole a quitarse el miedo en el cuerpo será un punto a favor para que todo vaya sobre ruedas.

Ten en cuenta que, si el niño es muy pequeño, muy probablemente sea necesario que pase la noche ingresado en el hospital, ya que necesitará vigilancia.

La vuelta a casa

Normalmente la recuperación completa tras la operación se produce pasada una semana u dos a lo sumo. Una vez que el niño vuelve a casa debe seguir las siguientes recomendaciones básicas:

  • Bebidas y alimentos: El niño deberá beber mucho líquido y debe tomar alimentos ligeros, al principio purés a temperatura templada puede ser una buena opción, pero hay que tener en cuenta que en cuanto pueda masticar bien los alimentos y comer con normalidad, antes se recuperará.
  • Fiebre: Es habitual que el día después a la operación notemos que el niño tiene fiebre, si la fiebre es más alta de 39 grados, es cuando debemos contactar con el pediatra.
  • Ejercicio físico: El niño necesitará descanso, el ejercicio físico debe dejarse de lado al menos una semana tras la operación.

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