Cómo aprende a caminar el bebé: la marcha estable

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15/02/2023 - Tiempo de lectura 5 mins
aprender a caminar bebe

Este artículo trata de:

Aprender a caminar
Posición corporal y ritmo
¿Le doy la mano?

Empiezo este último artículo relacionado con el movimiento libre emocionada de pensar que tu bebé ya está a punto de alcanzar la última etapa de este precioso recorrido: aprender a caminar.

Para llegar hasta aquí ha pasado por muchas fases que le han ido preparando para ello, tanto física como psicológicamente. Te recuerdo que el proceso desde el nacimiento hasta la marcha estable (andar) es el tiempo de cambios y aprendizajes corporales más importantes de toda la vida, nunca vuelve a haber una evolución igual. Así que deseo que tú, y sobre todo tu pequeñina o pequeñín, lo hayáis disfrutado al cien por cien.

El punto en el que nos encontramos ahora es que tu bebé ya es capaz de ponerse de pie, sin sujetarse a nada, y mantenerse estable: ha logrado alcanzar el equilibrio en bipedestación. Es una posición que, al principio, va a sostener por unos pocos segundos, volviendo rápido al suelo. Progresivamente adquirirá el equilibrio y control suficientes para quedarse tiempos más largos de pie. Imaginas qué viene a continuación, ¿verdad…? ¡Sus primeros pasos! En algún momento levantará un pie y lo desplazará un poquito hacia adelante. Cuando observes esas primeras veces, ojalá lo vivas con toda la intensidad emocional que conlleva: tu bebé está aprendiendo a caminar por sí mismo/a.

El proceso desde el nacimiento hasta la marcha estable (andar) es el tiempo de cambios y aprendizajes corporales más importantes de toda la vida

Aspectos para tener en cuenta en el momento de aprender a caminar el bebé

El momento de aprender a caminar suele ser un momento muy esperado, así que me gustaría explicarte algunas cosas importantes para tener en cuenta para poder disfrutarlo sin interferir en su desarrollo. Fíjate en:

Su posición corporal

Verás que, al principio, los pequeños desplazamientos los hace con las piernas muy abiertas y los brazos separados del cuerpo (y quizás un poco doblados hacia arriba). Esto no tan solo es normal, sino que es su mejor estrategia para tener mayor estabilidad. Con ello aumenta su base de sustentación (la superficie que su cuerpo ocupa reflejada en el suelo), y esto le permite encontrar su centro de gravedad con más facilidad.

Recuerda algún momento en el que hayas tenido que caminar por encima de una línea, o en alguna superficie estrecha en la que tenías que mantener el equilibro, ya que si no te podías caer. Para conseguirlo, sin pensarlo, te ayudabas de tus brazos separándolos totalmente del cuerpo, ¿verdad? Tu hijo o hija está haciendo más o menos lo mismo: ayudándose de todo el cuerpo. Que no te preocupe en ningún momento observar que se desplaza así, ya verás que, al cabo de las semanas o incluso de algún mes, su marcha irá siendo cada vez más estable e irá adquiriendo una posición corporal al andar más parecida a la de los adultos, con las piernas juntas y los brazos cerca del cuerpo.

Su ritmo

Esto me gustaría que lo tuvieras muy en cuenta. Si se mueve libremente, inicialmente va a dar muy pocos pasos y volverá al suelo o se frenará, para dar después algunos más. Quizás serán uno, dos, tres… no muchos más. Va a ir repitiendo esta actividad cuando sienta la iniciativa, cuando corporalmente esté preparada/o y se sienta bien, no esté excesivamente cansado/a, tenga una intención… Y gracias a estas repeticiones, cada vez los momentos de “andar” serán un poquito más largos.

Si te mantienes en un segundo plano y observas, verás que este proceso se desarrolla poco a poco y que es el propio bebé quien mantiene el ritmo que necesita, que en este momento suele ser muy lento. Más adelante y conforme avance, por supuesto que adquirirá mucha más agilidad, no lo dudes… ¡ya llegarán las carreras! 

¿Doy la mano a mi bebé en el momento de aprender a caminar?

Habiéndote explicado esto, teniendo presente que tu bebé utiliza todo su cuerpo para encontrar el equilibrio y que necesita mantener su propio ritmo para regular a qué velocidad ir y cuándo dar pasos o cuándo parar, me gustaría preguntarte si ahora crees que es adecuado darle la mano o el dedo para aprender a caminar.

  • Al darle una, o las dos manos, se está desplazando todo su cuerpo hacia una posición que no es la natural. Aunque intentes mantenerte a su altura, es prácticamente imposible que no haya momentos en los que sus brazos estén totalmente inclinados hacia arriba (¡aparte de que, para ti, esto puede ser muy incómodo y crearte molestias en la espalda!). Que ande cogido de tus manos hace que su equilibrio dependa totalmente de ti y le impide explorar sus propias capacidades.
  • Es muy difícil adaptarse a su ritmo. Por más que intentes moverte lentamente, no podemos saber cuál es la velocidad que necesitaría el bebé. Como ya te he dicho, si aprende a caminar autónomamente, empieza haciendo tan solo unos pocos pasos seguidos. Después, o vuelve al suelo o se para, tomándose una pausa. Al ir de la mano de un adulto, a menudo se les desplaza durante ratos más largos de lo que ellos harían por sí mismos, y a una velocidad mucho más elevada. Ayudando a andar a tu bebé le dificultas autorregular sus tiempos.

Así pues, con este artículo me gustaría transmitirte cómo de importante es que permitas a tu pequeñín/a desplegar su capacidad de aprender a andar por sí misma/o, sin ninguna intervención directa durante esta etapa. Hasta que veas que ha adquirido la marcha estable completamente, no le agarres la mano ni le des ningún objeto que le provoque el movimiento (un correpasillos o cualquier elemento con ruedas, por ejemplo). Después sí: dale la mano, pasead, haced carreras, persíguele, ofrécele objetos para arrastrar (¡les encanta!), y diviértete con todo lo que vendrá, ¡estoy segura de que detrás suyo harás mucho ejercicio!

Hasta que veas que ha adquirido la marcha estable completamente, no le agarres la mano ni le des ningún objeto que le provoque el movimiento

 ¿Y cómo actúo si tengo prisa y mi bebé anda despacio?

Mientras tanto, sólo hace falta que tengas un poquito de paciencia (o simplemente que goces con conciencia de la etapa en la que se encuentra tu bebé). Me gustaría terminar diciéndote que durante este tiempo pongas atención a aquellos momentos en los que tengas prisa. Si tu hija/o está aprendiendo a andar, pero todavía no se mueve muy rápido, y tú necesitas ir de un sitio a otro con cierta fluidez (tenéis que salir de casa y está lejos de la puerta, o para entrarle en la clase del colegio, o tenéis que marchar de algún sitio…), entonces cógele en brazos, en vez de darle la mano. “Te voy a coger en brazos porqué tenemos que ir rápido hacia…”, le puedes explicar. Y cuando puedas, dale todo el tiempo y el espacio para que experimente a su ritmo.

Mamá, papá, eso es todo… ¡hemos llegado al final de la aventura! Ahora tu hijo/a dispone de un vocabulario corporal completísimo y seguirá explorando, descubriendo y experimentando los límites de su cuerpo. Confía en ella o él, acompáñale en sus hazañas y ten presente siempre todo de lo que es capaz. Ha sido un placer haberos acompañado durante esta fascinante etapa y deseo de corazón que la hayáis disfrutado mucho. ¡Ojalá os haya ayudado!
 

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Carla Ollé

Maestra de educación infantil y primaria. Con más de 13 años de experiencia con los bebes en la etapa de 0 a 6 años.

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