Cómo ayudar a dormir al bebé
Este artículo trata de:
Si el bebé no duerme, tampoco nosotros vamos a poder descansar y es entonces cuando surgen multitud de trucos para conseguir dormir al bebé. Te damos algunas claves que pueden ayudarnos a lograr este objetivo.
Índice de contenidos
¿Por qué se despiertan con tanta frecuencia?
En realidad, nadie duerme toda la noche de seguido, ni siquiera los adultos. El sueño tiene varias fases y son normales los despertares entre las transiciones de una fase a la otra. Si tenemos en cuenta que los ciclos de sueño de los bebés son más cortos que los nuestros, y no tienen tantas fases, comprenderemos por qué se despiertan tanto. El problema es el siguiente: mientras nosotros los adultos no llegamos a cobrar conciencia de nuestro despertar, simplemente nos acomodamos en la cama y seguimos durmiendo, si el bebé concilió el sueño acunado por los brazos de sus padres, y de repente se despierta solo en su cuna (y, para colmo, a oscuras), es normal que llore, ¿verdad?
Dormir al bebé los primeros meses
La primera etapa comienza cuando nace el bebé y suele terminar en torno a tres meses después. Lo que caracteriza a esta fase, en la que el pequeño dormirá hasta 16 horas diarias, es que sus despertares y sueños están relacionados con sus tomas: la alimentación del bebé hace que los períodos de sueño se sucedan aproximadamente cada tres horas, y por eso lo habitual es que se despierten cada tres horas y permanezcan despiertos alrededor de una hora, tiempo que se va incrementando a medida que aumenta su edad hasta llegar a permanecer tres o cuatro horas despiertos tras comer. Por eso en esta etapa no podemos pedir al bebé que intente dormir 8 horas seguidas ya que, aunque hay excepciones, lo máximo que suele dormir un niño o niña de este tiempo de forma ininterrumpida son cinco horas por las noches.
Lo más importante para amamantar al bebé por la noche es buscar una posición cómoda que te permita darle el pecho y así los dos podáis volver a dormir pronto otra vez. Intenta dejar la luz apagada durante las tomas y cámbiale el pañal sólo si es necesario. Así aprenderá a diferenciar la noche y el día.
Ayudar a dormir al bebé a partir de los tres meses
A partir de los tres meses, el ritmo del sueño cambia gradualmente. Ahora lo habitual es que duerma una media de unas 13 horas diarias y además es posible que cueste más que concilie el sueño. Su deseo de relacionarse con el entorno con el que ya interactúa puede hacer que empiece a no gustarle demasiado que lo metan en la cuna, y es entonces cuando podemos poner en práctica nuestras rutinas.
Mantener un ritual
Siempre es buena idea crear una pequeña rutina de presueño con la que el bebe sepa que lo que toca después es dormirse. Por eso, mecerlo, cantarle nanas, utilizar un tono de voz relajante o ponerle música cuando llega la hora de dormir seguramente servirá de ayuda. Con esas prácticas conseguimos relajarlo y prepararlo para el sueño. Sin embargo, es importante que sepamos que el objetivo de esas tareas es facilitar que él solito concilie el sueño, no dormirlo nosotros del todo. Se trata de ayudarle a dormir cuando toca hacerlo, pero debe ser él quien aprenda a dormirse.
Acostarle a la misma hora
¿A qué hora hay que acostar al bebé? Según los especialistas, esa respuesta no es tan importante como parece. Lo que sí es clave es fijar una hora para que el bebé se acueste, pero el que esta tenga lugar antes o después no influye en el sueño del bebé. Un truco: observar la hora a la que el pequeño empieza a mostrarse más somnoliento y aprovechar para que se duerma siempre más o menos en ese momento, es decir, colocar al pequeño en la cuna cuando esté despierto pero ya somnoliento y no antes. Una vez elegida la hora, conviene mantenerlo despierto las dos horas anteriores.
Consejos para ayudar a dormir a un bebé
Resumimos algunas de las claves que nos pueden ayudar a dormir a nuestro bebé:
- Ante todo, es importante observar al bebé y aprender a reconocer los signos de que tiene sueño: algunos se frotan los ojitos, otros se cogen una oreja, o se chupan el dedo… A un niño que no tiene sueño, o paradójicamente a uno que está demasiado cansado, le costará mucho más quedarse dormido. Cuando notemos que el bebé tiene sueño, entonces, hay que llevarlo a dormir.
- Podemos acunarlo, cantarle, mecerlo o lo que nos resulte más cómodo, pero conviene acostarlo mientras aún está despierto, si bien muy somnoliento. De esta manera, le permitimos que se duerma en la cuna.
- Si el bebé está muy acostumbrado a dormirse en brazos, no podemos pretender que de una noche para la otra aprenda a dormirse quietecito en su cuna. Es preferible que la transición sea gradual: algunas noches seguiremos haciéndole palmaditas mientras esté acostado, otras noches evitaremos dormirlo con contacto pero seguiremos cantándole, así, hasta que podamos despedirlo con un beso y dejarlo tranquilo en su habitación sin que llore.
- Procurar no despertarle cuando esté durmiendo. Aunque algunos padres creen que cuando el bebé ya ha dormido demasiado lo mejor es despertarlo para que luego duerma de nuevo a su hora, los pediatras aconsejan dejarlo dormir hasta que se despierte por sí mismo. Si sigue durmiendo aunque ya se haya pasado su hora habitual de despertarse es que su cuerpo lo necesitaba.
- Mantener la luz apagada y el silencio si se despierta por la noche para que sepa que ahora toca seguir durmiendo. Si el bebé utiliza chupete, no volver a colocarlo si se le cae.
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