Cómo es la respiración del bebé
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La respiración del bebé recién nacido
Qué padre no se ha despertado una y cien veces sólo para comprobar que el su recién nacido sigue respirando. Es cierto que solemos tener mucho miedo a la muerte súbita, pero no se trata solo de eso. La respiración que tiene el bebé recién nacido es una forma de respirar diferente a la nuestra que se caracteriza por:
- Respiran más rápido: Si los adultos respiramos 20 veces por minuto, un recién nacido puede hacerlo unas 40 o 60 veces por minuto. Además, el hecho de que todavía no tenga mucha grasa en su cuerpo hace que se aprecie perfectamente el movimiento en el torso y eso nos haga pensar que está “acelerado”.
- Hacen pausas en la respiración: Dentro de los períodos de sueño de los recién nacidos es normal que hagan una pausa de en la que dejan de respirar de 5 a 15 segundos y luego vuelven a hacerlo por sí mismos. Los papás normalmente no nos damos cuenta, pero si coincide que los estamos mirando justo en ese momento y nos damos cuenta de que el bebé parece no respirar podemos llevarnos un buen susto. De todas formas, para que haya un problema como la apnea los períodos en los que el peque no respira tendrían que ser superiores a 20 segundos.
- Respiración irregular: Tan pronto respiran de forma rápida y profunda como cambian a un ritmo más lento. Es por la inmadurez del sistema respiratorio.
- Ruidos raros: Los recién nacidos no pueden respirar por la boca (eso lo conseguirán a partir de los seis meses), por lo tanto, cualquier catarro que le provoque obstrucción de las fosas nasales puede hacer que emitan un ronquidos y otros sonidos. También es frecuente que estornuden mucho. Eso no quiere decir que estén resfriados. Simplemente están limpiando sus fosas nasales.
¿Cuándo preocuparnos?
Todos las características que hemos descrito anteriormente se corresponden con la normalidad. Sin embargo, hay momentos en los que la situación puede ser grave, por ejemplo si el peque deja de respirar durante más de 20 segundos o si vemos que la cara o el pecho se tornan de color azulado.
Del mismo modo, si vemos que tiene mucha dificultad para respirar (jadeos, ahogo, se le hunden las costillas), habrá que buscar atención médica y, en los casos más graves, realizarle la maniobra de reanimación pulmonar mientras llegan los servicios de emergencia.
Ayudarle a respirar bien
Para evitar mucosidades que impidan una respiración normal del bebé, podemos realizarle lavados nasales con suero fisiológico, utilizar algún sistema para extraer la mucosidad, colocar humidificadores en casa y, sobre todo, nunca exponer al pequeño al humo del tabaco.
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