Cómo hacer que el bebé vuelva a tomar pecho
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Porque en el hospital le dieron un biberón, porque la madre notaba que su bebé no se saciaba sólo con el pecho… Hay muchas razones por las que una madre opta por la lactancia artificial. Y puede que más tarde se arrepienta y quiera vivir la maravillosa experiencia de amamantar. Pero aunque hayan pasado semanas del parto es posible que el pecho vuelva a generar leche. Y aunque a veces el bebé no quiere agarrarlo, muchas madres lo consiguen. A este proceso por el cual la madre restablece la producción de leche y vuelve a amamantar al bebé con leche materna se le conoce como relactación.
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Relactación: primeros pasos
La recuperación de la producción de leche después de que haya desaparecido (o disminuido mucho) se llama relactación. Cuando ha desparecido completamente, es más difícil recuperarla, pero se puede conseguir con tesón y paciencia.
Para ello, habrá que estimular el pecho tantas veces como sea posible: se recomienda hacerlo cada dos o tres horas por el día y cada cuatro por la noche. Y es mejor hacer varias extracciones breves que una sola y de muy larga duración. También se recomienda empezar con un sacaleches y terminar con la mano, ya que así se consigue mayor producción. En todo caso, si hace tiempo que se dejó el pecho, probablemente las primeras veces no se consiga extraer leche, pero a los pocos días, ya empezaremos a notar que aumenta la producción.
En todo caso, en ocasiones la producción no alcanza nunca la suficiente cantidad como para alimentar completamente al niño y habrá que combinarla con lactancia mixta.
¿Y si el bebé no se coge al pecho?
Si el bebé no se agarra al pecho conviene tener en cuenta estos aspectos:
- Lo primero que hay que hacer es probar en diferentes momentos del día. Si no lo rechaza, se lo ofreceremos varias veces en una misma jornada, y por supuesto, siempre que tenga hambre. Y mientras tanto, el pecho se combinará con la cantidad de leche artificial que haya recomendado el pediatra.
- Si el pequeño sigue sin querer mamar, se puede intentar reducir las succiones que no sean pecho: chupete, biberón…; y volver a intentarlo, siempre en las posturas correctas.
- Los grupos de apoyo a la lactancia pueden ser de gran ayuda cuando hay problemas: puede ser que la postura no sea la adecuada, que el agarre al pecho no sea efectivo y que el bebé no succiona correctamente.
- Mientras tanto, controlaremos el peso del bebé, para saber que está mamando lo suficiente. Si no está obteniendo toda la leche que necesita, no se puede reducir la alimentación artificial.
Disminuir poco a poco el biberón
Si el bebé succiona correctamente y va ganando peso, se va reduciendo paulatinamente el suplemento artificial. Así, durante unos días, por ejemplo, disminuimos la leche artificial unos 60 cc (consultar con el pediatra), y lo hacemos en varias tomas: en una toma 20, en otra otras 20… Si el bebé está contento y después de una semana ha cogido el peso adecuado para su edad, se reduce de nuevo la cantidad de suplemento, esta vez 30 cc. Y volvemos a seguir el mismo patrón.
Si el niño da signos de tener hambre o no gana peso, habrá que volver a la cantidad de leche artificial inicial y hacer una lactancia mixta.
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