Cómo practicarle los primeros auxilios a un bebé
Lo primero es intentar mantener la calma para que podamos abordar la situación como se merece. Después, una vez reconocidos los síntomas, debemos aplicar las acciones que correspondan. Estas situaciones son algunas de las que requieren que reaccionemos rápido, aplicando los primeros auxilios en el bebé:
- Atragantamientos. Casi todos los padres y madres han sido testigos en alguna de ocasión de cómo su hijo se tragaba un objeto sin que les diera tiempo a evitarlo. Si a continuación el niño tose, está consciente y puede respirar, tan solo habrá que incorporarle e intentar que siga tosiendo, además de vigilar que sigue pudiendo respirar y tragar. Si no lo expulsa, en el 80% de los casos el objeto pasa a través del sistema digestivo y se elimina sin más con las heces.
Sin embargo, también es posible que se trate de una obstrucción grave. Lo sabremos si, aunque mantenga la conciencia, no puede respirar o llorar y se pone azul. Lo primero en esa situación es pedir ayuda. Lo segundo, intentar sacar el objeto de dentro de su boca con nuestra mano si es accesible, siempre de atrás hacia adelante. Para desobstruir la vía áerea, si se trata de un bebé de menos de un año habrá que darle cinco golpes secos con la base de la mano hacia la mitad de la espalda teniendo al bebé boca abajo y con la cabeza más abajo que el resto del cuerpo. Si el objeto sigue sin salir, daremos la vuelta al bebé y le daremos cinco golpes en la zona media del pecho con dos dedos. Habrá que repetir la operación tantas veces como sea necesario.
- Golpes fuertes en la cabeza. Son bastantes comunes, especialmente cuando ya empiezan a andar y ganan autonomía. Si se trata de un golpe leve solo hay que aplicar frío en la zona donde se haya dado. Pero debemos seguir vigilándolo las 24 horas siguientes para ver que todo está en orden. Habrá que acudir a urgencias si el niño tiene menos de 3 meses, la herida necesita puntos, ha perdido la conciencia, tiene vómitos, se queda dormido o tiene un comportamiento extraño, hace movimientos raros con los ojos o extremidades, le sale sangre o líquido por la orejas o nariz o tiene un chichón muy grande.
- Picaduras. Si son de abeja o avispa producirán hinchazón, enrojecimiento y picor en la zona afectada. Habrá que quitar el aguijón evitando usar pinzas para no inyectar el veneno. Después hay que limpiar la zona con agua y jabón, poner hielo y hielo, y aplicar una pomada de corticoide o un producto específico para picaduras. Sí hay que acudir al médico si la picadura es dentro de la boca o si los síntomas sugieren una reacción alérgica grave. También si la hinchazón es grande y dura más de 3 días.
- Intoxicaciones. A veces los niños encuentran productos tóxicos aunque los tengamos donde creíamos que estaban fuera de su alcance, e incluso los ingieren. Lo sabremos al ver restos del producto en su piel o en la ropa, si desprende un olor extraño, si tiene quemaduras alrededor de la boca o si aparecen síntomas como dificultad para respirar, vómitos, dolor en el abdomen, somnolencia y alteraciones en el comportamiento. En esos casos lo primero es llamar al 112 para que nos digan qué hacer o al teléfono de toxicología (91 562 04 20). Si acudes al médico con el niño, procura llevar el envase del que ha ingerido el líquido.
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