Cómo y por qué aprenden a rodar
Es una de las conquistas más significativas en la motricidad de los bebés: nos referimos a aprender a voltearse sobre sí mismos, y posteriormente, a girar y a rodar. Hasta ahora, el bebé solamente podía dirigir la cabeza (y, por ende, la mirada) en determinada dirección, y quedaba siempre tumbado boca arriba a no ser que sus padres optáramos por permitirle jugar sobre su barriguita. Pero ahora el bebé conquista este nuevo movimiento, que será un paso más para aprender a desplazarse.
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¿Cuándo debería conseguir este movimiento?
La mayoría de los bebés consigue voltearse de boca abajo a boca arriba alrededor de los 4 o 5 meses. Un tiempo después, cuando tienen mejor control en su cuello, brazos y hombros, aprenden a voltearse de boca arriba a boca abajo, y así pueden dar un giro completo. Sin embargo, no todos los bebés conquistan etapas al mismo tiempo ni en el mismo orden. Los bebés prematuros probablemente lo consigan más adelante, reflejando su “edad corregida”.
Cómo estimularlo para que se voltee
Probablemente tu bebé adquiera la habilidad de girar y voltearse muy pronto. Pero si aún no lo consigue, puedes estimularlo con juegos y ejercicios. Lo primero que debe conseguir es poder levantar su cabecita apoyándose en sus brazos y hombros cuando esté boca abajo. También irá orientando sus movimientos hacia algo que le llame la atención: tú, su papá, un juguete… Túmbate a su lado de tal forma que no pueda verte, y cántale o háblale para que se vuelva a mirarte. También recuerda que tu bebé se beneficia de pasar algunos ratos echado sobre su barriguita mientras está despierto y alerta (no para dormir).
Precauciones a tener en cuenta
Esta habilidad suele aparecer de un día para el otro. Por eso es muy importante que nunca dejes a tu bebé solo sobre superficies de las que se pueda caer al rodar. Los cambiadores y las camas son peligrosos. Si necesitas alejarte para buscar un pañal limpio, es preferible que apoyes a tu hijo dentro de la cuna, o incluso en el suelo, para evitar que se lastime con una caída desde un lugar elevado.
¿Por qué rodar sobre sí mismos es importante?
Este movimiento demuestra que el bebé va adquiriendo coordinación motriz y fuerza muscular, lo que más adelante le permitirá sentarse solo, gatear y hasta caminar. Pero aunque aún falten varios meses para ello, lo verás feliz desplazándose sobre sí mismo, una primera conquista del espacio que le permite dirigirse hacia aquello que le interesa. ¡No te olvides de felicitarlo y de estimularlo cuando lo veas girar!
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