Dolor de oídos e inflamación del oído medio (Otitis)
Cuando un niño pequeño llora más de lo habitual, se agarra la oreja o al rozarle los oídos manifiesta dolor, el motivo puede ser una inflamación del conducto auditivo o una otitis. La inflamación del conducto auditivo puede aparecer cuando los niños se introducen en el conducto algún cuerpo extraño, ocasionándose heridas. Pero la otitis suele ir más frecuentemente unida a un proceso infeccioso de nariz y garganta, en el que los niños tienen fiebre y dolor. La inflamación puede manifestarse en un ligero enrojecimiento o hasta en un desgarro del tímpano y secreción de líquido (blanco-amarillento).
El pediatra debe valorar la gravedad y en casos agudos, recetar un antibiótico. Aunque lo primero es aliviar el dolor (con medicamentos) y tratar la inflamación de la cavidad nasofaríngea con gotas antiinflamatorias. No es necesario recetar inmediatamente un antibiótico, cada vez que hay un enrojecimiento del tímpano. Confía en tu pediatra.
Las otitis suelen afectar particularmente a los niños hasta los tres años de vida. En los niños mayores de dos años, la otitis se cura en un 80% de los casos por sí sola, no obstante, se debería hacer un seguimiento pediátrico. En un 30% de los niños afectados por debajo de los dos años, se puede observar una cura espontánea; sin embargo cuando hay inflamación en ambos oídos o éstos supuran, es necesario el tratamiento con antibióticos. Una fuente común de bacterias son las piscinas, con las que hay que tener cuidado durante el primer año de vida pues pueden ser causar también otitis. Consulta al pediatra.
Una otitis se puede prevenir siguiendo los siguientes consejos:
- Mantener la habitación libre de humo
- “No abusar del chupete (sobre todo cuando ya ha sufrido anteriormente una otitis).
- Amamantar durante seis meses y si se puede más, mejor.
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