El baño del bebé
Este artículo trata de:
El baño es uno de los momentos más esperados del día para el bebé y los padres. Puede convertirse en un acontecimiento intenso para ambos porque bañar significa también observar, comunicar y disfrutar. Además, es divertido ver cómo el niño disfruta del contacto con el agua. Y es que, el baño no sólo representa la mejor manera de evitar ciertas enfermedades en el bebé, sino que también es una forma de lograr que nuestra/o pequeña/o se calme y se relaje antes de dormir.
Índice de contenidos
El primer baño del bebé
El momento de darle el primer baño a tu hija o hijo está determinado por la caída/retirada del cordón umbilical. Aquí os dejamos algunos beneficios de retrasar el primer baño del bebé y algunos consejos para ese primer baño.
Beneficios del primer baño del bebé
Beneficios de la vérnix: Esa sustancia blanquecina o amarillenta que recubre en mayor o en menor medida el cuerpo de todos los bebés al momento del parto era considerada un simple resto del embarazo, y se la quitaba de prisa con un primer baño aún antes de llevarle el bebé a su madre. Sin embargo, la naturaleza es sabia y cada vez más profesionales acuerdan en que la vérnix caseosa tiene mucho valor sobre el cuerpecito del bebé: ayuda a mantener la temperatura corporal del bebé; aporta elasticidad e hidrata la piel del recién nacido, previniendo la aparición de irritaciones, dermatitis y rozaduras; y, lo que es más importante, ofrece una protección contra las bacterias patógenas.
Cuidar la “hora sagrada”: Se conoce mucho sobre las ventajas de no separar a la madre y al bebé recién nacido, por lo menos durante los primeros 60 a 90 minutos después del parto, a no ser que haya un motivo médico de peso que lo requiera. El primer baño no es tan importante. Es preferible que el bebé se tranquilice sobre el pecho de su madre, en contacto directo con ella, a apresurarse porque esté bien limpio y mono.
No molestar al bebé: Lo cierto es que el primer baño del bebé es un factor más de estrés para el recién nacido. La impresión puede ser fuerte, el contacto con la esponja no es agradable, se escuchan ruidos, etc. Todo esto puede elevar las hormonas de estrés del bebé, además de interferir con la regulación natural de la temperatura, que normalmente lleva unas cuantas horas. Por todo esto, es preferible después del parto limpiar únicamente las partes ensangrentadas del bebé con un pañito húmedo, y ponerlo directamente sobre el cuerpo de la madre, retrasando el primer baño por lo menos 24 horas. Ya habrá tiempo para tenerlo limpito y perfumado, ahora es mejor que esté tranquilo.
Consejos para el primer baño del bebé
Temperatura del agua para el baño del bebé: La temperatura del agua para bañar al bebé se debe situar entre los 35 y los 38 grados. En este sentido, te recomendamos hacerte con un termómetro especial para la medición. Si no cuentas con un termómetro a mano, lo más recomendable es que introduzcas el codo en el agua. Si está a una temperatura el agua tibia y agradable (ni muy caliente ni fría), entonces es adecuada para el baño del bebé. Procura que la temperatura ambiente del baño esté en el entorno de los 25 grados, sin corrientes de aire, de manera que el bebé no experimente un choque térmico excesivo al salir del agua.
Todo dispuesto: Es necesario que tengas todo lo que necesites a mano (muda, toallas de algodón, esponja, champú, jabón neutro…), para no tener que salir de la habitación/baño con el bebé. Has de sujetar la cabeza de tu bebé con el brazo, de manera que quede bien equilibrada. La cara interna del codo sostiene la cabecita del bebé y tus manos llegan hasta el culito, de manera que la superficie de apoyo es total. El proceso del baño seguiría los siguientes pasos:
- Es importante sumergir al bebé en el agua muy despacito, para que se vaya habituando. Recuerda que, al empezar a lavar la carita del bebé, no debes echar nunca jabón directamente. Basta un poquito de agua para limpiar bien su rostro.
- A continuación, humedece con cuidado el pelo del bebé, siempre con la mano sin sumergir la cabeza, y usa champú neutro específico para bebés. Basta con emplear un poquito de producto, masajeando con movimientos circulares y suaves, con cuidado de que no le caiga en los ojitos. Aclara con la mano, con mucho cuidado, hasta que no queden restos de champú.
- A la hora de limpiar el cuerpecito del bebé, comienza suavemente y de arriba abajo, cuidando de que la cabecita del bebé quede bien sujeta. En general, salvo en las zonas ‘delicadas’ correspondientes al pañal, no es necesario emplear jabón en la limpieza del bebé (ten en cuenta que su piel está cubierta de una lubricación natural que puede alterarse con el jabón y que, además, ayuda de manera orgánica a limpiar su piel)
- Una vez sacas al bebé del baño, lo primero que tienes que cubrir con la toallita es la cabeza. Vas secando a la pequeña/o con pequeños y suaves movimientos circulares. Presta especial atención y cuidado a la hora de limpiar los pliegues (genitales, axilas, cuello…).
Cuándo bañar al bebé y con qué frecuencia
Dos preguntas claves relacionadas con el baño del bebé hacen referencia a cuál es el mejor momento del día para bañar al pequeño y con qué frecuencia deberíamos hacerlo.
Cuándo bañar al bebé
Una buena estrategia es elegir aquellas horas de baño que mejor se amoldan a las rutinas y ciclos del pequeño. En este sentido, la mejor idea es establecer una secuencia lógica que vaya ayudándole a habituarse a las rutinas y diferentes momentos que conforman el día. Esta asociación del baño con otras tareas ayudará a que tu bebé, por ejemplo, duerma mejor, ya que asimila como diaria dicha secuencia y así su cerebro va a predisponiéndose para descansar. Un ejemplo de secuencia sería: cena – baño – pijama – cuento – camita.
En este sentido, mantén, en la medida de lo posible, de manera exacta la misma hora en la que bañas a tu hija o hijo. No todos los bebés son iguales y, por ello, no todos se muestran dispuestos a bañarse de buena gana en según qué horas de la jornada. El escenario ideal pasa por que procedas a bañar al bebé una vez que haya hecho una toma, preferentemente la última del día. Cuando los bebés están saciados, suelen relajarse y estar más predispuestos a bañarse.
En cuanto a la duración del baño del bebé, te aconsejamos que éste no se prolongue más de cinco minutos. Lo más importante, como ves, es que observes y te amoldes a los ritmos de tu bebé.
Frecuencia
Ten en cuenta que los bebés no sudan tanto como los adultos ni se ensucian de la misma manera (en este sentido, cuando se hacen caquita o pis los limpias inmediatamente). Muchos especialistas consideran que, por ésta razón y por la mayor sensibilidad de su piel, no se debe bañar a los bebés más de tres o cuatro días a la semana, si bien no hay estudios que contraindiquen, ni mucho menos, el baño diario.
Cómo bañar al bebé
Estas son algunas de las cosas que deberíamos tener en cuenta en el momento del baño del bebé:
- El agua no debe superar los 15 centímetros de altura y tiene que estar a unos 36 grados de temperatura. Para comprobarlo puedes utilizar un termómetro o el tradicional método de sumergir el codo.
- No apliques el jabón directamente sobre la piel, es mejor diluirlo previamente en el agua de la bañera.
- Primero le tienes que lavar la cara con una manopla, sólo con agua tibia, y sin jabón. A continuación (y no al revés) puedes lavarle con jabón natural o jabón especial para bebés (¡no perfumado y sin detergentes!) el resto del cuerpo.
- Fíjate durante el baño en la piel de tu hijo: ¿Qué aspecto tiene? ¿Tiene granitos? Observa sobre todo en las zonas de rozamiento de la piel: debajo de las axilas, las corvas, el cuello, el pliegue del codo, etc., donde pueden aparecer pequeñas heridas no muy graves, pero muy molestas para el bebé, y pon especial atención al secado de estas zonas de pliegues también porque la humedad puede ser perjudicial para esta piel.
- Vigilad el tiempo, porque el baño no debe durar más de 10 minutos.
- Al secarle, comprobad que no queden restos de humedad en los pliegues. Hay que tener especial cuidado en secarle bien los pliegues de las ingles y las orejas, además de taparle la cabeza y los pies. Aunque hay toallas con capucha, con una toalla normal también podemos cubrirle la cabeza.
- Aplicad la leche hidratante por todo el cuerpo y la crema barrera en la zona del pañal, la más expuesta a irritaciones. Las colonias también son muy irritantes, así que no las apliquéis directamente en la cabeza del bebé. Para perfumarle, mejor ponerle unas gotitas en la ropa.
- Los ojos se limpian con una gasa empapada en suero fisiológico. Si la nariz presenta sequedad o ruidos, también podéis aplicar unas gotas de suero.
- La zona genital también requiere un cuidado especial. Las niñas, durante los primeros días de vida, tienen una grasa blanquecina entre los labios que no debemos quitar. Los niños, por su parte, presentan una fimosis fisiológica al nacer. No intentéis retraer el prepucio para evitarla, porque se puede desgarrar. Dejad que vuestro pediatra os diga lo que debéis hacer en cada caso.
- Hasta que no transcurran los primeros 20 días, no es conveniente cortarle las uñas al bebé. Si crecen demasiado podéis limárselas, con una lima de grano muy fino.
Accesorios necesarios para el baño del bebé
- Bañera para bebés
- Cambiador
- Cojín cambiador
- Alfombra antideslizante para la bañera
- Productos de higiene personal para bebés
- Jabón neutro
- Champú que no irrite los ojos
- Esponja natural
- Manopla
- Toalla de baño o albornoz para niños
- Algodón
- Tijeras de puntas redondeadas para cortar las uñas
- Pañales
- Cubo para pañales con tapa
- Pomada para la prevención de rozaduras
- Toallitas húmedas
- Alcohol (70%)
- Peine y/o cepillo para el pelo
- Termómetro para el agua
- Suero fisiológico
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