¿Puedo empezar a darle a mi bebé pescado y marisco?
Pescados y mariscos son excelentes aliados de la salud de nuestro bebé por sus proteínas de alta calidad, nutrientes como el yodo, vitaminas y grasas saludables. Hace no muchos años se recomendaba introducir el pescado al año de vida y los mariscos más tarde por posibles alergias. Sin embargo, las recomendaciones más actuales apuntan a la introducción de este tipo de alimentos como casi la mayoría, a los seis meses de vida del bebé, aunque con algunas excepciones.
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No todos los pescados
Debido a la contaminación de los mares y océanos, el pescado (sobre todo el de mayor tamaño) y marisco tiene a contener químicos como el mercurio o el cadmio; sustancias que se acumulan en nuestro organismo y son perjudiciales a lo largo de los años. En las Recomendaciones para la alimentación en la primera infancia de la Generalitat de Catalunya se dice que hay que evitar el consumo de pez espada o emperador, cazón, tintorera y atún en menores de tres años por su contenido en mercurio (en niños de 3 a 12 años, limitarlo a 50 g/ semana o 100 g/2 semanas y no consumir ninguno más de la misma categoría la misma semana).
Además, los niños deben evitar el consumo habitual de cabezas de gambas, langostinos y cigalas o el cuerpo de crustáceos parecidos al cangrejo por su alto contenido en cadmio. Hemos de vigilar, por tanto, las preparaciones con este tipo de productos, por ejemplo el caldo hecho con las cabezas de las gambas que se puede haber utilizado para preparar paella.
¿Cómo ofrecer el pescado y el marisco?
Una vez que han quedado claras las pequeñas excepciones al consumo de estos alimentos, tenemos una enorme variedad de productos del mar para ofrecer a nuestros pequeños desde que inician la alimentación complementaria. Una forma típica de hacerlo es añadir una pequeña ración de pescado, por ejemplo, merluza, al puré de nuestro bebé. La guía antes mencionada establece como cantidad adecuada 30-40 gramos al día de pescado blanco (magro) o azul (graso), lo que equivaldría a ¼ de filete de merluza (60-70 gramos o medio filete de merluza de los 12 meses a los 3 años).
Además de esta opción, cada vez hay más papás que optan por el Baby Led Weaning (BLW) para la alimentación de sus bebés. Este sistema consiste en evitar los purés y ofrecer la comida en trocitos que ellos se llevan a la boca con sus propias manos. Aquí se trataría de ofrecer a los bebés trocitos de pescado o marisco, pelados, sin concha y totalmente limpios de escamas o espinas para evitar atragantamientos.
Preparación del pescado y el marisco
En cuanto a la preparación, al principio se suele dar cocido porque así es como tiene un sabor más suave, pero una vez que nuestro bebé tiene una gran variedad de alimentos introducida podemos ofrecer todo tipo de preparaciones para habituarle a los distintos sabores de la gran variedad de productos del mar típicos de la dieta mediterránea, como esta receta de pescado a la plancha con pisto de frutas que encantará a los más pequeños.
Se recomienda alternar entre pescados blancos (merluza, mero, bacalao, lenguado, dorada, rape…) y azules (boquerón, sardina, salmonete, caballa…) y ofrecerlos siempre bien cocinados para asegurarnos de que haya desaparecido el riesgo de presencia de bacterias patógenas.
¿Qué pasa con las alergias?
Los mariscos son los causantes del 8% de las alergias y hay un 80% de posibilidades de que los niños hereden esta alteración de sus padres, así que en el caso de que haya antecedentes familiares habrá que consultar con el pediatra para que nos informe sobre cómo introducir estos alimentos en la dieta de nuestro hijo.
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