¡Ayuda, mi bebé muerde!
Este artículo trata de:
La mayoría de las madres que amamanta a sus bebés han notado alguna vez (o muchas) que el bebé muerde el pezón, cosa que puede resultar, además de dolorosa, desconcertante, sobre todo cuando frente a nuestro grito de dolor obtenemos una muequita sonriente. ¿Qué hacer frente a un bebé que muerde cuando se le da el pecho? ¿Se puede corregir esta actitud? ¿Existen otros problemas que pueden afectar al cuidado del pecho? ¿Qué productos podemos utilizar en tal caso? A continuación, encontrarás la respuesta a todas estas preguntas.
Índice de contenidos
¿Por qué mi bebé muerde?
Existen muchas razones por las que los bebés pueden pegar un bocado al tomar el pecho. La más obvia es la dentición. Incluso varias semanas antes de que asomen los primeros dientes de leche, las encías se hinchan y duelen y el bebé comienza a morder todo lo que tiene a su alcance (y la teta de mamá no es la excepción). Pero también puede que muerda por un resfriado o por un dolor de oídos. En todo caso, de lo que debes estar segura es de que si tu bebé te muerde el pezón, no lo hace para lastimarte.
¿Debería destetar a mi bebé?
Es el consejo que escuchan muchas mamás: “tu bebé te muerde porque quiere comida, no leche”, “es la señal de que ya está bien de teta”… Sin embargo, el destete es una decisión que debes tomar con cuidado y no producto de la incomodidad de algunas mordidas. En todo caso, hay cosas que puedes hacer para procurar corregir esta conducta, sobre todo cuando tu bebé es aún muy pequeño.
Qué hacer frente a un bebé que muerde
Lo primero es marcar bien el límite con la expresión facial y la palabra. Un “no” dicho de forma muy firme y con cara seria hace maravillas, incluso con un bebé al que le falta mucho para poder hablar. Si el bebé muerde, retira suavemente el pezón y no le des el pecho por un ratito. Explica con frases sencillas por qué no debe morderte: “A mamá eso le duele y no debes hacerlo”.
Si notas que las mordidas coinciden con la etapa de dentición, ofrece al bebé un aro para morder, por ejemplo, para que pueda aliviar sus molestias. Otras veces, el bebé muerde el pezón al notar a la madre distraída. Presta atención a tu peque mientras le das el pecho: míralo a los ojos, háblale y cántale.
Qué cosas no hacer
Nada de castigos físicos. Este tipo de castigos nunca son lo indicado: tu bebé sentirá miedo y probablemente llore, pero eso no corrige la mordida. Tampoco presiones el pecho contra su rostro para que abra mejor la boca, pues es otra manera indirecta de castigo. En cambio, sí puedes corregir suavemente la prendida, ya que a veces, cuando asoman los primeros dientes, los bebés “olvidan” cómo deben coger el pecho para succionar. Las siguientes imágenes pueden resultarte útiles:
Por último, ante un mordisco, evita reírte o que alguien cerca de vosotros se ría, pues entonces el bebé lo interpretará como una gracia, lo hará una y otra vez, y resultará mucho más complicado corregir esta molesta conducta.
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