Mi hijo se resiste a dejar el pañal, ¿qué hago?
¿Tu hijo se resiste a dejar el pañal? Te contamos que deberías hacer en este caso.
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Averigua los motivos del rechazo
Damos por supuesto que tu hijo ha manifestado madurez para controlar esfínteres (avisa cuando tiene que hacer, puede subirse y bajarse los pantaloncillos, etc.). Entonces, queda por saber las razones por las que se niega a dejar el pañal: puede ser desde un motivo médico –está estreñido y le duele ir al baño- hasta miedo al orinal o al lavabo, pasando por una necesidad de mantener el control de una situación (especialmente si los padres sois estrictos con otras cuestiones, como los modales en la mesa, el orden de su cuarto, etc.). Cada causa tiene sus posibles soluciones: averiguar qué ocurre es el primer paso.
No te enfades ni lo presiones para dejar el pañal
De nada sirve regañar, castigar, avergonzar al niño por seguir utilizando pañales. Decirle que parece un bebé o prohibirle hacer cosas de su edad hasta tanto no use el orinal solo retrasará el proceso y bajará la autoestima del pequeño. Recuerda: los bebés no escogen usar pañales, nosotros se los ponemos por nuestra comodidad. Por eso, no hay que presionarlos para que los dejen sino acompañarlos amorosamente en el proceso.
Haz del entrenamiento algo divertido
El orinal debe ser un compañero de juegos del niño. Aliéntalo a que se siente en él aún con el pañal puesto, a que le coloque pegatinas o que lleve sus juguetes al baño. Dejar los pañales es más sencillo si el niño lo vivencia como un juego en lugar de una obligación.
Lee muchos cuentos sobre dejar el pañal
Entre los dos y los tres años, edad en la que muchos niños están listos para dejar los pañales, puede que tu hijo no hable demasiado, pero comprende todo lo que le dices. Hay diversos libros de cuentos que versan sobre el control de esfínteres, con personajes con los que los niños pueden identificarse. Lee estos libros y conversen juntos sobre cómo los protagonistas se sienten cuando por fin lo consiguen.
Ofrécele opciones
En lugar de “ponte estas bragas” prueba con “¿prefieres braguitas rosas o violetas?”. En vez de “siéntate en el orinal” dile “¿te gustaría llevar el orinal a tu habitación o tenerlo en el baño, como los mayores?”. A los pequeños les gusta decidir por sí mismos. Por eso, si en lugar de obligar a tu hijo le das alternativas, sentirá que sigue teniendo cierto control sobre la situación y el proceso se hará más llevadero.
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