Mi bebé no coge peso, ¿debo preocuparme?

¿Sabías que los bebés pierden peso después del nacimiento? Es absolutamente normal y esperado, ya que al nacer están hinchados y durante los primeros días de vida pierden ese líquido que, hasta ahora, habían retenido. Por eso es común que el peso de tu bebé sea menor tras unos días de haber nacido que en el momento del parto.

Asimismo, la leche materna tarda en bajar unos dos o tres días después del alumbramiento. Mientras tanto, los recién nacidos que son amamantados reciben calostro (líquido transparente previo a la leche materna, que, además, les aporta defensas y todas las vitaminas y minerales necesarias para estos primeros días).

¿Cuánto aumenta de peso el bebé?

El peso que aumenta un bebé depende de varios factores. Por un lado, de su edad, ya que no cogen peso al mismo ritmo cuando tienen 2 meses que cuando tienen 11. Por otro lado, lo que los pediatras observan es la curva de crecimiento, que ubica a los bebés en determinado percentil.

Un bebé pequeño, de percentil 20, aumentará menos de peso que uno de percentil 50. Sin embargo, siempre y cuando el aumento sea relativamente constante, ambas criaturas estarán creciendo perfectamente bien, cada una de acuerdo a lo esperado.

¿Debo preocuparme?

El aumento de peso en los bebés es inestable, hay picos de mayor crecimiento y otros períodos donde este parece estancarse. Lo que puede llamarle la atención al pediatra es que note una disminución drástica del percentil o que el peso esté un 20 por ciento o más bajo relativo a lo esperado para la altura del peque. En ese caso, habrá que encontrar la causa de ello.

Por otro lado, si la criatura tiene un buen estado de salud general, se muestra activo y feliz, si moja más de cinco pañales al día y hace deposiciones al menos una vez cada 48 horas, lo más probable es que se esté alimentando correctamente y que no haya ningún problema.

Causas que podrían provocar que el bebé no aumente de peso

Hay muchos motivos para que el peso del bebé se estanque:

• Alguna infección, como otitis o faringitis
• Una congestión nasal fuerte que lo haga comer menos
• Alergias alimenticias
• Reflujo
• Alguna enfermedad crónica (más infrecuente)

De cualquier manera y sea cual sea el motivo por el que el peque no coja peso, lo mejor siempre será acudir al pediatra.