¿Por qué los recién nacidos tienen los ojos grises?
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Es entonces, en su primer parpadeo, cuando intentaremos adivinar de qué color tendrá los ojos nuestro bebé. Sin embargo, aunque la mayoría de los bebés recién nacidos tienen los ojos grises, aún es muy pronto para saberlo.
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La razón por la que los recién nacidos tienen los ojos grises
Así es, la mayoría de los bebés recién nacidos tienen los ojos grises o de color azul grisáceo, pero eso no quiere decir que el color de sus ojos cuando crezca vaya a ser ese. Las células están aún en proceso de maduración, y son ellas las que le dan ese tono azul grisáceo al color de los ojos del bebé. El tono que tienen los ojos en ese momento se debe a la inmadurez de los melanocitos que se encargan de la pigmentación del iris. Hasta los 6 o 7 meses puede que el bebé no tenga bien definido el color de ojos, e incluso entonces la tonalidad puede cambiar. También puede ocurrir que el bebé nazca con un color oscuro de iris, en cuyo caso no hay duda: su color de ojos será marrón o negro.
¿Por qué cambia el color de ojos?
Lo que realmente hace que vayan cambiando de color los ojos es que el iris se va coloreando, dependiendo de la melanina que produzcan los melanocitos que se van desarrollando. Así, cuanto más reducida sea esta coloración, más claro queda el color del ojo. Por eso cuando un bebé nace ya con el iris coloreado de marrón no cambiará.
Sin embargo si, como es habitual, el bebé nace con los ojos de color azul grisáceo, su color definitivo se verá después y dependerá de la herencia genética transmitida por los padres, que es la que informará de la melanina que producen los melanocitos.
Esa herencia es la que determinará si tenemos los ojos azules, verdes o marrones. La transmiten los padres y el resultado es una cuestión de probabilidades. Por ejemplo, el azul es un gen recesivo o no dominante, lo que significa que ante la presencia del marrón, el azul “pierde”, por eso hay menos probabilidades de que un niño tenga los ojos azules si sus padres tienen los ojos de color marrón o verde, aunque no es imposible.
De hecho, una pareja en la que ambos tengan los ojos marrones puede tener hijos con ojos azules. Ocurre cuando los dos progenitores tienen a su vez un progenitor del que han heredado este gen recesivo para los ojos azules. De cualquier manera, los ojos de nuestro bebé tendrán un tono precioso, de eso no hay duda. ¿O acaso nuestro niño no es el más bonito del mundo?
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