¿Qué hace el bebé los primeros seis meses de vida?

Recién nacido: la dependencia.

En esta etapa el bebé es totalmente dependiente ya que no puede coger cosas si no se las acercan, necesita ayuda para cambiar de postura y casi siempre está tumbado. Por eso, les tenemos que colocar de formas distintas para ir favoreciendo su cuerpo. Por ejemplo, si les colocamos boca abajo, fortaleceremos su columna, el cuello y se favorecerá tener unas piernas rectas; boca arriba ayudaremos a sus abdominales.
Los bebés en esta etapa necesitan que atendamos sus necesidades rápidamente ya que no tienen la capacidad de posponerlas. Poco a poco irán desarrollando seguridad y esta, les ayudará a ir tolerando su frustración. Pero eso ya, en la siguiente etapa.

De los tres a seis meses.

El bebé empieza a moverse solito. Aunque esté tumbado, empieza a poder girarse y, cuando esto ocurre por primera vez, ¡se asusta! Puede que incluso estando boca arriba haya querido cogerse los pies y se haya volcado hacia un lado y, como le gusta, empieza a repetirlo. Va logrando consiguiendo distintas hazañas y sus manos empiezan a obedecerle: el bebé empieza a coger objetos.
Con estos movimientos el bebé va trabajando su musculatura: los abdominales cuando levanta las piernas, cuando se gira los músculos laterales del tronco, cuando boca abajo levanta la cabeza toda la parte posterior del cuerpo, etc.
En esta etapa aprende a esperar cuando tiene necesidades. Es conveniente que, si por ejemplo empieza a llorar, no darle de comer rápidamente porque si lo hacemos, los niños se vuelven muy dependientes, no mejoran su capacidad motriz ni aprender a expresar lo que quieren. Esto no quiere decir que le dejemos llorar sin control, sino que intentemos enseñarle a expresar lo que necesita.
Esta etapa puede ser denominada como “etapa suelo” ya que los niños pasan gran parte del tiempo jugando y descubriéndose a ellos mismos.