Riesgos de los teléfonos móviles para tu bebé
Este artículo trata de:
Las tecnologías están presentes en el día a día de los adultos. Esto no es nuevo. Lo que sorprende es ver a niños muy pequeños, bebés menores de dos años, utilizando el móvil. Para muchos padres el móvil supone una herramienta para tener ocupado al pequeño mientras ellos realizan otras actividades o para conseguir que coma. Está claro que los bebés de hoy vivirán en un mundo tecnológico, sin embargo, ¿somos realmente conscientes de los riesgos que tienen los móviles para bebés y niños pequeños? ¿sabes cómo afecta el uso del móvil al aprendizaje del bebé? ¿es perjudicial la radiación de los teléfonos móviles para la salud del bebé?
Índice de contenidos
Radiación
Si la radiación de los teléfonos móviles afecta a la salud es un tema que lleva causando confusión durante mucho tiempo. Los móviles emiten energía de radiofrecuencia que es un tipo de radiación no ionizante, de baja energía. Aunque algunos estudios vinculan las ondas electromagnéticas emitidas por los teléfonos móviles y otros dispositivos con problemas para la salud, estudios más recientes hablan de que el uso del teléfono móvil no supone un riesgo para la salud, como la posibilidad de que aumente el riesgo de padecer cáncer.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mayoría de los estudios se centran solo en los adultos, y no en niños muy pequeños, y que el uso del móvil afecta principalmente a los tejidos, siendo los tejidos de los bebés más blandos y susceptibles. Por eso, conviene mantener alejados a los más pequeños de cualquier aparato electrónico que emita radiación.
Partes pequeñas
El móvil parece irrompible… hasta que se cae y se rompe, cosa que puede suceder si lo dejamos en manos de un bebé o de un niño pequeño. Como ocurre con cualquier elemento formado por partes pequeñas, nunca se puede subestimar el peligro de asfixia. Solo es necesario un segundo para que el bebé pueda coger un objeto del suelo y llevárselo a la boca.
Contaminación
Los teléfonos móviles son objetos sumamente contaminados. Los manipulamos con las manos sucias, los llevamos hasta al lavabo, se caen al suelo, reciben descargas de estornudos y de tos… es otro motivo por el cual nuestro bebé –que se lleva todo a la boca, como es natural– no debería poner sus manitas sobre el móvil. Y, dicho sea de paso, sería bueno que recordásemos limpiarlo y desinfectarlo con frecuencia por nuestra propia salud.
Este tema de la contaminación de objetos ha estado muy presente en los últimos tiempos debido al covid. Desde el comienzo de la crisis sanitaria se ha hecho hincapié en la importancia del lavado de manos de manera consciente y frecuente después de tocar objetos y no tocarnos ojos, nariz y boca sin habernos lavado antes las manos. Por otro lado, el uso de geles hidroalcohólicos se ha impuesto y todos los lugares públicos cuentan con este tipo de geles para desinfectarnos las manos después de tocar objetos que han podido ser tocados por otras personas. Los teléfonos móviles son, posiblemente, uno de los objetos que más se tocan a lo largo del día.
Otros problemas que puede causar el uso del móvil a los bebés
Además de los riesgos que hemos mencionado, hay otros problemas que los teléfonos móviles y otros aparatos electrónicos pueden causar a los bebés:
Problemas de atención
Aún si el uso que el bebé da al móvil no lo pusiera en riesgo (es decir, si simplemente interactúa con la pantalla jugando con aplicaciones infantiles), el móvil no debería reemplazar la interacción con objetos, ni mucho menos el contacto humano. Si el bebé está absorto con los dibujos animados del móvil, no prestará atención al mundo que le rodea y a tareas que le supongan un verdadero beneficio en su desarrollo cognitivo.
¿Piensas que es una buena idea entretener a tu bebé en la sala de espera mostrándole un video? Mejor sería cantarle una canción, contarle una historia o mostrarle un libro. ¿Te impresiona que tu pequeñín sea capaz de controlar la pantalla táctil con sus deditos? En realidad, a esta edad sería más importante que aprenda a manipular elementos concretos con sus manos.
Problemas de aprendizaje
Los bebés menores de dos años están en una etapa en lo que necesitan es descubrir el mundo, moverse, conocer las cosas que lo rodean. El móvil no ayuda a que el bebé madure, a que aprenda a gestionar sus emociones y a su autocontrol. A la larga, no relacionarse, no querer descubrir cosas nuevas porque con el móvil tiene lo que quiere, afectará a su aprendizaje y al rendimiento escolar.
Afecta al desarrollo del lenguaje
A esta edad, los bebés son como esponjas, pero les cuesta asimilar el lenguaje de los dibujos animados del móvil. Lo que necesita es aprender el lenguaje sencillo de las cosas que le rodean, algo que aprenderá a través de sus padres y familiares o de cuentos adaptados a su edad.
Dependencia del móvil
Muchas veces damos el móvil al pequeño para que coma, sin darnos cuenta de la dependencia que eso crea, ya que relacionará el momento de la comida con el móvil y se puede frustrar cuando no coma con él delante. Pero no solo eso, otro aspecto negativo de que el pequeño coma con el móvil es que no se centrará en el sabor y textura de los alimentos, sino en las imágenes de los dibujos que tiene delante suyo.
Sedentarismo y obesidad
La etapa de 1 a 2 años es en la que los niños pequeños aprenden a andar. Es el momento de explorar el mundo por ellos mismos, que disfruten del juego al aire libre. Si les damos el móvil para pasar el tiempo, estaremos contribuyendo a crear en el día de mañana niños y adolescentes que prefieran encerrarse en su habitación con el móvil, la tablet o el ordenador a moverse y hacer deporte, lo que acaba desencadenando en problemas de salud.
Problemas para dormir
El uso de móviles puede provocar trastornos del sueño en bebés y niños pequeños, especialmente si dejamos el móvil al bebé para cenar o poco tiempo antes de meterse a dormir.
Le quita tiempo para hacer aquellas cosas que debería hacer a su edad
El niño está en una etapa preciosa de su vida. Es momento de conocer, moverse, descubrir, emocionarse con un mundo que empieza a mostrarse ante él. Si pasa mucho tiempo delante del móvil, el niño verá el mundo a través de los ojos de una pantalla y no de los suyos propios.
Aislamiento social
El pequeño está en una edad en la que empieza a socializar con otros niños. En la guardería, el parque, la calle o la playa, el niño juega y se relaciona. Si les acostumbramos al entretenimiento mediante pantallas, más adelante pensarán que no tienen necesidad de relacionarse con otras personas, ya que las pantallas cubren ese hueco, y desaprovechan una época maravillosa para estar con sus padres, familiares y amigos, en definitiva, un tiempo para interactuar con los demás.
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