Saco de dormir como prevención contra la muerte súbita
El exceso de calor, tapar al bebé y la inspiración del aire espirado por los padres pueden influenciar de forma negativa en el despertar del bebé, es decir, que en una situación así los reflejos para despertar del niño no funcionan, probablemente también porque la circulación es muy débil, por lo que el bebé ya no está protegido por sus propios reflejos.
¡Busca siempre y en todo lugar para tu bebé un entorno seguro para dormir!
Factores de riesgo que deberías evitar:
- la protección de la cuna delante de los barrotes o el cojín para lactancia, que a veces se deja dentro de la cama para que el bebé no se caiga o se dé un golpe contra los barrotes,
- mantas de lana, edredones o almohadas de plumas u otras mantas que están rellenas de material antialérgico
- la piel de oveja como base aislante de la cama
- peluches grandes o una gran cantidad de ellos en la cama
- el gorrito
- que el niño duerma en la cama de los padres cerca de sus cuerpos y quizás incluso tapados con la misma manta que utilizan los padres
- una temperatura ambiente demasiado alta o un pijama que abriga mucho
La cabeza de un recién nacido representa durante el sueño el 25 por ciento de la superficie corporal descubierta, esto es, la más grande, a través de la cual el cuerpo regula su temperatura. Si tapas una parte de la cabeza o toda la cabeza, el cuerpo ya no puede emitir suficiente calor y el bebé sufrirá exceso de calor. Por eso se debería evitar dejar en la cama del bebé cualquier tipo de objeto que pudiera cubrir una parte de la cabeza o la cabeza completa.
¡Quita todas las mantas y almohadas de la cama del bebé! Ponle mejor un saco de dormir.
En casa, el bebé normalmente no necesita más ropa para dormir que un niño más grande o un adulto. Son suficientes la ropa interior y un pijama debajo del saco de dormir. En verano, si la temperatura es más alta de los 18 ºC, el bebé debería llevar menos ropa. Si el bebé pasa frío es mejor ponerle algo más de ropa que taparlo con una manta o taparlo dentro del saco de dormir con una manta. Por los motivos antes mencionados, esto podría resultar muy peligroso. Para evitar un exceso de calor y al mismo tiempo evitar una predisposición a infecciones de las vías respiratorias que también pueden tener efectos negativos en la salud del bebé, es también muy importante mantener el clima ambiental en perfecto estado: una buena ventilación abriendo la ventana varias veces al día durante unos diez minutos; una temperatura ambiente de entre 16 ºC y 18ºC y una humedad ambiental de entre el cincuenta y el setenta por ciento (se puede medir con un higrómetro).
Puedes encontrar información amplia y completa en el Libro Blanco de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL) elaborado por el Grupo de Trabajo para el Estudio y Prevención de la Muerte Súbita Infantil de la Asociación Española de Pediatría.
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