Tu pequeño bebé siempre boca arriba, hasta que sepa girarse solo

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15/02/2023 - Tiempo de lectura 5 mins
bebe boca arriba

Este artículo trata de:

Bebé boca arriba
Qué es capaz de hacer

 
Artículo escrito por: Carla Ollé, maestra de educación infantil


Cuando tu bebé es recién nacido o de pocos meses, eres tú quien decide en qué posición dejarlo (en el suelo, en un colchoncito, en el carrito…), siempre que no esté en tus brazos. Emmi Pikler ya contó, hace años, que mientras no sepa voltear por sí mismo/a, hay que dejar al bebé siempre boca arriba. Es solo en esta posición que tu hijo o hija podrá mover los brazos y las piernas con total libertad, y podrá mover la cabeza de un lado al otro sin tener que soportar su peso (a nivel proporcional, ¡la cabeza de un bebé pesa mucho!). Ya sabes que, para todo esto, todavía no está preparado.

Aquí entra en juego la paciencia y la confianza, porque cuanto más pequeño sea el niño/a, más tiempo necesita para pasar de un estadio a otro. Esto es porque el control corporal y la musculatura se van desarrollando progresivamente. Visto de otra forma, cuanto más dominio tiene, más fácil y rápido le resulta seguir avanzando. Tiene lógica, ¿verdad?

Capacidades del bebé cuando está boca arriba

Durante el tiempo en el que el bebé está boca arriba, hace muchísimas cosas fascinantes, por ejemplo:

  • Va moviendo los brazos y las piernas, al principio de forma muy descoordinada y cada vez con más control. Esto tiene que ver con la progresiva conexión entre ambos hemisferios del cerebro.
  • Descubre sus manos, ¡son su primer tesoro!
  • Empieza a tocar y explorar los objetos que encuentra a su alrededor, tanto con las manos como con los pies.
  • Mira arriba, a un lado, al otro
  • Se arrastra con los pies, verás como lo dejas en un sitio, ¡y un momento después está en otro lugar!
  • Voltea sobre su espalda, que es un movimiento parecido al de las agujas del reloj.
  • ¡Y mucho más!

Con todo esto va descubriendo, tranquilo y cómodo, su propio cuerpo y este mundo tan nuevo para él/ella. Todo esto requiere de una implicación grandiosa por su parte, así que dale el tiempo que necesite. Y admira con ilusión y confianza cada pequeño progreso. ¡Observa todo lo que va pasando y disfrútalo!

Tardará unos meses en pasar de boca arriba a boca abajo, experimentando antes la sensación de estar de lado a ratos cada vez más largos. En algún momento, quizás sin que sepas cómo, se girará del todo. Qué diferente se ve el mundo desde este punto de vista, ¿verdad, pequeño/a? Comparte este momento con ella o él, míralo con orgullo y emoción por lo que acaba de conseguir. Lo nota, te nota.

Durante este período, como el cuerpo todavía es bastante inmaduro, puede ser (y es prácticamente seguro) que se canse de la posición y no sepa todavía volver atrás, aquí necesita tu ayuda. Y quiero que prestes mucha atención a esto: ayudar a tu bebé nunca es enseñarle a hacerlo, ni hacer que practique. Tan solo se trata de devolverlo a la posición anterior. “Veo que te has cansado, te cojo y te vuelvo a poner boca arriba”, le puedes decir. Acompáñale explicándole todo lo que haces, de forma sencilla.

Un pequeño explorador en casa

Recuerdas que tu bebé es un pequeño explorador, ¿verdad? Pues eso es lo que hace, explorar constantemente. Así que una vez haya aprendido a ponerse boca abajo, lo seguirá practicando, aunque todavía no sepa volver atrás.

Necesita un poco más de tiempo para aprenderlo (es el único momento en el que pasa de una forma tan explícita), así que tú lo tendrás que ir volviendo a poner boca arriba cuando lo vaya necesitando. Ya me anticipo diciéndote que, muy probablemente, en algunas ocasiones será de forma inmediata: arriba-abajo, arriba-abajo, arriba-abajo… Disfruta de ofrecerle estos momentos y tómatelo con filosofía: es un gran experto/a en girarse, ¡y le encanta experimentarlo! No hay nada malo en ello, ¡lo está haciendo genial!

¿Pero, aprenderá a volver a ponerse boca arriba por sí mismo/a? A lo mejor te preguntas… ¡Por supuesto que sí! Como te he explicado en el artículo anterior, ya sabes que está biológicamente preparado para aprenderlo todo, todo, hasta llegar a caminar. Cada vez va pasando ratos más largos y a gusto boca abajo, y descubre cosas increíbles como:

  • Voltear sobre el ombligo, el mismo movimiento de las agujas del reloj, pero esta vez boca abajo.
  • Hacer pequeños movimientos que le vayan desplazando por el suelo. Del mismo modo que he comentado anteriormente, en un momento está aquí y, minutos después, ya lo/la tienes allí.
  • Coger y manipular objetos.
  • E, igual que antes, ¡muchísimo más!

Ilustración del libro «Moverse en libertad: desarrollo de la motricidad global». Emmi Pikler

Durante este proceso, también aprenderá a volver a ponerse hacia arriba. Así que, lo que tienes que hacer tú es ir retirando la ayuda de forma progresiva, según observes si cuando se queja es porque se está esforzando, o porqué realmente está irritado/a o incómodo/a. ¿Imaginas la ilusión que te hará ver que lo ha conseguido?

Para poder hacer todo este ejercicio, es importante que la pequeña o el pequeño pase largos ratos de juego en el suelo, o en una superficie dura. Aunque quizás te sorprenda leer esto, sí, cuanto más dura sea la superficie en la que se encuentre, mejor. Para entenderlo fácilmente, piensa en ti mismo/a: ¿verdad que caminar por la playa, por ejemplo, te cansa mucho más que hacerlo por un suelo duro como la calle?

A tu bebé le pasa lo mismo. Si la superficie es blanda, esta absorbe parte de la energía, así que tu pequeño/a está obligado a hacer más fuerza de la necesaria para conseguir la respuesta corporal correspondiente, y así se puede cansar y frustrar con mucha más facilidad. En cambio, si está en el suelo y hace fuerza con los brazos, por ejemplo, su cuerpo se moverá en total concordancia.

Quiero terminar este artículo diciendo que es muy importante cuidar el espacio en el que dejas a tu hijo o hija, sin ninguna duda. Temas como la seguridad del entorno y la temperatura, por ejemplo, no se nos pueden pasar por alto. Y no menos importante son los materiales que le ofrecemos, cómo disponerlos, qué cantidad… Como siempre te digo, tu bebé es capaz de aprenderlo todo a nivel motriz por sí mismo, pero sí que te necesita con presencia, amor y conciencia para muchísimas otras cosas. Entre ellas preparar su espacio, ¡y te hablaré mucho más de ello en unos días!


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Carla Ollé

Maestra de educación infantil y primaria. Con más de 13 años de experiencia con los bebes en la etapa de 0 a 6 años.

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