5 motivos para llevar a tu hijo mayor a la sala de partos
Este artículo trata de:
¿Llevarías a tu hijo a la sala de partos? ¿Te gustaría que estuviera allí en ese momento tan especial? Si es algo que estás pensando, te damos cinco razones por las que tu/s hijo/s deberían estar allí en ese momento tan especial y cinco motivos por los que los niños no deberían acudir a la sala de partos.
Índice de contenidos
5 razones para llevar a tu hijo a la sala de partos
¿Qué tu hijo te acompañe ese día tan especial o no? Te damos 5 razones por las que sí debería estar en la sala de partos.
Comprender el proceso del nacimiento
Crees que tu hijo debe saber toda la verdad acerca de cómo llegan los bebés al mundo. Has hablado con él acerca de lo que ocurrirá e incluso habéis visto videos explicativos. Presenciar el nacimiento del bebé puede ser una manera de cerrar la etapa de tu embarazo y aceptar naturalmente la llegada de su nuevo hermanito al mundo.
Forjar lazos de amor
Uno de los motivos de más peso para incluir a los hermanos en el nacimiento es que gracias a ello a veces se forjan lazos instantáneos de apego con el nuevo bebé. El hecho de verlo nacer, escucharlo llorar por primera vez y compartir con vosotros los padres esos primeros instantes suele despertarles los sentimientos más puros de amor.
Evitar que se sienta dejado de lado
En el mismo sentido, poder tener a tu hijo contigo durante el parto lo ayudará a no sentirse desplazado por la llegada del bebé. En lugar de verte partir con la bolsa al hospital y volver a verte solo al día siguiente, el niño puede acompañarte y vivir contigo todas esas largas horas. La eventual separación –pues si das a luz en una maternidad, necesariamente has de pasar algunos días ingresada– será más amable y gradual.
Sentir la mutua compañía y sostén
El parto es una experiencia sumamente intensa y conmovedora. Nada mejor que vivirla acompañada por tu familia, no solo por tu pareja sino también por tus hijos mayores si ellos están dispuestos a compartirla. Y si tienes hijos ya en edad escolar o adolescentes, incluso pueden llegar a sentirse útiles acompañándote, cogiendo tu mano durante las contracciones o alcanzándote agua para refrescarte.
Tu niño manifiesta su deseo
Un motivo que puede decidirte a traer (o no) a tu hijo a la sala de partos es considerar la opinión del propio niño. Hay algunos que se muestran muy entusiasmados por poder permanecer a tu lado en momentos tan especiales. Otros no quieren porque sienten vergüenza o temor. Hazle saber a tu hijo que hasta en el mismo momento del parto tiene permiso para cambiar de idea.
Alguien debe acompañar todo el tiempo a tu niño durante el parto. Tú no estarás en condiciones de atenderlo, y tu pareja debería ser tu sostén, y no el de tu hijo. Por eso, es fundamental contar con una abuela, un tío, una madrina u otra persona de confianza que en el momento del parto se ocupe exclusivamente de estar con tu hijo. Que lo acompañe fuera de la sala de partos si hace falta, o que simplemente lo abrace y responda sus preguntas.
Y 5 motivos para no llevar niños a la sala de partos
Hemos hablado de cinco razones por las que llevar a tu hijo a la sala de partos. Sin embargo, también hay otros motivos que pueden hacer que de decantes porque no haya niños en la sala de partos.
La preparación previa puede no ser suficiente
Aun cuando hayas hablado con tus niños y les hayas contado qué ocurre durante el parto, incluso si habéis visto junto a ellos vídeos de nacimientos, y aun cuando los niños manifiesten no tener ningún tipo de temor o dudas sobre sus deseos de presenciar el parto, lo cierto es que la experiencia real puede ser muy intensa y puede impresionarlos. Si a veces los papás no soportan permanecer en la sala de partos, con más razón esto podría afectar a un niño.
Nadie quiere ver sufrir a su mamá
No es lo mismo que les digas “mami puede gritar porque el parto duele, pero es normal y no debes asustarte” que realmente te vean y te escuchen gritar sin poder controlarte mientras esperas que la epidural surta efecto. No deberías tener que controlar tus impulsos durante el parto. Si quieres gritar, llorar o prefieres mantenerte en silencio, deberías poder hacerlo sin preocuparte por cómo se lo toman tus niños.
Pueden despertar sentimientos encontrados hacia el bebé
En niños pequeños que presencian el parto de mamá a veces aparecen sentimientos de rechazo hacia ese bebé que “hizo daño a mami”. Lo ideal es que durante el parto se forjen lazos de amor y de apego hacia el bebé (principal motivo que lleva a algunas parejas a querer incluir a sus niños en la escena) pero lamentablemente no puedes controlar que esto ocurra.
No necesitas factores de dispersión
Ya bastante difícil es parir en la sociedad occidental hoy en día donde el nacimiento se ha medicalizado, donde se da a luz en posiciones incómodas, rodeadas de personal médico y de instrumental quirúrgico, con luces fuertes… En un nacimiento en casa tal vez sería más natural que tus hijos estuvieran presentes, pero en la sala de hospital lo más probable es que solo añadan preocupación a todos, aún si cuentan con un acompañante para ellos.
Algo puede salir mal
Por supuesto que es en lo último que deseas pensar, pero no todos los partos salen como en las películas. Podría haber complicaciones de último momento y que deban efectuarte una cesárea de emergencia. O que el bebé nazca con vuelta de cordón y necesite atención de urgencia. O que sufras alguna hemorragia. Sin llegar a pensar en lo peor, existen numerosas situaciones en la sala de partos que pueden ser sumamente estresantes y que no deberían ser presenciadas por ningún niño.
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