5 motivos para NO llevar niños a una sala de partos

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10/12/2021 - Tiempo de lectura 2 mins

La preparación previa puede no ser suficiente

Aún cuando hayas hablado con tus niños y les hayas contado qué ocurre durante el parto, incluso si habéis visto junto a ellos vídeos de nacimientos bien explícitos, y aún cuando los niños manifiesten no tener ningún tipo de temor o dudas sobre sus deseos de presenciar el parto, lo cierto es que la experiencia real puede ser muy intensa y puede impresionarlos. Si a veces los papás no soportan permanecer en la sala de partos, con más razón esto podría afectar a un niño.

Nadie quiere ver sufrir a su mamá

No es lo mismo que les digas “mami puede gritar porque el parto duele, pero es normal y no debes asustarte” que realmente te vean y te escuchen dar alaridos sin poder controlarte mientras esperas que la epidural surta efecto. No deberías tener que controlar tus impulsos durante el parto. Si quieres gritar, llorar o prefieres mantenerte en silencio, deberías poder hacerlo sin preocuparte por cómo se lo toman tus niños.

Pueden despertar sentimientos encontrados hacia el bebé

En niños pequeños que presencian el parto de mamá a veces aparecen sentimientos de rechazo hacia ese bebé que “hizo daño a mami”. Lo ideal es que durante el parto se forjen lazos de amor y de apego hacia el bebé (principal motivo que lleva a algunas parejas a querer incluir a sus niños en la escena) pero lamentablemente no puedes controlar que esto ocurra.

No necesitas factores de dispersión

Ya bastante difícil es parir en la sociedad occidental hoy en día donde el nacimiento se ha medicalizado, donde se da a luz en posiciones incómodas, rodeadas de personal médico y de instrumental quirúrgico, con luces fuertes… En un nacimiento en casa tal vez sería más natural que tus hijos estuvieran presentes, pero en la sala de hospital lo más probable es que solo añadan preocupación a todos, aún si cuentan con un acompañante para ellos.

Algo puede salir mal

Por supuesto que es en lo último que deseas pensar, pero no todos los partos salen como en las películas. Podría haber complicaciones de último momento y que deban efectuarte una cesárea de emergencia. O que el bebé nazca con vuelta de cordón y necesite atención de urgencia. O que sufras alguna hemorragia. Sin llegar a pensar en lo peor, existen numerosas situaciones en la sala de partos que pueden ser sumamente estresantes y que no deberían ser presenciadas por ningún niño.

 

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