Cómo evitar los pies hinchados durante el embarazo
Este artículo trata de:
La mayoría de las embarazadas ve como poco a poco la forma de sus tobillos se va desdibujando hasta perderse por completo, siendo en el tercer trimestre del embarazo cuando más notorio es este síntoma. La razón es que se hinchan sus pies, lo que a su vez se debe a la retención de líquidos propia de la gestación. Pero que pies hinchados y embarazo vayan unidos no quiere decir que no podamos hacer nada por evitarlo o, al menos, minimizar las molestias y evitar esa desagradable sensación de pesadez que produce. Estos consejos pueden echarte una mano para intentar evitar los pies hinchados mientras dure tu embarazo.
Índice de contenidos
Consejos para evitar los pies hinchados en el embarazo
Para intentar minimizar las molestias de los pies hinchados durante el embarazo, puedes poner en práctica estos consejos que dividimos en tres grupos: alimentación y ejercicio, ropa y postura corporal.
Alimentación y ejercicio para evitar los pies hinchados en el embarazo
- Controlar el peso: Obviamente durante el embarazo cogerás algunos kilos, pero si procuras mantenerte en los límites que te marque tu médico seguramente se te hincharán menos los pies. Además, controlar el peso contribuye a evitar otro tipo de complicaciones a lo largo del embarazo. Algunos consejos para no coger esos kilos de más son: pesarte una vez por semana para llevar un control de tu peso; hacer cinco comidas al día con el fin de no tener sensación de hambre; dar mucha importancia al desayuno, buen momento para introducir los alimentos más calóricos; beber líquidos frecuentemente, en especial antes de las comidas para saciar el apetito; y comer despacio.
- Bebe agua: La hidratación es fundamental para tu organismo y ayuda a evitar los tobillos hinchados en el embarazo, ya que es una forma de ayudar a que se expulsen los residuos. El agua mineral natural se convierte en una buena opción durante el embarazo.
- Largos paseos: Se trata de otra buena “medicina” contra los pies hinchados durante el embarazo porque ayuda a mejorar la circulación. Los especialistas aconsejan caminar sin prisa pero a un paso un poco ligero para que el ejercicio haga efecto. Si estás en la playa, aprovecha para dar esas caminatas por la orilla, mojando los pies en el agua. ¡Te vendrá estupendamente!
- Evitar el sedentarismo: Además de los paseos, cualquier otro ejercicio que haga que te levantes del sofá es buena idea. Todo ejercicio suave es buena elección. Recuerda que el sedentarismo es uno de los mayores enemigos de los pies hinchados en tu embarazo. Algunos ejercicios que puedes practicar son el yoga, ejercicio de poca intensidad que contribuye a la tonificación de los músculos y los ligamentos; la natación, sobre todo el “estilo espalda”, con la que conseguimos ejercitar las articulaciones de la cadera y que, además, es segura, ya que no se sufren en el agua impactos fuertes; o simplemente, como ya hemos comentado anteriormente, caminar un rato todos los días.
Consejos sobre la ropa
- No utilizar ropa demasiado ajustada: Para que la circulación de la sangre no se vea entorpecida, no conviene utilizar calcetines, medias o pantalones demasiado ceñidos.
- Usa zapato cómodo: Es la regla de oro. Ni tacón, ni zapatos demasiado estrechos ni nada que te resulte un tanto incómodo. Todo lo que te provoque incomodidad favorece que se te hinchen los pies, así que lo mejor es evitar ese tipo de calzado.
La postura corporal
- De pie, lo justo: Aunque no es bueno que te pases el día sentada en el sofá, tampoco lo es que estés de pie durante muchas horas seguidas. Procura encontrar el equilibrio y tu cuerpo te lo agradecerá.
- Evita las piernas cruzadas: No se trata de que no cruces nunca las piernas sino de que seas consciente de que si pasas mucho tiempo en esa postura estás poniendo obstáculos a la circulación, por eso lo ideal es que no pases excesivo tiempo con las piernas cruzadas sin cambiar de postura. También es importante mantener las piernas en alto y, si pasamos demasiado tiempo sentados cada día por causa del trabajo, conviene levantarse cada cierto tiempo para dar un pequeño paseo. Si estamos acostadas, mejor hacerlo de lado.
- Masajes de pies y tobillo: Además de que son muy relajantes, ayudan a que la hinchazón baje. Usa crema hidratante y al terminar mójalos bajo un chorro de agua fría.
Fuentes
Artículo revisado por MªAngeles Rodríguez Rozalén – Asociación Española de matronas)
Diplomada Universitaria de Enfermería y especialista matrona por la Facultad de Medicina de Valencia. Ha publicado numerosos artículos en publicaciones de carácter científico y divulgativo, es coautora de Manual de Procedimientos para matronas, Los Consejos de tu matrona y autora de Manual práctico para matronas.
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