Cómo prevenir intoxicaciones en el embarazo
Este artículo trata de:
Las embarazadas son más propensas que otras personas a contraer intoxicaciones con determinadas bacterias. Pueden afectar gravemente tu salud y la de tu bebé, es necesario extremar las precauciones y estar atentas a los primeros síntomas que podrían requerir de atención médica inmediata.
Índice de contenidos
¿Cuáles son las principales intoxicaciones?
Durante el embarazo debes cuidarte en particular de contraer salmonelosis, toxoplasmosis o listeriosis. Estas enfermedades están producidas por el contacto con diferentes bacterias, que se pueden encontrar en ciertos alimentos, en animales, en la tierra y sobre superficies donde se cocina.
Una intoxicación puede provocarte diferentes síntomas, tales como vómitos, dolor estomacal, diarrea, fiebre, dolores fuertes de cabeza y en el cuerpo. Ante la menor sospecha de que estés sufriendo una intoxicación debes acudir al médico.
Riesgos de las intoxicaciones
Por un lado, una intoxicación siempre es dañina porque puede provocarte deshidratación de moderada a severa, ya que el cuerpo pierde líquidos a través de los vómitos y si hay diarrea. Es fundamental que te mantengas bien hidratada, ingiriendo líquido frío de a sorbos.
Las intoxicaciones en el embarazo son peligrosas, pueden afectar al bebé
Si le transmites salmonelosis, tu bebé puede nacer con esta infección, sufrir de los mismos síntomas que tú, y además, aumenta el riesgo de que contraiga meningitis neonatal, que puede ser muy peligrosa. Por su parte, la listeria también puede ingresar en el líquido amniótico, provocando abortos espontáneos, muerte fetal, nacimiento prematuro o con bajo peso.
Por todo ello, es fundamental que extremes las precauciones y que ante el primer síntoma, recibas atención médica.
Medidas de prevención para evitar una intoxicación
Extremar las precauciones de higiene
Lavar tus manos con frecuencia, antes de cocinar, antes y después de comer, si entras en contacto con algún animal como tortugas u otros reptiles, o aves de corral, o si haces jardinería. Dicho sea de paso, mejor evitar manipular tierra del jardín, o limpiar la caja de tu gato. Lava cuidadosamente los utensilios que utilizas en la cocina y no emplees los mismos para los alimentos crudos que para los cocidos (esto puede provocar lo que se conoce como contaminación cruzada).
Evitar alimentos más propensos a contaminarse
En el embarazo conviene evitar determinados alimentos que son más propensos a contaminarse, tales como el pescado crudo o las carnes mal cocidas, los quesos blandos no pasteurizados, los zumos no pasteurizados, los embutidos y las verduras y frutas crudas que no hayan sido muy cuidadosamente lavadas.
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