Cómo sobrellevar una mala noticia
Es la pesadilla de toda embarazada: ir al control con el obstetra y que este nos diga que hay algo que no marcha bien. Nadie puede prepararse emocionalmente para vivir este tipo de situaciones. Y si bien es improbable que nos toque atravesarlas, tampoco estamos exentas. ¿Qué se puede hacer para afrontar que hay algún problema en nuestro embarazo, o con el bebé que esperamos?
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Permítete sentir dolor
No es el momento para mostrarte fuerte. Si acabas de recibir una mala noticia acerca de tu embarazo, es necesario que elabores el duelo. Llora lo que necesites, habla acerca de tus miedos. Es posible que también sientas algo de culpa si tu bebé vive y sabes que nacerá con alguna malformación o discapacidad. Son sentimientos normales y naturales, y no tienes por qué ocultarlos.
Busca apoyo
Hay otras personas a las que les ha tocado atravesar lo mismo que a ti. Si ya tienes un diagnóstico, puedes comenzar a buscar grupos de apoyo, ya sea en tu comunidad o bien online. Las madres de niños con condiciones similares se acompañan y se sostienen mutuamente, y estarán allí para ayudarte en el comienzo de este viaje inesperado. Aún si no hay un diagnóstico certero y no sabes bien qué esperar, tus familiares y amigos pueden ser tu grupo de apoyo en este momento tan difícil.
Escucha a tu pareja
En un primer momento, la embarazada tiende a considerar el problema como algo personal. Después de todo, eres tú la que lleva adentro a ese hijo. Es importante que también te comuniques con tu pareja, escuches y acompañes sus sentimientos, y ambos os sostengáis en el dolor, para encontrar juntos una luz al final del túnel.
Confía en tus instintos
Puedes pedir una segunda o una tercera opinión. Pero nadie conoce a tu bebé tanto como tú. Eso no significa que haya que desechar la opinión de los médicos, bien formados y especializados. Después de todo, están de tu parte y quieren ayudar. Pero sí es bueno recordar que ninguno es dueño absoluto de la verdad y que no todos los expertos conocen todos y cada uno de los síndromes.
Hazle lugar a la esperanza
Nadie se imagina a sí mismo como padre o madre de un niño con necesidades especiales, hasta que le toca. Pero, aunque ahora te parezca mentira y te suene a lugar común, cada hijo es una bendición. Y así lo será el tuyo. Las capacidades o las características físicas no determinan el amor que sentirás hacia tu hijo. En cuanto a su futuro, nadie tiene la bola de cristal para saber qué tan lejos puede llegar con el apoyo y el sostén amoroso de sus padres.
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