Consejos para un verano saludable embarazada

Cuando llega el verano apetece estar más tiempo fuera de casa y disfrutar del buen tiempo haciendo todo tipo de actividades: nadar en la playa, ir a un concierto, salir por la noche a tomar algo. Sin embargo, si este verano estás embarazada apunta algunos consejos que ayudarán a que los meses de estío sean más saludables.

Consejos para embarazadas durante el verano

Estos son algunos consejos para un verano saludable si estás embarazada:

• La natación es uno de los ejercicios más completos y recomendables para las embarazadas en verano. En el agua nos sentimos más ligeras y por eso podemos estirar los músculos y articulaciones con más facilidad, además nadar previene las varices y favorece un buen parto. Caminar, el yoga y el pilates son otros ejercicios recomendables durante el embarazo. Por el contrario, no bucees ni practiques deportes acuáticos que impliquen riesgos como el surf o el windsurf.  Y recuerda: si realizas ejercicio físico evita hacerlo en las horas centrales del día, con temperaturas altas y nunca llegues hasta el agotamiento.
• El calor favorece un tipo de dieta más ligera y refrescante, donde frutas y verduras son las protagonistas. El verano es una época genial para mantener un régimen alimenticio equilibrado. Esto te ayudará a mantener un peso correcto y a sentirte menos hinchada. Las ensaladas es uno de los platos recomendados durante la gestación, básico en la alimentación durante el embarazo por su aporte en vitaminas, minerales y fibra. Asegúrate siempre de que las verduras estén bien lavadas y que se haya utilizado agua potable. No deberías comer verduras y hortalizas crudas que no tengas la seguridad de que están bien lavadas. Tampoco se puede comer ostras, pescado o marisco crudos ni quesos que no estén elaborados con leche pasteurizada… A todo esto se añaden las patatas fritas, los cacahuetes, quicos y otros aperitivos ricos en grasas y sal que deberían ser una excepción durante el embarazo.
• Hidrátate a menudo. Siempre que salgas a la calle procura llevar contigo una botella de agua y un spray para pulverizarte agua sobre el rostro cuando lo necesites.
• Usa ropa fresca, de tejidos naturales y un calzado cómodo. Las camisetas o vestidos anchos pueden servirte.
• Protégete de los rayos del sol con cremas solares de factor elevado y gorros o sombreros. El verano conlleva la aparición de nuevas manchas en la piel de las embarazadas. Huye de la exposición solar en las horas de más calor (a mediodía).
• El calor puede agotarte, duerme la siesta cuando lo necesites.

Los “sí” y los “no” si estás embarazada en verano

Durante las vacaciones, se hacen muchas actividades que no pueden realizarse el resto del año. ¡Hay que aprovechar el buen tiempo! Descubre todo lo que sí y lo que no puedes hacer cuando esperas un bebé. A veces, se trata de dudas triviales que ni te has acordado de comentar con tu matrona.

Bañarte en el mar y bucear

La natación es un deporte genial para las embarazadas, siempre que no sea extenuante ni se haga en zonas peligrosas o con aguas sucias, que conozcas el lugar y que evites playas en las que pueda haber corrientes. No entres en el agua si ondea la bandera amarilla o roja o si no hay vigilancia y evita bañarte sin compañía. Si el agua está muy fría métete poco a poco hasta aclimatar tu cuerpo. Por otro lado, este no es el momento para hacer deportes bajo el agua, como el buceo, porque los cambios de presión pueden perjudicar los órganos del feto, aún inmaduros.

Jugar a las palas en verano embarazada

Es una forma divertida de mover el cuerpo en verano entre baños y siestas y no tienes motivos para privarte de este juego siempre que tengas cuidado para no golpearte ni tropezar y, por supuesto, descansando y bebiendo suficiente líquido. Nunca debes llegar hasta el agotamiento.

Tomar el sol en la tripa

El problema de tomar el sol en el embarazo es que, a causa de las hormonas, es más fácil que salgan manchas en la piel. En la tripa, la hiperpigmentación hace que se marque más aún la línea alba (que va del ombligo al pubis). Hay que usar protección solar muy alta, evitar las horas centrales del día y exposiciones prolongadas al sol.

Ir a un spa o balneario

Sí, es muy placentero, pero evita sumergirte en aguas demasiado calientes o meterte en la sauna, porque el calor afecta al feto y tú te puedes marear si te baja la tensión. Determinados productos de aromaterapia, masajes y el trabajo de ciertos puntos de acupuntura pueden causar contracciones. Pregunta a tu médico y consulta previamente en el spa o el balneario al que estás pensando acudir para saber si hay también programas específicos para embarazadas.

Hacer excursiones en verano embarazada

Claro que puedes dar un paseo por el campo o conocer una ciudad nueva en una visita guiada. Pero pegarte una paliza subiendo una montaña y acelerar las pulsaciones o caminar a toda prisa por la ciudad con toda la solana no es buena idea. Lo importante es no agotarte, parar a descansar siempre que lo necesites y mantenerte bien hidratada bebiendo líquido (preferiblemente, agua) con frecuencia.

Viajar en coche embarazada

Es el medio de transporte más utilizado en viajes cortos y sí se puede seguir usando, aunque con precauciones. Hay que hacer paradas frecuentes para estirar las piernas, vestir ropa cómoda y llevar a mano agua y algo de comer. Recuerda que es importante poner la parte inferior del cinturón por debajo del vientre mientras que la cinta superior debe estar entre los pechos y por encima del hombro.

Trasnochar

En principio, no hay problema, siempre que recuperes el sueño al día siguiente o con una siesta a mediodía. Bailar con moderación os vendrá bien a ti y al bebé, ya que es divertido, flexibiliza las articulaciones y antes del parto puede ayudar a que el feto se coloque bien. Eso sí, bailar hasta cansarse es no es bueno ni para ti ni para tu bebé. Por supuesto, ni una gota de alcohol si sales por la noche. En cuanto a los refrescos de cola, estos llevan cafeína, una sustancia excitante que consumida en exceso puede afectar al sistema nervioso del futuro bebé. Lo mismo ocurre con el café o el té. Una o dos dosis de cafeína o teína al día no hacen daño, pero es mejor no sobrepasar esa cantidad.

Ir a un concierto en verano embarazada

Los bebés oyen desde los primeros meses de gestación. Además, tienen sus gustos y preferencias. Les gustan especialmente las melodías armónicas y sobre todo la música de Mozart. Los festivales de verano y los conciertos al aire libre son clásicos del verano. En principio no hay inconveniente en ir a un concierto embarazada, siempre que no haya grandes aglomeraciones, no te pongas a pegar brincos en primera fila y no te pegues a los bafles.