Dieta para embarazadas – Piña
Circulan muchos mitos relativos al consumo de esta fruta durante el embarazo, muchos de ellos desaconsejando su ingesta. Sin embargo, la piña es una fruta sumamente saludable que, consumida en moderación, resulta una excelente aliada en la alimentación en el embarazo. Veamos cuáles son sus principales beneficios.
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El mito: ¿por qué no habrías de consumir piña?
Uno de los principales componentes de la piña es la bromelina, que tiene fama de descomponer las proteínas. Por eso la piña ha cobrado mala fama. Mientras que algunos aseguran que comerla en las primeras semanas podría ocasionarte un aborto involuntario, otros hasta dicen que puede causar malformaciones en el bebé. ¡Nada de esto es cierto! Por las pequeñas concentraciones de bromelina que hay en cada fruta, necesitarías comer algo así como 10 piñas de una sentada para que fuese perjudicial.
Tampoco falta quien recomienda la piña hacia las últimas semanas de la gestación, pues se dice que acelera el parto. Nuevamente, este mito tampoco es cierto debido a las cantidades que deberías consumir para lograr algún efecto. Eso sí, si se te antoja, disfrútala con total tranquilidad.
Aportes nutricionales
La piña es una fruta que contiene mucha vitamina C, esencial tanto para fortalecer tu sistema inmunológico como también para favorecer la absorción de hierro. Por otro lado, contiene muy poco sodio, resulta ideal para embarazadas con tensión arterial elevada o para quienes padecen de molestos calambres, uno de los síntomas de embarazo más frecuentes. Otro aporte importante es el yodo, mineral esencial para el adecuado desarrollo de la hormona de la tiroides del bebé.
Otros beneficios
El consumo de piña mejora la digestión gracias a sus elevados aportes de fibra. Es un diurético natural que te ayudará a prevenir la retención de líquidos y la consecuente hinchazón. Por todo ello, puedes estar tranquila y comer piña mientras estás embarazada, siempre y cuando no exageres y la alternes con otras frutas, para de esta manera llevar una alimentación equilibrada.
Cómo incorporarla a tu dieta
Lo mejor es consumir la piña fresca y recién cortada, para aprovechar mejor todas sus propiedades. Si te gusta la piña horneada (por ejemplo, acompañando una carne de cerdo) también puedes comerla pero no obtendrás tantos beneficios como con la fruta fresca. Por cierto, puedes comerla tanto en ensaladas como en postres, o incluso en batidos refrescantes.
Por otro lado, no te conviene consumir piña en conserva, ya que contiene mucha azúcar, muchos menos aportes nutricionales y más calorías.
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