Todo lo que necesitas saber sobre el parto prematuro
Este artículo trata de:
Cuando uno piensa en un parto prematuro se le pasan muchísimas imágenes por la cabeza, pero muy pocas personas saben lo que significa vivir un parto prematuro y tener que cuidar a un niño prematuro.
Los bebés prematuros nacen demasiado pronto (antes de finalizar la semana 37 de embarazo). Algunas de las causas frecuentes de un parto prematuro o pretérmino son las contracciones adelantadas, la debilidad del cuello uterino (incompetencia cervical), el desprendimiento de la placenta, malformaciones o un embarazo múltiple.
Índice de contenidos
Cuándo se considera un parto prematuro
El parto inmaduro
Se utiliza este término para referirse al trabajo de parto que tiene lugar muy pronto en el embarazo, antes de que se llegue al tercer trimestre. Entre la semana 20 y la semana 28, para ser exactos. Antes de esa semana, el feto no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir y se habla de aborto espontáneo. Los riesgos para los bebés nacidos tanto tiempo antes de lo normal son muy altos, y son contados los casos de pequeños que han sobrevivido antes de la semana 24 del embarazo.
Ante la amenaza de un parto inmaduro (contracciones dolorosas, pérdida del tapón mucoso o de sangre, dolores fuertes de espalda, etc.) es muy importante acudir al médico. En lo posible se intentará retrasar el nacimiento del bebé para mejorar sus posibilidades de supervivencia. Por otro lado, en un caso en que el nacimiento sea inminente e inevitable en estas semanas se indica cesárea, ya que el pequeño bebé no está preparado para soportar el pasaje por el canal de parto.
El parto pretérmino
Entre la semana 29 y la semana 37 tienen lugar lo que se conoce como partos pretérmino. Los bebés nacidos antes de tiempo en estas semanas tienen mejores oportunidades de salir adelante, si bien necesitarán pasar mucho tiempo bajo cuidados intensivos neonatales, antes de que sus padres puedan llevarlos a casa. Dependiendo de varios factores, como su peso y su presentación, algunos bebés prematuros pueden nacer por parto vaginal.
Por regla general, se considera que cuanto más prematuro es un bebé, más riesgo de complicaciones puede tener. Por eso, no es lo mismo un bebé nacido en la semana 30 que en la 36, por más que ambos sean prematuros. Es por este motivo que también se procura que el embarazo dure todo el tiempo posible, a la vez que se le suministran corticoides a la embarazada para acelerar la maduración pulmonar del bebé.
Cómo puedes prevenir un parto prematuro
Planificar el embarazo
El hecho de que un embarazo sea imprevisto aumenta las posibilidades de que el bebé nazca prematuro. ¿Por qué? Pues porque al planificar un embarazo normalmente se realiza una consulta y estudios preconcepcionales, que nos ayudan a tener controlada la tensión arterial, a detectar posibles enfermedades o infecciones y curarlas antes de que puedan afectar al bebé. También empezaremos a aumentar las reservas de ácido fólico y de hierro con suplementos.
Seguir al pie de la letra los cuidados básicos
Dejar de fumar, no consumir alcohol, alimentarse bien y subir el peso indicado durante el embarazo (evitando tanto la delgadez extrema como el sobrepeso) son factores muy importantes que ayudan a prevenir el parto prematuro. De la misma manera, es importante realizarse los controles médicos en forma periódica y cumplir con los estudios que te soliciten.
Detectar y tratar las posibles infecciones
Una de las principales causas del parto prematuro y también de los abortos espontáneos tardíos (después de las 12 semanas) son las infecciones. Durante el embarazo nuestro sistema inmunológico se debilita, y somos más susceptibles a contraer una infección vaginal que puede extenderse por el cuello del útero, una infección urinaria, o incluso infecciones en la boca. Para que esto no ocurra debemos estar atentas a los síntomas y comunicarlos de inmediato a nuestros médicos, quienes nos indicarán un tratamiento.
Identificar factores de riesgo
Por último, hay algunas embarazadas que tienen más posibilidades de dar a luz un bebé prematuro o de bajo peso. Por ejemplo, las mayores de 35 años, quienes ya han tenido un bebé prematuro, quienes esperan más de un bebé, quienes padecen de alguna malformación uterina, etc. Si te cuentas entre uno de estos casos, ello no significa que necesariamente vayas a tener un parto prematuro, sino que tu embarazo deberá ser seguido más de cerca.
Por último, ante el riesgo de que el parto se anticipe, existen algunos tratamientos, como el suministro de corticoesteroides, que ayudan a madurar los pulmones de tu bebé para que, en caso de que nazca antes de tiempo, esté mejor preparado para salir adelante.
Síntomas de parto prematuro
Estos son algunos posibles signos que pueden indicar que el bebé llega antes de tiempo:
Sangrado
No siempre significa que el bebé está de camino, pero una hemorragia vaginal procedente del útero en el segundo o tercer trimestre puede ser un signo de parto prematuro
Contracciones cada vez más seguidas
Si tienes contracciones regulares y se producen cada cuarto de hora o menos, es hora de acudir al hospital.
Expulsión del tapón mucoso
No tiene por qué significar que el parto ha comenzado, pero conviene acudir al médico si ocurre porque es señal de que el cuello del útero comienza a dilatarse. El tapón mucoso es espeso y viscoso, si te ocurre lo reconocerás.
Rotura de la bolsa
Si la bolsa amniótica se rompe, el parto probablemente llegará en las próximas horas. Y en caso de que no llegue, lo habitual es no esperar más de 24 horas para evitar infecciones.
Borrado del cuello del útero
Es posible que no lo notes porque en ocasiones ocurre sin que haya dolor, pero el médico lo verá enseguida.
Dolores y calambres
Pueden no significar nada, pero si tienes dolores en la parte baja de la espalda o calambres en el abdomen, no está de más consultar al médico.
En cualquier caso, las revisiones habituales pueden advertir a los especialistas que es posible que haya un parto prematuro, por lo que te pondrán sobreaviso si lo creen necesario. Además, hay ciertos factores que aumentan las probabilidades de tener un parto prematuro, como los embarazos gemelares, ser menor de 18 años o mayor de 40 o que la futura madre tenga un bajo índice de masa corporal, por lo que si entras en alguno de esos perfiles conviene estar atenta a las posibles señales.
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