Hemorragias durante el embarazo
Una de cada cuatro mujeres sufre alguna hemorragia durante el primer trimestre del embarazo. En la mitad de esos casos se debe a causas inofensivas, como por ejemplo una hemorragia durante la implantación del embarazo (hemorragia de anidación), a causa de pequeñas fisuras provocadas por relaciones sexuales o una infección.
A menudo también se debe a una fatiga excesiva. Pero las hemorragias también pueden ser una señal de un trastorno serio como una amenaza de aborto o un embarazo ectópico. Por eso deberías consultar siempre a un ginecólogo si tienes sangrados durante el primer trimestre de embarazo.
Las hemorragias durante la segunda parte del embarazo, es decir a partir de la semana 20 pueden alcanzar la intensidad de un sangrado menstrual. En estos casos se tiene que sospechar siempre de una complicación relacionada con la placenta.
Se podría tratar por ejemplo de desprendimientos de la placenta o de una placenta previa o de inserción baja. Una hemorragia de este tipo puede ser peligrosa para ti y para tu bebé. Por eso deberías consultar siempre a tu ginecólogo.
En el tercer trimestre, podría tratarse de la “expulsión del tapón mucoso” a causa del comienzo de las contracciones poco antes de dar a luz, esto es normal , realmente no es un sangrado de sangre fresca y roja, es una mucosidad sanguinolenta y no es motivo de consulta.
Si por algún motivo te encuentras mal deberías consultar siempre a tu médico. Haz caso de tu instinto y no lo olvides: es mejor dejarse examinar una vez más, que llegar demasiado tarde.
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