La meditación como preparación al parto
Prever el agotador esfuerzo físico que supone dar a luz a tu bebé, sumado a las preocupaciones habituales porque todo salga bien… ¡pone los nervios de punta a cualquiera! ¿Cómo puede ayudarte meditar?
Índice de contenidos
En qué consiste la meditación
Cuando los occidentales hablamos de meditar, en el pasado solíamos referirnos a pensar concienzudamente en determinada cuestión. Cada vez más estamos apropiándonos de la definición de los orientales: la meditación como un método para vaciar la mente de pensamientos, aquietarla, concentrarse únicamente en el presente. Existen numerosas técnicas para acallar esa voz interior que nunca se queda callada y así conectarte más con tu cuerpo y con tu bebé.
¿La meditación como sustituta a la medicación?
Si bien el dolor físico del parto puede llegar a ser muy intenso y es algo sobre lo cual en un principio no tenemos control, ser dueñas de nuestra propia mente al momento de parir puede ayudarnos a soportar mejor estas sensaciones. Entendiendo que las contracciones son parte normal del nacimiento, necesarias para que el bebé venga al mundo, podemos perderles el miedo y que el dolor sea únicamente un momento. Muchas mujeres que optan parir sin anestesia se entrenan en técnicas de meditación para soportar mejor el dolor del parto.
Otros beneficios de meditar
Están comprobados por muchos estudios los numerosos beneficios que trae la meditación, siempre y cuando se la realice como práctica regular. Por un lado, sirve para bajar la tensión arterial, mejora el sistema inmunológico y hace que nos enfermemos menos. Por otro lado, también ayuda a calmar la ansiedad y mejorar nuestro rendimiento cognitivo e intelectual. Como ves, sobran las razones para practicar meditación en el embarazo.
Algunos ejercicios para que practiques en casa
Si nunca antes has meditado, siempre puedes tomar una clase, o asistir a un curso de yoga para embarazadas , donde te darán buenas herramientas de preparación al parto. Pero no hace falta ser experto para comenzar a meditar. Puedes probar algunas técnicas simples como las siguientes:
- Escuchar y repetir afirmaciones positivas.
- Concentrarte en la luz de una vela. Pasar algunos minutos sin hacer nada más que mirarla, procurando alejar los pensamientos que se te crucen para volver a centrar tu mente en la luz.
- Enfocarte en tu respiración: inhalar… exhalar… inhalar… exhalar…
- Y durante el parto, visualizar a tu bebé abriéndose paso hacia la vida, en los momentos de dolor tratar de imaginar que tu cuerpo es una flor que se abre lentamente pétalo a pétalo…
¿Probarías la meditación como una técnica para prepararte para parir?
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