La lactancia materna
Este artículo trata de:
Seguramente, el de la lactancia materna sea el tema sobre el que más se ha escrito y el que más dudas sigue generando entre los que afectan a la maternidad. Y es que, se trata de un asunto en el que teoría y práctica van cogidos de la mano, pero por caminos separados. A continuación, y teniendo en cuenta que no es una ciencia exacta, trataremos de ayudarte a entender lo que te vas a encontrar en este camino tan difícil y, a su vez tan bonito, que lleva por nombre “lactancia materna”.
Índice de contenidos
¿Qué beneficios tiene la lactancia materna?
La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses del bebé y después reforzarla con alimentación complementaria adecuada hasta los dos años. La lactancia aporta numerosos beneficios tanto para el bebé como para la madre. Estos son algunos de ellos:
Beneficios para el bebé
- La leche de la madre aporta por sí sola los nutrientes y la energía que requiere el bebé en sus primeros meses, además de protegerle de enfermedades infecciosas y crónicas y de ser un alimento clave para reducir la mortalidad infantil.
- Otro de sus beneficios principales es que se adapta al crecimiento del pequeño, ya que su composición va cambiando según crece el niño.
- Un beneficio quizá menos conocido es que la lactancia materna ayuda al desarrollo del cerebro, presentando un mayor desarrollo en las zonas claves de este órgano.
Beneficios de la lactancia materna para la madre
- El primero de los beneficios que la lactancia tiene para la madre es que dar el pecho ayuda recuperarse tras el parto.
- Que la naturaleza es sabia lo demuestra el hecho de que la lactancia exclusiva funciona como un anticonceptivo natural, pudiendo, de este modo, dedicar el tiempo necesario al bebé pequeño y retrasando la llegada de un posible embarazo.
- Otros beneficios son que la lactancia protege contra el cáncer de mama, ayuda a recuperar antes los niveles normales de calcio (lo que se traduce en una menor incidencia de osteoporosis) y un menor riesgo de padecer enfermedades del corazón.
La lactancia antes del nacimiento del bebé
Pensar que la lactancia materna comienza en el momento exacto en el que la madre pone por primera vez al bebé al pecho es una creencia habitual, pero errónea. Por eso, conviene ya unas semanas antes del nacimiento del bebé buscar información cualificada de lo que supone la lactancia (tanto en publicaciones especializadas como preguntando a personal experto como pediatras, matronas, médicos…), lo que ayudará a que esta etapa se desarrolle de la mejor manera posible.
Por ejemplo, preguntas que pueden surgir antes del nacimiento del bebé son si afecta la lactancia las posibilidades de concebir, cuándo comienza la lactancia materna si el parto ha sido por cesárea y en qué momento tu cuerpo comienza a producir la leche con la que alimentarás al pequeño en sus primeros meses de vida. Respondemos a las tres preguntas:
La lactancia materna en los primeros meses
Un maravilloso momento está a punto de llegar: la primera vez que la mamá da el pecho al recién nacido. Sin embargo, antes de hablar de ese instante tan especial, conviene que tengas claro cuáles son los tipos de lactancia que existen. Por elección o porque las circunstancias son las que son (y es algo que todo el mundo tiene que aceptar), muchas madres optan por opciones que no son la lactancia exclusiva.
Lactancia exclusiva: solo se alimenta al bebé con la leche materna
Lactancia predominante: predomina la leche materna, pero se combina con pequeñas dosis de leche de fórmula. Además, el pequeño puede tomar zumo, agua y otras soluciones de rehidratación oral.
Lactancia complementaria: suele comenzar hacia los 6 meses y en ella, además de la leche materna, se comienzan a introducir otros tipos de alimentos nutritivos como papillas.
Lactancia parcial: cuando el bebé de pocos meses, además de la leche materna, toma leche de fórmula.
Lactancia en tándem: esta curiosa forma de lactancia se produce cuando una madre que ya está dando de mamar a su hijo, se queda embarazada y sigue dando el pecho, e incluso, cuando nace el nuevo hijo da de mamar a ambos.
Las primeras horas de lactancia tras el parto
Tras el embarazo y el parto, comienza para la madre una nueva etapa llena de retos y de momentos a veces duros y otros hermosos. Uno de esos instantes inolvidables tras el nacimiento es lo que se llama el “contacto piel con piel”. Esta bonita expresión se refiere a la acción de colocar al bebé nada más nacer junto a la madre. Entre otros beneficios, el “contacto piel con piel” ayuda a que no se retrase la subida de la leche y a que el bebé tenga un buen agarre cuando recibe el pecho.
Como decíamos, antes de que se produzca la subida de la leche, el primer alimento que producirán los senos de la madre es el calostro. De aspecto amarillento, es rico en sustancias inmunológicas, proteínas, grasas y carbohidratos, siendo el alimento ideal para las primeras horas del bebé, mientras el cuerpo se prepara para la subida de la leche.
Dar el pecho “a demanda”
Esta es una de esas expresiones que escuchan mucho aquellas madres que optan por dar el pecho a su bebé los primeros meses de lactancia, pero ¿qué estamos diciendo (y qué no) cuando hablamos de dar de mamar “a demanda”?
Dar el pecho a demanda NO quiere decir:
- Que el bebé tenga que estar obligatoriamente 10 minutos en cada pecho y que tenga que mamar cada 3 horas exactamente.
- Que haya que estar pendiente del reloj para saber a qué hora se le dio la última toma
- Que se deba despertar al bebé para darle el pecho (a no ser que esté perdiendo peso)
- Que tenga que tomar los dos pechos seguidos por obligación
Dar el pecho a demanda SÍ quiere decir:
- El pequeño toma el pecho cuando él quiere
- Puede estar el tiempo que necesite en un pecho
- Decide él si quiere tomar del otro pecho o no
Crisis de lactancia de los 3 meses
A los 20 días, a las 6 semanas, a los 3 meses, al año y a los dos años. Estas son, en principio, las crisis de lactancia por las que pasará tu bebé. Sin embargo, posiblemente sea la que se produce a los 3 meses la más complicada por varias razones: el bebé demandará el pecho más menudo; la leche tardará más en fluir desde que empieza a succionar (lo que “molestará” al pequeño); a esta edad, el bebé ya ha “cogido práctica” y es capaz de succionar más rápido, extrayendo en minutos lo que antes tardaba en sacar una hora; y se distraerá más fácilmente, pues tiene los sentidos están más desarrollados.
La lactancia materna a partir de los 6 meses
Y así, día tras día, con algunos momentos mejores y otros peores, y afrontando multitud de decisiones, llegará el día en el que el peque cumple los 6 meses. A partir de entonces, la lactancia materna entrará en una nueva etapa.
Comienza la alimentación complementaria
El peque se hace mayor, ahora se mueve más y comienza a requerir otros alimentos, además de la leche materna, que le proporcionen los nutrientes y la energía que necesita. Alrededor de los 6 meses da inicio la alimentación complementaria y la introducción de sólidos. Será el propio bebé quien te dé algunas pistas sobre cuándo es el momento idóneo de comenzar con los sólidos con señales como que ya es capaz de sentarse con la cabeza erguida o que abre la boca si le acercas una cucharilla. Para saber qué alimentos conviene darle dependiendo de la etapa en la que se encuentre, lo mejor es que te guíes por los consejos de tu pediatra.
El pequeño se está haciendo mayor ¿cuándo conviene hacer el destete?
Y quizá, bien porque resulta difícil compatibilizar lactancia y trabajo o bien por una decisión propia, una pregunta puede empezar a rondar por la cabeza ¿cuándo hago el destete de mi bebé? Sobre este tema hay varios aspectos que te pueden ayudar a decidir cuándo es el momento exacto:
- El destete debe ser gradual
- El destete puede ser dirigido por el bebé (muestra menos interés en el pecho y llega un momento en el que la madre no produce leche) o por la madre (por la reincorporación al trabajo o por simple decisión, ya que la lactancia no es una obligación y es totalmente entendible que decida dejarlo, aunque es bueno contar siempre con la opinión del pediatra).
- La recomendación es que se alargue la alimentación con leche materna hasta los dos años.
Sin embargo, volvemos a repetir, la lactancia no es una ciencia exacta, y te pueden surgir dos dudas relacionadas con dejar de dar el pecho y el destete:
Duda primera: si opto por la lactancia artificial y después me arrepiento y quiero darle el pecho de nuevo a mi bebé ¿puedo hacerlo?
Respuesta: sí, se puede recuperar la producción de leche cuando ha desaparecido (lo que se conoce como relactación) y, aunque es posible, es más difícil recuperarla si ha desaparecido por completo.
Más información: “Cómo hacer que el bebé vuelva a tomar el pecho”
Duda segunda: si opto porque mi hijo siga lactando cuando ya es mayor ¿habría algún problema en hacerlo?
Respuesta: No existen riesgos físicos o psicológicos en continuar con la lactancia materna en niños mayores de dos o tres años que siguen tomando el pecho. De hecho, a partir del año, la leche materna se convierte en un alimento nutritivo y completo de la que obtiene aproximadamente 1/3 de sus necesidades calóricas y proteicas.
Más información: Lactancia en niños mayores: verdades y mitos
Problemas que pueden surgir durante la lactancia materna
Quizá otras madres que han dado el pecho te digan que su experiencia con la lactancia fue positiva y no sufrieron ningún tipo de molestia o contratiempo significativo. Y puede ser perfectamente cierto. Pero también es posible que durante la lactancia materna surjan varios problemas. Estos son los principales:
Pezones planos: hay pezones que no responden ante un estímulo táctil y no llegan a endurecerse, lo que dificulta el momento de dar el pecho. El problema se solucionará cuando empiece a mamar el bebé, aunque los primeros días necesitará un poco de ayuda para agarrarse al pezón.
Pezones invertidos: se produce cuando el pezón se contrae y desaparece. También dificulta que el pequeño se agarre bien al pecho. La solución será utilizar pezonera o extraer la leche y dársela en biberón. En este sentido, recordamos la importancia del “contacto piel con piel” para favorecer el agarre del pequeño.
Grietas en el pezón: Muy dolorosas. Dificultan dar de mamar al bebé. Humedecer el pecho con tu propia leche y encontrar las posturas más indicadas para prevenir la aparición grietas son dos de las cosas que se pueden hacer ante este problema.
Retención de leche o mastitis: Una retención de leche sucede cuando las mamas se vuelven dolorosas, tensas y enrojecidas debido a que se taponan los conductos lácteos por una retención ocasionada por un desequilibrio entre la cantidad de leche producida en los primeros días y lo que es capaz de ingerir el bebé. Si además de los síntomas mencionados, hay fiebre por encima de 38,5º, entonces se produce una mastitis. Un remedio que te puede ayudar si tienes una retención de leche es masajear el pecho con movimientos circulares:
Hiperlactancia: Se da cuando se produce un exceso de leche. Aunque no es un problema grave, sí que puede causar ciertas molestias en la madre y en el bebé. Además, las madres con hiperlactancia tienen tendencia a sufrir obstrucciones y mastitis.
Huelga de lactancia: El bebé mama sin problemas, pero, de repente, se niega a succionar. La huelga de lactancia puede surgir por varias razones: el uso del chupete, cambio en el sabor de la leche, estrés, enfermedad o vuelta de la menstruación en la madre.
Otras pequeñas molestias que pueden surgir durante la lactancia materna son que el bebé muerda el pecho al mamar o que la madre tenga pérdidas de leche, lo que se convierte en un problema más bien estético.
Cuidados de la madre durante la lactancia
Para cada uno de los problemas que acabamos de ver, existen remedios concretos que pueden ayudar a superarlos. Sin embargo, hay ciertos cuidados más generales que pueden servir para lograr una lactancia más exitosa.
Cuidados del pecho
Para que no aparezcan algunos de los problemas que acabamos de ver durante la lactancia materna, ciertas pautas y consejos pueden ayudar a cuidar el pecho:
- Humedecer el pecho con tu propia leche nada más terminar de dar de mamar.
- Llevar la higiene habitual de una ducha diaria, utilizando jabones neutros. Es importante que te laves las manos antes y después de dar de mamar.
- Separar al bebé después de mamar para dejar descansar el pecho
- Usar un sujetador adecuado (tirante ancho y regulable y elegir una o dos tallas más)
- Encontrar las posiciones más cómodas para amamantar
¿Cómo debe ser la alimentación de la madre durante la lactancia materna?
Otro de los temas importantes durante la lactancia es el que afecta a la alimentación de la madre ¿cómo debería ser?
- Al igual que en el embarazo, la dieta debe ser sana y variada
- Al dar de mamar, hay que aumentar las calorías ingeridas en 550 calorías al día
- Será el médico el que deberá elaborar una dieta equilibrada durante la lactancia
- Ingerir las cantidades recomendadas de hierro y proteínas
- En cuanto a los pescados, mejor elegir los pescados blancos, siendo importante que se cocinen correctamente y no queden crudos.
- Entre las carnes más recomendadas mientras se da el pecho están las de pavo, pollo y conejo. También es muy importantes no dejarlas crudas.
- Tomar cinco raciones de frutas y verduras cada día
- Se aconseja tomar unos 1.200 miligramos de calcio diarios durante la lactancia
- Las legumbres son fundamentales en esta etapa porque ayudan al desarrollo cerebral y cognitivo del bebé.
- En cuanto a los aceites, mejor utilizar aceite de oliva.
- Las bebidas, mejor sin azúcar y con pocas calorías como por ejemplo agua mineral y zumos naturales
- Reducir el consumo de azúcares, harinas y bollería industrial
Te puede interesar: Qué agua beber durante el embarazo y la lactancia
Aspectos psicológicos relacionados con la lactancia materna
Hasta el momento, la madre ha ido superando todos los retos que se han ido presentando en la aventura de tener un bebé: conseguir quedarse embarazada, los nueve meses de gestación, el momento del parto, la llegada del pequeño, el postparto… una cascada de acontecimientos que la van afectando no solo físicamente, sino también psicológicamente.
Y la lactancia será una nueva piedrecita que aparecerá en ese camino empedrado. La decisión de dar el pecho o no, las opiniones de los demás sobre el tema, los problemas físicos que pueden surgir si decide amamantar al bebé… todo ello irá afectando a nivel emocional a la madre. Algunos aspectos relacionados con este tema son:
- Ese primer momento del que hablábamos denominado “contacto piel con piel” tendrá gran importancia en el desarrollo de la lactancia tanto para la mamá como para el bebé.
- Dar el pecho a tu bebé va a requerir un periodo de adaptación, por lo que los primeros días de lactancia materna pueden ser bastante duros hasta que esta se estabiliza.
- Durante la lactancia vas a pasar bastante tiempo sola. Si lo necesitas, busca apoyo en esa persona de confianza que creas que está más capacitada para acompañarte en este proceso (tu pareja, una buena amiga, un profesional, grupos de apoyo de lactancia materna…)
- Cada mujer vive la lactancia de una forma diferente. Lo que experimentes tú respecto a este tema no tiene nada que ver a lo que experimenten otras madres. En este sentido, es habitual que la madre, por lo que la han contado, llegue con una visión algo distorsionada de la realidad y se frustre ante ciertos contratiempos (la leche tarda en subir, el pequeño no se agarre bien al pezón…). Conocer estos contratiempos a los que te enfrentas cuando das el pecho, puede ayudar a evitar esas frustraciones y a entender mejor el proceso.
- Aun así, valora todos los aspectos positivos y ventajas de la lactancia materna: reduce la ansiedad y ayuda en la depresión postparto, contribuye a establecer un vínculo cercano con el bebé y, como hemos visto al comienzo, tienes numerosos beneficios físicos para ambos.
- A pesar de todos estos beneficios, tienes que tener muy claro que la lactancia no es una obligación y que tú eres quien decide si vas a dar el pecho y hasta cuándo, sin presiones externas que condicionen esta decisión. Aunque no está de más escuchar las opiniones de los demás, ten en cuenta que la última decisión (con la ayuda de los profesionales si lo necesitas) es tuya.
Gana una canastilla con productos imprescindibles para tu bebé. Sorteamos 30 cada mes.
¡CONSIGUE LA TUYA!