Las bebidas durante el embarazo
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Sabemos que hay bebidas que son muy beneficiosas en el embarazo (agua), y otras que están totalmente prohibidas durante la gestación (bebidas alcohólicas), pero ¿qué sucede con otros tipos de bebidas como el café, el té o los refrescos? ¿puedes beberlos si estás embarazada?
Índice de contenidos
Las bebidas en el embarazo
A lo largo del embarazo, aumenta la cantidad de líquido corporal y también el cuerpo del bebé tiene un alto contenido en agua, por lo que es importante aumentar la ingesta de líquidos durante la gestación. Además, la producción de leche materna también está relacionada con la hidratación de la mujer durante embarazo, y su composición se verá afectada dependiendo del consumo que hagamos de los mismos, tanto en la gestación como en la lactancia.
Agua y zumos naturales
Sin duda, el agua será la mejor opción entre las bebidas que se pueden tomar en el embarazo. Beber unos dos litros de agua diarios (8 vasos) ayudará a la futura madre a tener una correcta hidratación en la piel, evitar el estreñimiento, eliminar toxinas y disminuir el riesgo de infección urinaria. Aunque siempre es mejor comer una pieza de fruta entera, otra buena opción serían los zumos naturales, que además de estar deliciosos aportan vitaminas y otros nutrientes fundamentales en el correcto desarrollo del embarazo y el feto.
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Leche
La leche es otra de las bebidas que puedes tomar en el embarazo. Hay que evitar, eso sí, la leche cruda. Como ya sabes, es importante que compruebes siempre que los lácteos que vas a consumir están hechos con leche pasteurizada. Entre los beneficios principales de los lácteos están que aporta proteínas y vitaminas y que además es una magnífica fuente de calcio (se recomienda el consumo de unos 1200 mg/día en el embarazo), lo que ayudará a que el bebé nazca con un peso y estatura adecuados. La recomendación es consumir entre 2 y 4 raciones de productos lácteos diarios.
Café y té
El café y el té son dos de las bebidas cuyo consumo en el embarazo más dudas despiertan. En cuanto al café, se debería limitar su consumo a un máximo de 200 mg por día (unas dos tazas pequeñas), aunque esto es sólo una orientación, ya que los resultados no son muy claros, por lo que, si puedes prescindir de él, sería mejor evitarlo. Algunos estudios han comprobado un mayor riesgo de tener un aborto “espontáneo” por el consumo de café.
Mayor es la confusión que hay con el consumo de té en el embarazo, ya que no existen estudios claros para todos los tipos de infusiones que hay en el mercado. En cualquier caso, lo mejor es limitar su consumo diario si estás embarazada. Si eres de las que necesita su taza de té diaria, mejor optar por el rooibos o las infusiones de jengibre y evitar las que lleven salvia, el poleo, la menta, el té Ginko Biloba, el eucalipto o el té negro y rojo, entre otras.
En cualquier caso, es aconsejable que preguntes a tu médico o a un nutricionista experto sobre el consumo de té y café en el embarazo y las cantidades adecuadas.
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Refrescos y bebidas con gas
Los refrescos, las bebidas energéticas y las bebidas con gas entrarían dentro del grupo de las que se desaconsejan durante el embarazo. Tampoco es recomendable consumir bebidas que contengan quinina, tales como la tónica.
Bebidas alcohólicas
Por último estarían las bebidas alcohólicas, las cuales están totalmente prohibidas en el embarazo. Tendrás que evitar el alcohol tanto si buscas quedarte embarazada, como durante los nueve meses de embarazo y en la lactancia. Tomarlo durante el embarazo puede aumentar el riesgo de aborto espontáneo y afectar al desarrollo del feto y del bebé.
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