Nadar durante el embarazo
Este artículo trata de:
Al nadar durante el embarazo se entrena la movilidad de las articulaciones de la cadera, al mismo tiempo que se relaja sin más esfuerzo el suelo pélvico. Esto puede ser muy importante en la preparación al parto. A una temperatura del agua muy agradable, de 30ºC, se pueden realizar ejercicios de estiramiento y de gimnasia.
Índice de contenidos
Beneficios de nadar durante el embarazo
Además de las ventajas propias de cualquier ejercicio físico (mayor oxigenación, quemar calorías, mejorar la capacidad cardiopulmonar, etc.), la natación sirve para sentirte más ligera –no importa cuánto peso hayas ganado-, evita el sobrecalentamiento de los músculos y es muy segura respecto a la posibilidad de sufrir un impacto. Además, la resistencia natural del agua te impide realizar movimientos bruscos.
¿Qué estilos de nado son los más apropiados en el embarazo?
Depende de si ya nadabas desde antes del embarazo o no. Una nadadora experta seguramente se beneficie más del crol, aunque es más difícil de coordinar. Si te acercas al final del embarazo, el nado tipo espalda con ayuda de un flotador te ayudará a aliviar molestias lumbares y piernas hinchadas. En cuanto al estilo braza o pecho, si bien ayuda a fortalecer el suelo pélvico, los brazos y las piernas, debe ser evitado si sientes dolores de cintura.
¿Qué precauciones hay que tomar cuándo nadas embarazada?
En principio, procura evitar tanto los cambios bruscos de temperatura como los riesgos de impacto, para ello:
- Dúchate antes de sumergirte en la piscina.
- Asegúrate de que el agua se encuentra a una temperatura agradable y no demasiado caliente.
- No permanezcas mucho tiempo con el traje de baño mojado al salir de la piscina.
- Utiliza en todo momento calzado de goma para evitar resbalarte.
Por supuesto, también debes evitar hacer clavados. Entra y sal de la piscina por la escalerilla en todo momento. Por otro lado, tampoco deberías contener la respiración por mucho tiempo. Si ves que te fatigas o que te falta el aire, descansa cuando lo necesites.
¿Puedo nadar en aguas abiertas?
Si pasas tus vacaciones en la playa, junto al río o cerca de un lago, puedes refrescarte en el agua pero deberías tener mucho cuidado con nadar en aguas abiertas debido al riesgo de sufrir algún calambre. En todo caso, procura hacerlo acompañada. También ten cuidado con los cambios de temperatura, a veces el agua del mar puede ser engañosa y estar mucho más fría que lo que aparenta en la superficie.
¿Hay alguna situación donde no se recomiende practicar natación?
Algunos embarazos de riesgo tienen contraindicada la natación. Además de cualquier caso donde el médico aconseje reposo absoluto, no deberían practicarla quienes padecen de rotura prematura de membranas, placenta previa, cerclaje uterino, amenaza de parto prematuro, dilatación del cuello uterino, etc.
Algunos médicos permiten que la mujer siga nadando hasta casi el momento del parto, mientras que otros lo desaconsejan a partir del octavo mes por el riesgo de pérdida del tapón mucoso. Consulta a tu doctor hasta cuándo puedes seguir practicando y beneficiándote de este ejercicio.
Gana una canastilla con productos imprescindibles para tu bebé. Sorteamos 30 cada mes.
¡CONSIGUE LA TUYA!