Para qué sirven los análisis de sangre en embarazadas
Si te has quedado embarazada, tu médico te indicará una serie de estudios y controles durante los nueve meses. Uno de los más importantes es el análisis de sangre, que se suele realizar al menos una vez por trimestre. ¿Te imaginas la cantidad de información que se puede obtener de estas muestras? Aquí te contamos.
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El primer análisis de sangre confirma tu embarazo
El primer análisis de sangre se indica en cuanto tienes el test de embarazo con el positivo en la mano. Este primer análisis mide, entre otros valores, la presencia de la hormona GCh en tu sangre. Es la misma hormona que las tirillas detectan en orina, pero hay una diferencia: el análisis de sangre arroja un resultado mucho más confiable y no solamente confirma el embarazo sino que también puede estimar de cuántas semanas estás, de acuerdo con la concentración de la hormona. Por cierto, este valor se puede detectar aún si no te haces el análisis en ayunas.
Grupo y factor
Aunque el médico ya lo sepa, en este análisis se controla también tu grupo y factor sanguíneo. En el caso de que seas Rh negativo, es importante detectar que tu sangre no esté produciendo anticuerpos que dañen a tu bebé si este fuese Rh positivo. No te asustes: aun si se produjese esta incompatibilidad hay un tratamiento, que consiste en aplicarte inyecciones de gammaglobulina.
Conocer tu estado general de salud
En los análisis de sangre que se realizan en los tres trimestres de embarazo se controlan diferentes factores que sirven para evaluar tu condición general de salud: recuento de glóbulos rojos y blancos, plaquetas, hierro, colesterol… también se mide glucosa para detectar una posible diabetes gestacional. Las pruebas de laboratorio incluyen también análisis de orina, ya sea para detectar posibles infecciones como también para ver si hay proteínas o acetona que podrían indicar algún problema.
Detectar posibles enfermedades
En los análisis de sangre en el embarazo se comprueba si tienes anticuerpos para la rubéola, la toxoplasmosis, la hepatitis. Muchas veces algunos de estos resultados son positivos, lo que no indica que estés enferma sino de que te has aplicado las vacunas o que has tenido la enfermedad en algún momento (por ejemplo, la toxoplasmosis puede pasar como una gripe). También se busca saber si la embarazada es portadora de la sífilis y el VIH, para prevenir el contagio al bebé y tomar medidas profilácticas durante el parto.
Recuerda que todos estos estudios se piden por protocolo, y tienen como objetivo resguardar tu salud y la del bebé. Si el médico lo considera necesario puede hacerte repetir los análisis de sangre u ordenártelos con mayor frecuencia.
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