¿Puedo correr estando embarazada?
Es una de las preguntas que se hacen muchas futuras madres ¿puedo correr estando embarazada? Muchas mujeres que no sufren un embarazo de riesgo y su médico se lo permite, siguen practicando este deporte, aunque con mayor suavidad y no tanto esfuerzo. Y es que, salir a correr es una forma fácil de mantener tu corazón, tu cuerpo y tu mente en forma. Además, como lo puedes practicar en cualquier lugar, resulta una alternativa más fácil y cómoda que acudir a un gimnasio.
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¿Puedo correr si estoy embarazada?
Durante el primer trimestre, debemos tener cuidado, ya que se puede sufrir un aborto espontáneo por un sobreesfuerzo. Por esa razón, si tu cuerpo te pide reposo, tienes que escucharlo y atenderlo.
En el segundo trimestre, seguramente te encontrarás mejor y tendrás mucha más energía. Así que, disfruta al salir a correr, aunque ten en cuenta que tu centro de gravedad está cambiando, ya que tu tripa está creciendo, y te puede volver más torpe.
En el tercer trimestre, posiblemente debas sustituir el correr por caminar (marcha rápida), ya que la mujer suele sentirse más cansada y pesada. Pero tranquila, en unos meses podrás salir a correr con tu pequeño.
¿Qué precauciones debo tomar?
Es muy importante mantenerte bien hidratada. Hay que beber agua antes, durante y después de correr, sin esperar a tener sed. Cuando aparece es un aviso de que ya nos estamos deshidratando.
Usa siempre ropa transpirable y un sujetador deportivo adecuado a la nueva talla de tus pechos. Protégete del sol.
Las zapatillas deportivas tienen que sujetarte adecuadamente los pies para evitar caídas.
Evita el acaloramiento. Un gran aumento de temperatura durante el ejercicio puede producir hipertemia fetal que es peligroso para el bebé, ya que el líquido amniótico también se calienta y el bebé no tiene forma de refrescarse.
Debes ser consciente que, al aumentar la progesterona en tu cuerpo, los tejidos articulares están más relajados, por lo que deberás evitar terrenos irregulares donde es más fácil sufrir lesiones. Hay que parar si notas dolor en tus ligamentos o articulaciones. Evita asimismo correr por carretera, ya que supone tener siempre el pie izquierdo más bajo que el derecho (por la inclinación de la calzada), lo que puede repercutir en las caderas.
No hagas sobreesfuerzos hasta el punto de tener dificultad para respirar: estás limitando el aporte de oxígeno a tu bebé. Además, un sobreesfuerzo puede producir una bajada de azúcar (hipoglucemia), por lo que también le faltaría alimento. Para recuperar energía, puedes llevarte unos frutos secos o alguna bebida isotónica rebajada con agua.
¿Cómo afecta al desarrollo del bebé?
La Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte publicó en 2015 un estudio que confirmaba que el ejercicio físico supervisado durante el embarazo mejora la respuesta cardiaca fetal. Además, al correr generamos endorfinas, la hormona de la felicidad, y esta sensación de bienestar se transmite al feto.
Beneficios de una mamá ‘runner’
- Disminuye el riesgo de padecer preeclampsia. Uno de los factores de riesgo es tener sobrepeso, por lo que al correr reducimos las probabilidades.
- Evita dolores lumbares, ya que tonifica la musculatura pelviana, abdominal y lumbar.
- Mejora el estado psicológico. Al correr generamos endorfinas y proporcionamos a nuestro cuerpo bienestar y calma, además de liberar tensiones.
- Mejora la calidad del sueño. Practicar ejercicio puede ayudar a combatir el insomnio.
- Recuperación mejor y más rápida tras el parto. Parir es uno de los ejercicios más intensos en un corto espacio de tiempo y estar en forma ayuda a recuperarse.
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