¿Qué agua beber durante el embarazo y la lactancia?

Gravatar LetsFamily
letsfamily -
19/03/2024 - Tiempo de lectura 4 mins
agua en el embarazo

Este artículo trata de:

Agua en el embarazo
Agua en la lactancia

Sin duda es uno de los aspectos más importantes para tener en cuenta durante el embarazo y la etapa de la lactancia. El agua se convierte en un componente fundamental en las dietas de aquellas mujeres embarazadas o que están dando de mamar al bebé. Así que, la pregunta que se hacen muchas de ellas es qué agua conviene beber durante el embarazo y la lactancia.

Pautas para hidratarse bien durante el embarazo

En el documento «Pautas de hidratación con bebidas con sales minerales para mujeres embarazadas y en periodo de lactancia» de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), se señala que:

  • Facilita el transporte de nutrientes. El agua facilita el transporte de nutrientes hacia el torrente sanguíneo del feto y su distribución por todo el organismo.
  • Mejora el estreñimiento. El estreñimiento, un problema habitual en la embarazada, puede empeorar si no se beben los suficientes líquidos.
  • Previene la acidez. Ingerir líquidos a pequeños intervalos ayuda a prevenir la acidez creada por los jugos gástricos y las náuseas.
  • Favorece la depuración de toxinas. Beber más incrementa la cantidad de orina y favorece la depuración de toxinas, reduce la formación de cálculos renales y el desarrollo de infecciones de las vías urinarias, habituales en las embarazadas. Para evitar estas últimas es fundamental orinar con asiduidad.
  • Evita la deshidratación. El agua y otras bebidas ayudan a evitar la deshidratación, una situación que puede ser peligrosa en las gestantes. Los síntomas son: dolor de cabeza, náuseas e, incluso, contracciones.
  • Aporta sales minerales. Las náuseas, los vómitos o la gastroenteritis aguda provocan una gran pérdida de sales minerales. Las bebidas ricas en sales minerales, además de contribuir a la rehidratación, tienen un efecto beneficioso en estas patologías.

Durante el embarazo y la lactancia, es importante conocer la composición del agua que estás bebiendo, pues un agua que contenga calcio y magnesio en cantidades adecuadas supondrá un beneficio tanto para la futura mamá como para el bebé, que necesita crecer.

Pautas para hidratarse bien durante la lactancia

La hidratación es esencial en el periodo de lactancia. Hasta los 6 meses, los bebés se alimentan sólo de leche materna y una parte importante de la leche que produce la madre en los primeros meses de vida del bebé está compuesta por agua. La necesidad de hidratación por parte de la madre aumenta considerablemente en esta etapa. Las recomendaciones de ingesta de agua en lactantes de 0 a 6 meses son de unos 700 ml al día.

Te puede interesar: Cuándo empezar a ofrecer agua al bebé

Por otro lado, se calcula que la madre necesitará unos 3 litros de agua al día en este periodo, aunque esto es relativo, ya que no se necesita la misma cantidad de agua en los meses de verano (época en la que se pierden más líquidos) que en invierno. Hay que tener en cuenta que lactantes, bebés y niños son más sensibles a la deshidratación en los calurosos días del verano. Además, una correcta hidratación debería ir acompañada de una dieta equilibrada rica en frutas y verduras y reducir el consumo de dulces y azúcares.

¿Qué agua se debe beber durante el embarazo y la lactancia?

Según Isidro Vitoria Miñana de la Unidad de Nutrición Infantil y Metabolopatías del Hospital La Fe de Valencia “es necesaria una buena hidratación en la época del embarazo y la lactancia. La mejor opción para la hidratación es el agua mineral natural porque”:

  • Es natural. El agua mineral natural procede de manantiales subterráneos que están protegidos de cualquier tipo de contaminación. Al ser sanas desde su origen, las aguas minerales naturales no necesitan tener ningún tratamiento desinfectante ni filtrado doméstico para su consumo, envasándose tal cual están en la Naturaleza.
  • Aporta minerales. El agua mineral natural aporta minerales esenciales y oligoelementos ayudando al organismo a satisfacer las necesidades diarias de forma saludable.
  • La composición en minerales y oligoelementos del agua mineral natural es constante en el tiempo, por lo que siempre que se elija un tipo concreto de agua mineral natural, se está bebiendo lo mismo sin variaciones en su composición y sabor.
  • Ayuda desintoxicar. El agua mineral natural va a ayudar también al organismo a transportar nutrientes, eliminar desechos y favorecer la digestión.

Aspectos para tener en cuenta sobre los tipos de agua recomendados

Lo más importante es que se sigan las recomendaciones de los profesionales ya que estos tendrán en cuenta las posibles carencias de las mujeres embarazadas y lactantes que puedan derivarse de su alimentación o de cualesquiera otros aspectos. Sin embargo, las recomendaciones más generalizadas por parte de los profesionales se dirigen hacia las aguas de mineralización débil o muy débil por ser estas las que ayudan a las mujeres a completar la ingesta de minerales necesarios en este periodo de la vida tales como:

Calcio

Permite desarrollar el esqueleto y los dientes del bebé. Es también un compuesto de la leche materna. Si se tiene una carencia, el bebé lo tomará de las reservas de la madre lo que podría conllevar una descalcificación, pero también un mayor riesgo de sufrir hipertensión arterial y depresión posparto.

Magnesio

Ayuda a contrarrestar el cansancio, los calambres, los dolores de los ligamentos y las palpitaciones. Este mineral está presente en muchos alimentos, sobre todo en verduras de hoja verde, pero, a raíz de la Revolución Industrial, en que los abonos orgánicos fueron sustituidos por químicos, disminuyó su presencia en las plantas porque sus raíces están preparadas para la absorción de lo orgánico y no de lo químico. Esto hace necesaria la obligación de aportes extra de este mineral.

En general, es importante que el agua mineral natural que tome una mujer durante el embarazo y durante la lactancia tenga una composición equilibrada de minerales y si surge cualquier duda al respecto se consulte con los profesionales.

Síntomas de deshidratación

Si el bebé presenta algunos de estos síntomas, puede ser que se deba a un episodio de deshidratación:

  • Mareos o somnolencia excesiva
  • Boca reseca o pegajosa
  • Ojos hundidos
  • Ausencia de lágrimas al llorar
  • Orina con menos frecuencia
  • Piel pálida y fría
  • Fontanela hundida

Gana una canastilla con productos imprescindibles para tu bebé. Sorteamos 30 cada mes.

¡CONSIGUE LA TUYA!

¿Te ha gustado el artículo?

Índice de contenidos