10 alimentos que no conviene consumir en el embarazo
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Si estás embarazada comienza tu aventura: 9 meses en los que tienes que cuidarte tú y cuidar del bebé. Sin embargo, en época de celebraciones, como puede ser la Navidad, son muchas las dudas que surgen sobre qué se puede y qué no se puede comer en el embarazo: ¿qué tipo de quesos escoger? ¿puedo disfrutar del marisco durante el embarazo? ¿qué pasa con los embutidos?… A continuación, vamos a contarte qué alimentos están prohibidos para embarazadas y no conviene comer durante el embarazo y, lo más importante, por qué deben quedarse fuera de tu dieta.
Por cierto, antes de empezar a conocer esos alimentos que no conviene consumir, hay que recordar que durante el embarazo no podemos comer por dos. Por mucho que los que te rodean te inciten a comer un poquito más, tranquila, tu bebé se nutre de ti y no necesita que tengas un aporte extra, lo único que necesitas es comer sano.
Índice de contenidos
Lácteos sin pasteurizar
El abanico de lácteos es muy amplio, desde yogures hasta queso, pasando por la leche. Por lo tanto, vamos a bucear en las opciones y centrarnos en lo que puede afectar a nuestro embarazo.
En primer lugar, revisa siempre las etiquetas de todo aquello que esté elaborado o contenga lácteos, si no está pasteurizado déjalo en la estantería del super y sigue con tu compra. El riesgo de contraer listeriosis es alto en este tipo de alimentos no pasteurizados, que está provocado por la bacteria Listeria y puede ocasionar un aborto espontáneo, un parto prematuro, infección o muerte del recién nacido, así que mejor no arriesgar.
Los yogures son buenos, pero siempre y cuando estén pasteurizados o elaborados con leche pasteurizada. Todos aquellos yogures que vengan bajo el lema de “leche fresca” debemos evitarlos.
El queso, ese gran amigo de todas nosotras… ¡Qué rico está! Si eres una apasionada de este pequeño y rico derivado de nuestra amiga la vaca, te recomendamos que hagas un listado y te mentalices de todos los quesos que tendrás que apartar de tu dieta durante 9 meses: los quesos como son el brie, el queso feta, el camembert, el queso blanco, el queso fresco y el queso panela son quesos blandos. Si no puedes leer en la etiqueta que están hechos con leche pasteurizada, no los compres. La única opción para darse un capricho con estos manjares es comprarlo envasado y comprobar que están elaborados con leche pasteurizada. No te la juegues.
El queso roquefort es uno de ellos, no es porque tenga un sabor fuerte o un olor intenso, sino porque está incluido dentro de los quesos blandos. Por si tenías la duda, queda despejada.
Pero tranquila, no te vamos a decir que te quites todos los quesos. Para nada. Puedes seguir disfrutando de quesos duros como cheddar o extra duros como parmesano.
Pescados y mariscos en el embarazo
¿Y qué pasa con el pescado y el marisco? ¿se pueden comer en el embarazo o no?
Pescado crudo
¿Ya suena en tu cabeza el Sushi o el marisco? Si la respuesta es sí… tendrás que dejar estos ricos platos durante el embarazo.
Todo el pescado crudo, incluido los ahumados como la mojama, la hueva o el bacalao, así como las anchoas o boquerones en vinagre, son alimentos prohibidos en el embarazo. Estos pueden contener parásitos o bacterias que no tienen otros pescados que se han cocinado, como listeria o el famoso anisakis, un parásito con forma de gusano que vive en el tubo digestivo de los peces, cefalópodos y mamíferos marinos. De hecho, podemos contraer este parásito sin estar embarazada. Nuestro consejo, si se tienen muchísimas ganas de comer unos boquerones en vinagre, congelarlo primero y prepararlo en casa. Nada de comer en un restaurante o un bar este tipo de productos.
Recalcamos que solo es para pescados crudos. Estos mismos productos cocinados puedes comerlos con total tranquilidad, ya que eliminas el riesgo de tener el parásito al aumentar la temperatura del producto. Sucede igual si lo congelas previamente, bajas la temperatura del producto y acabas con el parásito.
Pescado grandes
Siguiendo con los pescados. Mejor dejar al margen de nuestra dieta los pescados de gran tamaño como atún rojo, el tiburón, el pez espada, King Mackerel (caballa) y lucio, ya que contienen niveles muy altos de mercurio. La presencia de este elemento en el pescado grande puede provocar en los embarazos parto prematuro.
Mariscos
Sentimos darte esta noticia… No puedes comer marisco en el embarazo. Igual que ocurre con el pescado crudo, todo el marisco que decidas comer durante el embarazo, que no haya sido previamente congelado o cocido, tiene riesgo de contener anisakis.
Si quieres disfrutar de marisco en el embarazo, como unos mejillones o unas gambitas, la mejor opción es cocinarlas, por ejemplo, unos mejillones al vapor o en escabeche. Tampoco vas a privarte de todo, solo se trata de conocer los riesgos y saber cómo podemos comer ciertos alimentos durante el embarazo.
Te recomendamos que incorpores pescados cocinados o previamente congelados como salmón, camarón, bacalao, sardinas, anchoas, trucha y tilapia, ya que son fuente de proteínas y nutrientes como los ácidos grasos Omega 3 y Omega 6.
Carne cruda
Seguro que ya has oído hablar de la toxoplasmosis y que no vas a poder comer jamón serrano en todo el embarazo. La toxoplasmosis es un parásito (Toxoplasma gondii) que se encuentra en la carne cruda y en los excrementos de los gatos.
Independientemente de que tipo de carne sea, siempre debes cocinarla bien cocinada. El riesgo que asumes es muy alto, ya que puede provocar parto prematuro, bajo peso al nacer en el bebé, fiebre, ictericia, retraso en el desarrollo mental o calcificaciones en el cerebro.
Embutidos
Ya hemos comentado antes que el jamón serrano se engloba dentro de carnes crudas, pero no es el único: salchichón, fuet, chorizo… y un largo etcétera de embutidos. Igual que las carnes crudas que hemos comentado antes, pueden estar contaminados por el parásito de la listeria.
Pero, ¿qué pasa si vas a una barbacoa y hay embutido? Como hemos dicho, si está a la brasa y bien cocinado, no tendrás problema. Solo tienes que avisar al cocinero y vigilar bien que no esté crudo.
Paté o foie
Te preguntarás, ¿qué pasa con el paté? ¿puedo o no puedo comer? ¿pero… qué tipo de alimento es este? Tranquila, despejamos esta gran duda.
El paté se elabora a partir de carnes crudas, por tanto, no puedes consumirlo por el riesgo que presenta de listeriosis. Solo en el caso de que esté la etiqueta marcada como pasteurizados podrás ingerirlo, pero recuerda verificar tu misma esa etiqueta.
Aprovechamos para decirte que es importante no ingerir patés que contienen hígado, aunque estén pasteurizados, ya que tienen alto contenido en vitamina A y, en exceso, puede ser perjudicial para la salud del bebé.
Huevos crudos
¿Cuántas veces has pensado si comerte o no esa ensaladilla del bar en verano por si tiene salmonelosis? Pues embarazada, piénsatelo mucho más.
El problema de los huevos crudos es que pueden tener salmonelosis, causada por la bacteria Salmonella. Esta bacteria, peligrosa estando o no embarazada, puede provocar deshidratación, bacteriemia, artritis reactiva o síndrome de Reiter y meningitis.
Como todo nuestro post, no se trata solo de comer o no huevo crudo, sino comprobar que los alimentos o preparados que compremos e incluyan huevo se van a cocinar, para evitar que éste quede crudo como mayonesas caseras, la salsa holandesa, o cualquier salsa o postre preparado con huevo crudo como mousses, tiramisú o merengues.
También, mucho cuidado con tomar platos que contienen huevo en verano y el riesgo de no estar bien refrigerados, una salmonelosis es peligrosa y mucho más embarazada. Evita pedir todo aquello con mahonesa o que sospeches que puede llevar huevo crudo.
Verduras sin lavar
Te parecerá una locura que pongamos “verduras sin lavar”, si tú siempre la lavas. Pues ahora, deben estar más limpias si cabe.
Las verduras, si no se lavan bien, debido a su cultivo en el suelo, pueden estar contaminadas por toxoplasmosis. Por esta razón, es conveniente lavar bien bajo el grifo las verduras antes de prepararlas y limpiar los utensilios que hemos utilizado, para evitar contaminar otros alimentos.
Las verduras son muy buenas durante el embarazo. Aquí no te vamos a prohibir que te comas una rica ensalada, sino que seas precavida y tengas cuidado con las ensaladas fuera de casa o las preparadas. Cocina tú y tendrás el control.
Brotes crudos
Los brotes y germinados crudos como alfalfa, rábano, soja o trébol pueden estar contaminados por la bacteria E. Coli o Salmonella debido a la forma en la que se cultivan.
Si te gusta añadir a tus ensaladas o guarniciones brotes germinados te recomendamos cocinarlos previamente para eliminar las bacterias.
Comida envasada y precocinada
Porque comes en el trabajo y se te ha olvidado el tupper, porque no te gusta cocinar los fines de semana, o bien porque es lo que te queda en la nevera, la comida precocinada o envasada nos puede salvar. Pero si estás embarazada mejor evitarla.
Aunque todos estos alimentos envasados y precocinados pasan controles alimentarios, te recomendamos evitarlos y, así, evitar el riesgo de que un lote de alimentos en mal estado se cuele en el mercado y, de rebote, en tu cesta de la compra.
Son 9 meses de toda una vida, no es tanto. Aprovecha este tiempo para comer más sano, incluso si hay celebraciones de por medio. Además, puedes aprender a cocinar sino es tu fuerte. Quién sabe si descubres tu “yo” oculto.
Algunos consejos de alimentación para tener un embarazo saludable
En resumen, evitar alimentos crudos e higiene en la cocina. Con estos dos consejos tendrás un embarazo más que sano y sin riesgos.
Además, te damos algunos consejillos, como evitar las grasas saturadas, el exceso de cafeína (un café al día o puedes optar por descafeinado), olvídate de los refrescos con gas que contienen muchísimo azúcar y, algunos, cafeína. También, pasa de los fritos y opta por comidas ligeras y, por supuesto, nada de bollería o dulces.
Durante estos meses nuestro cuerpo sufre muchos cambios, no sólo aquellos relacionados con el embarazo como el aumento de peso, cambios de humor o tener un pelo divino. No olvides que tenemos riesgo de diabetes gestacional o de dispararse la tensión, que afecta directamente en la salud de nuestro bebé. Cuida tu alimentación y evitarás muchos problemas.
Aprende a leer las etiquetas de los productos. Te servirá siempre. Es bueno saber lo que comemos.
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