Recomendaciones para visitar a un recién nacido
Inmediatamente después del parto, empiezan a llegar familiares y amigos a felicitar a los papás y a ver la carita del bebé. Compartir una buena noticia, probablemente la mejor noticia que uno puede celebrar en su vida, puede convertirse paradójicamente en una auténtica pesadilla.
Hay momentos en los que la mamá se encuentra mejor y otros en los que está molesta. Situaciones en las que es bonito estar acompañada y otras en las que lo deseable es tener intimidad. Es muy importante que en las horas posteriores al alumbramiento, el padre sepa poner orden en las visitas, gestionando las situaciones con delicadeza, pero velando en todo momento por lo que más conviene a la madre y al bebé.
Te damos algunas recomendaciones:
- Intenta que las visitas no se prolonguen más de media hora. A partir de ese momento, y con la excusa de que la madre debe descansar, te aconsejamos que ‘invites amablemente a tu amigo o familiar a marcharse’. Esto no siempre es fácil, pero seguro que sabrás encontrar la fórmula.
- Es aconsejable que la habitación se quede tranquila a partir de las 9 de la noche.
- Aquellas personas que estén acatarradas o padezcan algún tipo de enfermedad contagiosa, por leve que sea, es mejor que esperen a conocer al bebé en otro momento.
- Intentad que no coincidan varias visitas en la habitación. Normalmente todos quieren que la madre cuente su experiencia, algo que termina resultando agotador para la mamá. Tiempo habrá para recordar estos momentos inolvidables.
- La lactancia es algo natural, pero esto no quiere decir que a las mamás no les importe mostrar los pechos mientras alimentan a su bebé. Además, sobre todo al principio cuando el bebé está aprendiendo a mamar, es aconsejable que madre e hijo estén lo más tranquilos posible y en un ambiente de intimidad.
- Coger en brazos a un recién nacido es de las cosas más apetecibles. No todo el mundo tiene la delicadeza de preguntar o de esperar a que sean los padres los que lleven la iniciativa. Si vas a ver a un recién nacido, evita cogerlo en brazos sin el permiso de los padres.
- Otro error en el que suelen caer la madre, hermanas, cuñadas y suegras de la nueva mamá es saturarla con mil y un consejo. Es mejor esperar a que ella misma los pida.
Después de dar a luz, las visitas pueden resultarte agotadoras o alegrarte y acompañarte, si todo va bien y estás un poco aburrida. Todo depende de lo dosificadas que estén y del sentido común y el tacto con el que unos y otros sepáis gestionar estas situaciones. No todas las mujeres se encuentran igual después de dar a luz, ni tienen el mismo pudor. El papel del padre en estos momentos es crucial.
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