El vértigo durante el embarazo

El vértigo durante el embarazo tiene que ver con los desequilibrios del sistema circulatorio, que en las primeras semanas necesita adaptarse a las nuevas demandas. Aumenta tu volumen sanguíneo y también tu frecuencia cardíaca y respiratoria. Muchas mujeres en sus primeras etapas de embarazo padecen de tensión arterial baja, lo que aumenta el vértigo y la sensación de mareo. También pueden influir las fluctuaciones en los niveles de glucosa en sangre o la deshidratación, común en épocas de calor. Si padeces de varices también eres más propensa a sentir vértigo y mareos durante el embarazo.

Cómo prevenir el vértigo en el embarazo

Para prevenir el vértigo o mareos te pueden ayudar estas recomendaciones:

• Alimentación e hidratación: Una alimentación equilibrada y la correcta hidratación resultan claves para prevenir los mareos en el embarazo.
• Ácido fólico: También el consumo de ácido fólico durante las primeras semanas se recomienda para mejorar esta condición.
• Ambientes mal ventilados: Por otro lado, deberías evitar los ambientes con humo o mal ventilados, así como los baños demasiado calientes, los saunas y los hidromasajes.
• Levantarse despacio: En el momento de levantarte (por ejemplo, de la cama o de una silla), hazlo lentamente y evita realizar cambios demasiado bruscos de posición. Hacerlo de esta manera ayudará a que tu cuerpo se ajuste de manera gradual a los cambio de presión arterial.
• Evitar movimientos rápidos: Tampoco conviene que realices movimientos de cabeza brusco o cambios de dirección demasiado rápidos, pues esto solo empeoraría el vértigo o mareo.
• Descansar bien y dormir las horas suficientes: Un descanso adecuado puede contribuir a reducir los síntomas del vértigo. Asimismo, intenta dormir las horas suficientes.
• Realizar ejercicios de equilibrios: Ejercicios sencillos (como pararte sobre una pierna o realizar giros de cabeza suaves) pueden servirte de ayuda para que fortalezcas tu sistema vestibular (que está en el oído interno y se encarga de mantener el equilibrio) y, de este modo, reducir los síntomas del vértigo.

Si te acomete un episodio de vértigo, lo único que puedes hacer es tumbarte de lado y aflojar tu ropa hasta que se te pase. Con respecto a tu vestimenta, procura no utilizar prendas entalladas y elegir telas que permitan refrescarte, sobre todo si te toca estar embarazada en verano.

¿Es necesario acudir al médico?

Si bien hemos visto que es un síntoma muy frecuente, y que muchas veces desaparece por sí solo con el paso de las semanas, también existen algunos casos donde los episodios de vértigo podrían ser indicadores de que algo está mal. A lo largo del embarazo es muy importante controlar los niveles de hierro en sangre, ya que episodios de vértigo prolongados pueden deberse a la anemia.

Por otro lado, comunícate de inmediato con el médico si además de experimentar vértigo sientes dolor en el abdomen o sangrado vaginal, ya que esto podría indicar un embarazo ectópico, un desprendimiento de la placenta o una placenta baja, condiciones que pueden ser graves y que necesitan atención urgente.

Finalmente, el vértigo en las últimas etapas del embarazo puede indicar una preeclampsia, sobre todo si está acompañado de visión borrosa, palpitaciones o dolores fuertes de cabeza.