Trucos para controlar el hambre en el embarazo
Siempre se espera cierto aumento de peso en cada trimestre. Sin embargo, subir demasiados kilos puede implicar riesgo. ¿Qué hacer cuando el médico te solicita que te cuides con las comidas, pero a cada hora te ataca el hambre?
Comer más veces, en menor cantidad
Una de las primeras recomendaciones de todos los nutricionistas es ingerir la misma cantidad de alimentos, pero repartida en más porciones a lo largo del día. Si en lugar de sentarte tres o cuatro veces a la mesa, haces seis comidas, evitarás los picos de hambre y los consecuentes atracones. En el embarazo, este truco también ayuda a prevenir la acidez estomacal, la indigestión y la sensación de pesadez.
Bebe más agua
Durante tu embarazo debes alimentarte bien, y eso implica ingerir suficientes calorías para nutrir tanto tus necesidades como las de tu bebé. ¡No hablamos de reemplazar un almuerzo por una infusión ni mucho menos! Pero un vaso de agua entre comidas, y antes de cada comida, te ayudará a tener sensación de saciedad y a no comer de más. Además, la correcta hidratación en el embarazo es fundamental.
Crujiente es mejor
Si sueles comer de más cuando te sientes ansiosa, es posible que esto también te ocurra embarazada: son normales los vaivenes emocionales , la preocupación por la salud de tu bebé, el temor al parto, etc. Lo que más necesitas no es comer de más, sino comer alimentos que te calmen, y el solo hecho de masticar puede ayudarte a aliviar la ansiedad. Escoge bocadillos con pocas calorías pero bien crujientes, como ramas de apio, bastones de zanahoria o palomitas de maíz sin mantequilla.
¿Qué te pide el cuerpo?
¿Se te antoja determinado alimento en particular? No ignores este antojo: es posible que tu organismo te esté pidiendo algo. Un fuerte antojo de pan y bollos puede indicar que te faltan fibra y energía, mejor escoge una porción de frutas secas. Si mueres por las frituras, mejor escoger grasas saludables como las del aguacate. Y si se te antoja chocolate, tal vez obtengas el magnesio que necesitas a través de un puñado de pipas.
Duerme más tiempo… ¡y haz ejercicio!
Descansar más y mejor te servirá para sufrir menos el hambre. De hecho, la falta de sueño está relacionada con mayor índice de sobrepeso y obesidad. Por otro lado, tampoco debes permanecer mucho tiempo echada en el sofá: mejor sal a caminar o apúntate a una clase de yoga prenatal, o natación. El ejercicio en el embarazo te ayudará a controlar el aumento de peso.
Una última recomendación. Estás embarazada y te mereces consentirte. Salvo que tu médico indique lo contrario por alguna razón de salud, ¡date un capricho de vez en cuando! Pero cuida el tamaño de las porciones: un pequeño cuadradito de chocolate puede resultarte más satisfactorio que una barra entera.
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