Viajar en el embarazo: consejos, tipos de viaje y mejor momento
Este artículo trata de:
Viajar en el embarazo es posible y puede ser la mejor manera de liberar tensiones y de disfrutar plenamente de tu estado. El viaje te relajará y por unos días podrás olvidar tu embarazo. El siguiente viaje se verá marcado por las horas de comida y sueño del bebé.
Índice de contenidos
Mejor momento para viajar en el embarazo
En principio todas las mujeres sin patologías en el embarazo, pueden viajar con un riesgo mínimo. Seguramente tu doctor no ponga objeción a viajar si tu embarazo marcha bien. Eso sí, deberías fijar la fecha del viaje para un momento en el que creas que podrás disfrutarlo. El mejor momento para viajar embarazada es durante el segundo trimestre, cuando ya han pasado las molestias y los principales riesgos asociados al primer trimestre, y aún no te encuentras tan incómoda como lo estarás unas semanas después.
Así es, el segundo trimestre del embarazo es una buena etapa para emprender un viaje. Ya no tienes los síntomas de embarazo tan molestos del primer trimestre (náuseas, mareos, cansancio extremo, etc.), no has ganado mucho peso y aún te mueves con ligereza, además, tienes muchos menos riesgos de perder el bebé. Por otro lado, todavía no estás tan pesada e incómoda como en el tercer trimestre, donde además debes tener en cuenta el riesgo de que el parto se te adelante. Por eso, si puedes, organiza tu viaje para que coincida con algún momento entre las semanas 16 a 28 del embarazo.
Consejos para viajar embarazada
Estos son algunos consejos que pueden ayudarte al organizar un viaje en el embarazo:
- Al elegir el destino deberías tener en cuenta la asistencia médica en el lugar, si te podrán ayudar en caso de emergencia. El documento más importante junto con el pasaporte o DNI, es el informe médico del control del embarazo. Este último será muy útil en caso de que necesitases asistencia médica durante tus vacaciones, ya que podrán consultar de forma rápida y clara todos los detalles respecto a tu gestación.
- Organiza tu viaje con esmero. Piensa cuánta actividad puedes realizar, qué visitas turísticas son las más indicadas, cuánto tiempo de pie te irá bien, etc. Posiblemente, ahora tus vacaciones más apropiadas sean la playa, aun cuando seas aficionada a las vacaciones de aventura. Los viajes estresantes por las ciudades con muchas actividades pueden ser demasiado en este momento. Mejor relájate.
- Escoger el medio para desplazarse dependerá del destino, es posible utilizar el coche, el barco, el tren, el avión o el autobús. Aunque este último quizá sea el menos cómodo. Probablemente, el avión, que es la vía más rápida, y el tren, que te permite mayor movilidad, sean las mejores opciones. Viajar en coche te permite hacer escalas cada dos horas y estirarte en él, algo necesario y reconfortante.
- Durante el viaje de ida y vuelta, deberías hacer descansos y moverte. Gira tu cadera, desentumece las piernas y estírate. En viajes de larga duración, en los que obligatoriamente tengas que pasar mucho tiempo sentada, se recomienda llevar medias estimuladoras para la circulación (medias de descanso).
- No hagas mucho equipaje para no tener que cargar con peso.
Viajar en avión durante el embarazo
Haremos algunas aclaraciones respecto a viajar en avión embarazada:
- Las normas internacionales no marcan restricciones especiales con respecto a las viajeras embarazadas hasta la 27 semana de embarazo inclusive.
- Después de la semana 28 de embarazo se debe llevar un certificado del médico o la matrona que confirme la fecha esperada del parto y asegure que es una embarazo de bajo riesgo (normal).
- Para embarazos simples, se permite volar hasta el final de la semana 36
- Para embarazos múltiples, se permite volar hasta el final de la semana 32.
- Esto puede ser revocado por cualquier aerolínea poniendo restricciones a pasajeras embarazadas si cree que hay un riesgo para su seguridad y salud. Sería necesario consultar con la aerolínea para evitar sorpresas.
Embarque en aviones y barcos
Estando embarazada tienes prioridad a la hora de subir a un avión o un crucero, así no deberás hacer fila. Escoge un asiento donde puedas estirar las piernas, sobre todo en viajes largos. Recuerda mantenerte bien hidratada durante todo el viaje. Y en los barcos, si tienes predisposición a marearte escoge camarotes que estén lo más cerca posible del centro del barco, donde el movimiento se siente menos.
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¿Qué tipo de viaje hacer?
Lo cierto es que los viajes que planees en el embarazo deben ser tranquilos, cómodos, con mucho tiempo para el relax. No es el momento de viajes de aventura, ni en condiciones extrema, ni distancias especialmente largas. Te damos algunas recomendaciones dependiendo del tipo de viaje que realices en el embarazo.
Embarazada y en la nieve
Con las debidas precauciones, tu embarazo puede ser un momento tan bueno como cualquier otro para disfrutar de toda la tranquilidad y la belleza que la nieve tiene para ofrecer.
Cuídate del frío: Para prevenir un enfriamiento, viste con varias capas de ropa que puedas ir quitándote al cambiar de ambiente. Es preferible usar varias prendas finas que una sola gruesa (es decir, abrigarse al estilo cebolla). Y recuerda utilizar prendas holgadas que no te ajusten la barriga.
Prevén las caídas: El mayor riesgo de viajar a la nieve durante tu embarazo lo presupone sufrir un resbalón. Para prevenirlo, utiliza un calzado apropiado para la nieve, como botas antideslizantes de la talla que corresponda a tu estado. Procura no desplazarte por sitios muy concurridos para evitar empujones. El esquí, como otros deportes de alto impacto, no se debe practicar durante el embarazo, debido a que al cambiar tu centro de gravedad y al tener las articulaciones más relajadas, el riesgo de una caída es muy grande.
Cuida tu piel: Tu rostro está más sensible en el embarazo, no solo al frío sino también a las quemaduras. Recuerda que la nieve refleja la luz del sol, por eso debes utilizar siempre protector solar aún en los días más fríos. Así podrás prevenir la aparición de molestas manchas. Recuerda también llevar un buen humectante para que la piel de tu cutis no se reseque.
Embarazada y a la montaña
Viajar a la montaña por primera vez no es lo más recomendable durante el embarazo, pero si sueles realizarlo regularmente, si tu cuerpo está acostumbrado a las largas caminatas y al esfuerzo físico que implica tener menos oxígeno disponible, seguramente tu médico te autorice a hacerlo. Sin embargo, ten en cuenta algunos consejos:
Altitud: No se recomienda que las embarazadas visiten localidades con altitudes elevadas, por lo que deberás descartar algunas cumbres. Esto se debe a los cambios en la presión atmosférica que pueden ser perjudiciales para tu salud y la de tu bebé. Si tienes tendencia a la tensión arterial alta o riesgo de preeclampsia, así como cualquier otro problema, seguramente tu médico te aconsejará no viajar a la montaña.
Actividades a evitar: Debes evitar cualquier actividad de riesgo, aún si decides viajar olvídate de los esquíes. No deberías arriesgarte a patinar sobre hielo ni a hacer ninguna actividad que implique posibilidades de golpes o caídas. Escalar también está contraindicado.
Otros consejos: Si haces el viaje porque todo marcha bien con tu embarazo, la zona de montaña elegida no es demasiado elevada y tu médico no ha puesto objeciones, recuerda mantenerte bien hidratada, bebiendo agua fresca con frecuencia y siempre recuerda tener a mano un bocadillo saludable para evitar una repentina baja del nivel de azúcar en sangre. Procura descansar con frecuencia y detener cualquier paseo si comienzas a sentirte fatigada.
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Senderismo embarazada
El senderismo es una actividad aeróbica de bajo impacto, por lo que es uno de los deportes más recomendados para embarazadas. Entre otros beneficios, mejora la circulación, tonifica los músculos, aumenta tu capacidad pulmonar y, en pleno campo, sienta maravillosamente al ánimo. Con todo, practicar senderismo durante estos meses es también una cuestión de sentido común:
- Deberás tener más cuidado al elegir la ruta. Busca rutas bien señalizadas, de fácil acceso, cercanas a una población en la que podamos recibir asistencia y no demasiado accidentadas.
- Puede que tengas que hacer más paradas o mantener un ritmo más tranquilo para que no se te disparen las pulsaciones, y ser más precavida con los caminos por los que te metes, porque tu centro de gravedad cambia y tu musculatura y tus articulaciones están más laxas, por lo que aumenta el riesgo de caídas.
- Es importante no sobrepasar los 2.000 o 2.500 metros de altura, porque la altitud aumenta el ritmo cardiaco y el bebé puede verse privado de oxígeno.
- Es fundamental llevar un buen equipamiento: calzado adecuado (botas de montaña impermeables y cómodas), ropa para combatir el frío en varias capas y unos buenos calcetines, gorro y guantes. No te olvides de incluir una manta térmica por si acaso y un botiquín de montaña.
- Aunque te parezca que el sol no pega mucho, aplícate cada dos horas una crema de protección solar alta (factor 50) en rostro y cuello.
- La hidratación es más importante que nunca. Aunque tengas prevista una ruta corta, asegúrate de llevar la comida necesaria y suficiente agua.
Viajar a otro país durante el embarazo
En resumen, es posible viajar embarazada y disfrutar al máximo de tu viaje, siempre y cuando tengas expectativas realistas y tomes las precauciones necesarias para evitarte problemas.
- Habla con tu médico, coméntale tus expectativas de viaje y pide indicaciones en caso de que necesites alguna vacuna (no todas son compatibles con tu estado).
- Deberías informarte de las posibilidades médicas que hay en el país elegido para las vacaciones. Si existen médicos que hablen tu idioma, la distancia entre la residencia de vacaciones u hotel y la clínica más cercana, etc. Si viajas a una gran ciudad probablemente no haya problemas: tan solo asegúrate de tener apuntadas las direcciones de los hospitales o centros de salud más cercanos al lugar donde te alojarás.
- No está de más llevar contigo un permiso firmado por el médico, así como copia de tu historia clínica, por si acaso te la solicitan al momento de abordar el transporte.
- Seguros de viaje y atención en el destino: Al viajar al extranjero siempre debes contar con un seguro de viajero que cubra, entre otras cosas, atención médica durante todo el tiempo que dure el viaje. Averigua con la empresa qué prestaciones quedan cubiertas si estás embarazada. ¿Qué ocurre si necesitas atención médica? ¿Y si se adelanta el parto? ¿Qué servicios e infraestructura de salud hay en el país que piensas visitar?
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