Viajes románticos para celebrar el babymoon en San Valentín

El Babymoon es el último viaje romántico que hacen las parejas antes de que el bebé llegue, ya que viajar tras su nacimiento será más complicado ¿y qué fecha del calendario es más romántica que San Valentín? Así que, hemos mezclado en una coctelera babymoon y San Valentín y el resultado de esa combinación han sido 8 viajes románticos para realizar en pareja en una de las fechas más especiales del año.

8 viajes románticos para celebrar el babymoon en San Valentín

Los viajes románticos que proponemos para celebrar el babymoon en San Valentín no son los de las típicas ciudades que solemos relacionar con el amor (Roma, París, Venecia…), sino que hemos buscado algunos destinos diferentes que os puedan sorprender.

Celebrar el babymoon en la montaña en Aínsa

Las cumbres pirenaicas sirven de perfecto telón de fondo a Aínsa, un precioso pueblo del norte de la provincia de Huesca en el que la piedra es la principal protagonista. Y es que ¿hay plan más romántico para San Valentín que sentarse junto al calor de la chimenea mientras por la ventana divisamos el espectacular paisaje montañoso que nos regala los Pirineos? Aínsa está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España por su maravilloso entorno natural y por lugares como la Plaza Mayor, el castillo, la Iglesia de Santa María o el casco medieval.

Pasear por el casco antiguo de Cáceres por la noche

Seguimos buscando viajes románticos para celebrar el babymoon en San Valentín y nos acercamos a la ciudad de Cáceres, y más concretamente a su delicioso casco antiguo, para disfrutar de una jornada especial. Son innumerables los monumentos y construcciones interesantes que pueblan la parte vieja de la ciudad extremeña: la Plaza Mayor, el Arco de la Estrella, la Torre de Bujaco, la Plaza de Santa María con su concatedral, la Plaza San Jorge con la Iglesia de San Francisco Javier, varios palacios, aljibes, el barrio judío… pero si queremos que nuestra visita al casco histórico cacereño sea romántico de verdad, podemos optar por recorrerlo cuando el sol ya se ha escondido, pues la iluminación del casco viejo de Cáceres por la noche es simplemente maravillosa.

Descubrir el castillo de Olite, uno de los más bonitos de España

Y si ese día queremos sentirnos por un día como reyes o reinas, nada mejor que visitar uno de los castillos más bonitos de España y de Europa. Olite es un pueblo que se encuentra situado al sur de la comunidad navarra y que tiene en su majestuoso castillo su mejor carta de presentación. El Palacio Real de los Reyes de Navarra es el resultado de la ampliación que realizó Carlos III el Noble en el siglo XIV al Palacio Viejo inicial. Para ello no ahorraría ningún tipo de lujo ni de detalles, dando como resultado un espectacular complejo en el que destacan varias torres y estancias como el patio de armas o una preciosa escalera de caracol. Además del castillo, hay otros lugares en Olite que merecen mucho la pena como las Galerías medievales, la Plaza de los Teobaldos, la Iglesia de Santa María la Real, la Iglesia de San Pedro o las murallas.

Enamorarse con las vistas que nos deja Montefrío

La razón principal de incluir al pueblo granadino de Montefrío entre los viajes románticos que podemos realizar para celebrar el babymoon es que la prestigiosa revista National Geographic lo incluyó en una lista de pueblos con las mejores vistas del mundo ¿hay algo más romántico que sentarse junto a la persona que quieres a contemplar un paisaje de ensueño? Después de pasar unas horas absortos disfrutando de las maravillosas vistas, hay que adentrarse en el pueblo y recorrer el pequeño laberinto que forman sus estrechas callejuelas.

Faros, calas y más en la Sierra de Tramontana

Montañas que buscan afanosamente el mar; miradores que nos regalan imágenes que se quedan grabadas en nuestra retina durante muchos años; construcciones de gran valor como el Santuario de Lluc; el Faro de Formentor, uno de los faros más bonitos de España desde el que tenemos unas vistas únicas… son solo algunas de las razones para pasar el Día de San Valentín en la Sierra de Tramontana. ¿Necesitas más razones? Pues que en la Sierra de Tramontana se esconden hermosísimos pueblos de piedra rodeados de un entorno natural envidiable como Estellenchs, Banyalbúfar, Valldemossa, Deià, Sóller o Fornalutx.

¿Viajes románticos en San Valentín? Visita Cinque Terre

Pero para aquellos que busquen viajes románticos en Europa, tienen en las Cinque Terre una estupenda opción. Se trata de una zona de Italia situada en la costa de Liguria compuesta por cinco preciosos pueblos (Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore) que fue declarada en 1997 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Los cinco pueblos tienen un denominador común: su ubicación en lo alto de pequeñas colinas con vistas al mar. Es posible recorrer estos cinco pueblos caminando por el conocido como “Sendero Azul” de 12 kilómetros, que tiene su tramo más bello en la “Via dell’Amore” que une Manarola a Riomaggiore (aunque también es posible recorrer los pueblos en tren).

Viaje romántico para descubrir los castillos del Valle del Loira

Si hay un lugar en Francia que puede hacer que nos enamoremos ese es, aparte de París, el Valle del Loira y sus famosos palacios y castillos. Situados junto al Loira, se trata de varios conjuntos palaciegos que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Entre los castillos más impresionantes del Valle del Loira están el Castillo de Chambord (¡con 440 habitaciones y 84 escaleras!), Castillo de Cheverny (que Hergé lo tomó como referencia para algunos de los libros de Tintín), Castillo de Chaumont-sur-Loire, Castillo de Chenancoeau, Castillo de Villandry o el Castillo de Azay-le-Rideau. Y si nos cansamos de tanto castillo, siempre podemos acercarnos a alguna de las ciudades más importantes de esta zona de Francia como Orleans, Tours o Blois.

Nara, paseando entre ciervos

Si el estado de la futura mamá lo permite y si económicamente nos lo podemos permitir, una opción como viaje para celebrar el babymoon puede ser Japón, y más concretamente una de sus ciudades, Nara. Una de las cosas que más llaman la atención de esta urbe japonesa es que por sus parques y jardines corretean miles de ciervos, ya que estaban considerados como mensajeros de los dioses para la religión sintoísta, siendo el Parque de Nara donde más ejemplares de estos animalitos encontraremos.

Otros lugares por los que merece la pena perderse en Nara son los Jardines Tradicionales de Isuien y Yoshikien con el Gran Santuario Kasuga-Taisha, la Colina Wakakusayama o el Barrio de Naramachi. Los templos más importantes de Nara son el Templo Todaiji, Templo de Nigatsudo y el Templo Kofukuji.