8 de marzo: conmemoramos el Día de la Mujer
Este artículo trata de:
El 8 de marzo (8M) conmemoramos el Día Internacional de la Mujer en defensa continua de nuestros derechos y de la igualdad y justicia. Llevamos prácticamente siglos luchando por nosotras y por todas esas niñas y mujeres de generaciones próximas. Aún peleamos por defender y mantener lo que otras consiguieron en el pasado y, también, para que las que vengan después tengan lo que a nosotras se nos ha negado.
Índice de contenidos
¿Cuál es el origen del Día de la Mujer?
El Día Internacional de la Mujer es oficialmente declarado en 1975 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Pero, se piensa que sus inicios vienen de bastantes años atrás. ¿Por qué se eligió el 8 de marzo para conmemorar a la mujer?
Antecedentes
Pues, en 1857, época de la revolución industrial, en concreto el 8 de marzo, se produjo una protesta multitudinaria en la que miles de mujeres que trabajaban en el sector textil se manifestaron en contra de las condiciones laborales precarias en las que se veían inmersas. Reivindicaban condiciones más dignas, como el fin del trabajo infantil y una jornada laboral más corta.
Esta manifestación marcó un precedente en la lucha por los derechos de la mujer. A partir de ese momento, se llevaron a cabo muchas más protestas y movilizaciones en busca de la igualdad y justicia.
Casi 50 años más tarde, otro suceso supuso un hito y un gran cambio en el panorama laboral y social de la mujer. Se trata de «La huelga de las camiseras», también conocida como el «Levantamiento de las 20.000», que se produjo en Nueva York en 1909. En este caso, también eran mujeres obreras que se dedicaban a la industria textil quienes pedían que sus condiciones laborales se equipararan a las de sus colegas hombres.
Un feminista es todo aquel que reconoce la igualdad y la plena humanidad de mujeres y hombres.
Gloria Steinem
Día Internacional de la Mujer
En 1910 se conmemoró por primera vez en Europa el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Esta iniciativa se llevó a cabo en la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas (Copenhague, Dinamarca) que se celebró en marzo. Desde entonces, este se convirtió en el mes de la mujer. Poco a poco, los años siguientes se fue implantando el 8M como el Día de la Mujer en cada vez más países.
¿Qué se reivindica?
Se reivindica la igualdad de la mujer a todos los niveles: social, cultural, laboral, económico… Porque las mujeres aún tenemos muchas barreras que superar, por eso es tan importante un día como el 8M: para recordar a todos que estamos aquí y no pararemos hasta conseguir igualdad.
Una de las primeras batallas a las que se enfrentó la mujer fue a la lucha por el derecho a voto, encabezada por varias feministas en diferentes países, como Emmeline Pankhurst.
Las mujeres hemos tenido que pelear, y aún hoy en día lo seguimos haciendo en muchos países, por necesidades y derechos tan básicos como el acceso a los estudios, derecho al trabajo (y si es digno, ya ni te cuento), derecho a voto, igualdad de género, lucha por la libertad…
Con el paso del tiempo, se fue creando una simbología para identificar el movimiento feminista, con el que, además, se propagaba un sentimiento de unidad entre las mujeres. Forma parte de esta simbología el color morado, ya que es el que utilizaron las sufragistas británicas en 1908 y también el color representativo de la lucha feminista y socialista que se impulsó con fuerza entre 1960 y 1970.
Nos damos cuenta de que, hasta día de hoy, aún debemos luchar por mantener estos derechos por los que tanto lucharon otras mujeres en el pasado; por alcanzar la misma libertad y representación (en puestos directivos, por ejemplo, o en campos como el tecnológico o científico) que tienen los hombres; por equidad laboral y salarial; porque todas las niñas y mujeres, sin importar en qué parte del mundo se encuentren, puedan acceder a una vida digna, en la que sean libres de decidir.
¿Qué queremos? (y lo queremos ya)
- Acabar con la brecha salarial y el techo de cristal
- Reconocimiento del trabajo no remunerado (como la faena del hogar y el cuidado de menores, ancianos o personas dependientes)
- Redistribución de las tareas del hogar
- Asegurar políticas económicas que generen empleo
- Igualdad de representación en puestos de poder y liderazgo