Alergias
El término alergia es muy amplio y se utiliza para designar un número importante de enfermedades cuyo componente principal o causante es el rechazo del organismo hacia una sustancia que toca, respira o ingiere, ocasionando una respuesta por parte de su organismo, en algunos casos desmesurada, que precisa intervención médica.
El cuadro de alergias se produce por la reacción de nuestro organismo a una sustancia que no toleramos, respondemos creando defensas para evitar que nos dañe. Al ponernos en contacto con ella, nuestro organismo reacciona ocasionando de entrada una reacción inflamatoria de la zona. Según el tipo de alergia y la localización, será más o menos peligrosa. Los síntomas son muy variados y difieren de unas personas a otras.
La disposición del cuerpo para sufrir una reacción alérgica a menudo es heredada y por eso genética, pero los factores medioambientales también tienen un papel importante. Por eso deberías considerar qué riesgo de alergias podría tener tu hijo y tomar medidas preventivas, si fuera necesario. Las alergias más frecuentes en niños son, aparte de la alergia alimenticia y la neurodermitis o urticaria, la dermatitis atópica, el asma bronquial, la alergia al polen y la alergia al veneno de insectos.
Las más frecuentes son el asma y la dermatitis atópica. El asma es una reacción alérgica de nuestro árbol pulmonar que ocasiona una inflamación a nivel bronquial que da lugar a dificultades respiratorias. El tratamiento debe ser inmediato y para ello se utilizan broncodilatadores y corticoides y aconsejamos siempre sea visto por el alergólogo infantil para realizar pruebas alérgicas y evaluar introducir preventivos o vacunas para su alergia.
La dermatitis atópica también es una enfermedad muy habitual en niños. Surge en forma de brotes y se caracteriza por la aparición de unas zonas secas, enrojecida y que pican mucho. Aparecen sobre todo en las flexuras de los codos y piernas y en la cara Son muy molestas. Tienen predominio estacional ya que en verano son raras y se manifiestan ante situaciones de estrés, después del baño, al ponerse una ropa concreta, etc. El tratamiento se basa en la buena hidratación y en la cura de los brotes por parte del dermatólogo.