Beneficios de abrazar a nuestros hijos
Este artículo trata de:
abrazar
De brazo.
- tr. Ceñir con los brazos.
- tr. Estrechar entre los brazos en señal de cariño.
Que abrazar o que nos abracen nos hace sentir bien no es ningún secreto, pero un abrazo aporta muchos más beneficios de los que podamos imaginar. Abrazar a nuestros hijos es una forma de comunicarnos sin palabras; de hecho, en algunos casos, dice mucho más que las propias palabras. Significa: te quiero, me importas, estoy aquí, soy tu refugio, te protejo. Por ello, abrazar a nuestros hijos es un imprescindible en nuestro día a día.
Índice de contenidos
¿Cuáles son los beneficios de un abrazo?
Es esencial acompañar a nuestros peques en su desarrollo emocional y una de las mejores maneras de hacerlo es a través del contacto físico, como dándoles besos o abrazos. Abrazar forma parte de la naturaleza humana y es una vía más de expresión. Dicho esto, abrazar a nuestros hijos resulta beneficioso por varios motivos:
Aportan calma y seguridad
Nuestros abrazos ayudan a nuestros peques a tranquilizarse en momentos de tristeza o agobio. No solo eso, sino que, además, les aportan paz y seguridad. Esto dará a los niños un sentimiento de calma y promoveremos un tipo de apego seguro en el que se sentirán a salvo todo el tiempo.
Aumento de la autoestima
Los abrazos se traducen en un aumento de la autoestima. Ofrecer muestras de cariño a nuestros hijos, como palabras de aliento, besos o abrazos les llenará de confianza en sí mismos. Un niño que se siente querido, será un adulto más sano y feliz.
No hay nada como el abrazo de una madre. Adabella Radici
Mejora de la comunicación y el vínculo
Dar abrazos a nuestros hijos nos ayuda a comunicarnos con ellos a través del contacto físico, de una manera más emocional que solo hablando. Y por si fuera poco, abrazarles también fortalece el vínculo madre-hijo/a o padre-hijo/a, ya que estrecha nuestros lazos y nos hace sentir cercanos y confiar aún más los unos en los otros.
La relación que tenemos con nuestros padres desde bien pequeños puede jugar un papel determinante en nuestra adultez, alterando nuestra estabilidad y seguridad, la confianza en otros y en nosotros mismos e, incluso, nuestra propia autoestima.
Generamos hormonas del amor y la felicidad
¿Qué pasa cuando das un abrazo? Una de las reacciones de nuestro cuerpo es generar oxitocina, más conocida como la hormona del amor, que, a su vez, nos hace ser aún más cariñosos y generosos. Asimismo, producimos dopamina y serotonina, dos neurotransmisores que nos ayudan a disminuir los niveles de estrés y ansiedad y hacen que estemos más relajados y preparados para afrontar el día a día desde una perspectiva más positiva.
También liberamos oxitocina en momentos clave de la maternidad, como durante el parto. Esta sustancia química consigue aliviar en alguna medida el dolor del parto y, además, nos conecta emocionalmente de inmediato con nuestro recién nacido (y nos morimos de ganas por cogerlo, abrazarlo y comérnoslo a besos).
Los abrazos son un sí o sí
La importancia de abrazar a nuestros hijos radica en que, en general, los abrazos disminuyen los sentimientos de tristeza y aumentan el bienestar emocional: mejoran el estado de ánimo y reducen sentimientos de estrés y miedo. Además, también son beneficios a nivel físico: fortalecen el sistema inmunológico y bajan la presión arterial. Esto no quiere decir que abrazar es la única forma de demostrar amor, pero sí es una de las más efectivas.