Cómo adaptar tu maquillaje al verano
En invierno nuestros tonos de maquillaje son más sobrios, el frío del invierno hace que vayamos más tapadas, y esto también se refleja en nuestro rostro. Los tonos que elegimos son más oscuros, como marrones o grises, y normalmente en acabados mate, con poca luminosidad y brillo. Estas últimas características las dejamos para el maquillaje que nos ponemos en verano, cuando abusar un poquito de los brillos nos hace lucir un rostro radiante, sobre todo, si tenemos un tono bronceado.
Y a este tono bronceado es al que debemos saber adaptar nuestro maquillaje de verano, pues este cambio de color en nuestra piel requiere de unos nuevos colores y matices. El brillo es lo primero que debemos realzar, en verano nuestro rostro debe ser todo luminosidad, nada de acabados mate. Para ello podemos utilizar un iluminador, ya sea en polvo o en barra, para resaltar la frente, el pómulo alto, la barbilla o por encima del arco de cupido, es decir, por encima de la curvatura de los labios.
Los ‘eyeliner’ que solemos utilizar en invierno en tonos oscuros también debes dejarlos aparcados y optar por colores vivos como el rosa, el turquesa o el verde esmeralda. Darán color a tu mirada, algo que en verano está más que permitido, pudiéndola completar con lápices de ojos también en estos colores. En cuanto a las sombras, atrévete a lucir colores explosivos como el lima, el naranja o el turquesa, muy de moda esta temporada, y no sólo en polvo, puedes utilizar sombras en crema que aportan un extra de luminosidad y aguantan intactos durante más horas.
Y no te olvides de la máscara de pestañas, puedes seguir utilizando la de color negro, que da más intensidad a la mirada, o puedes decantarte por otra de colores a juego con la sombra o el ‘eyeliner’ en tonos azules, verdes o marrones, eso sí, la máscara de pestañas aunque con color, mejor que sea oscura, da a los ojos mayor profundidad. Y, ya que en verano pasamos más horas fuera de casa, es recomendable que utilices productos ‘waterproof’, para no preocuparte de estar retocándote cada poco tiempo, y estar siempre perfecta.
Para los labios, pasamos a tonos mucho más llamativos. Para este verano se corona como color estrella el fucsia y el naranja morange, colores atrevidos donde los haya pero perfectos para dar ese punto final de color a nuestro look, y que resalta a la perfección con el tono bronceado de nuestro rostro.
¿Qué zonas debemos iluminar?
Queremos profundizar un poco más en la iluminación del rostro. Una piel fresca, llena de luz, nos hará brillar en las noches de verano, eso sí, no debemos iluminar todo el rostro por igual sino conocer que partes necesitan ese toque de luz para conseguir un brillo natural.
Empezaremos por la frente pero nunca en el centro, debemos iluminar entre las cejas y bajando por la nariz. Después vamos a los pómulos, justo en la parte alta del hueso para dar más apertura a la mirada. La zona parietal de la ceja es muy importante, ya que aporta más expresión y amplitud a la mirada, al igual que por debajo, en la zona de inflexión, para subir esta mirada.
En los labios debemos iluminar justo por encima del arco de cupido, para potenciar el color del labial y que nuestros labios parezcan más carnosos. Y, si eres de barbilla pequeña, puedes iluminarla justo en el centro para dar amplitud al rostro.