¿Cómo proteger nuestros ojos en verano?
Las radiaciones solares son muy dañinas para nuestras retinas si no las protegemos bien, por eso unas gafas de sol pueden ser nuestras grandes aliadas para las salidas al aire libre en los meses de verano. Eso sí, deben ser de calidad. Aunque suponga una inversión mayor es recomendable comprar las gafas de sol en una óptica que nos ofrezca unas garantías con la calidad de la lente, y huir de aquellas que podemos adquirir en tiendas de moda que aunque el diseño nos encante, debemos pensar que la auténtica calidad de unas gafas de sol está en lo que no se ve, la lente. Con unas gafas ‘low cost’ corremos el riesgo de que nos ofrezcan lentes realizadas en plástico que nos dañen más los ojos que si no las lleváramos puestas.
Si nuestro destino vacacional implica estar rodeados de agua, ya sea en la playa o en la piscina, hay unas pautas que también debemos tener en cuenta. Si bien es cierto que cada vez son menos las piscinas que utilizan cloro para su desinfección y mantenimiento, todavía hay muchas que lo siguen vertiendo en cantidades que si se nos ocurre abrir los ojos debajo del agua nos puede provocar irritaciones, enrojecimiento o infecciones. El agua salina del mar tampoco es buena para los ojos por las irritaciones y picores que nos supondría si abrimos los ojos bajo el mar. Es importante en estos casos utilizar siempre gafas especiales de buceo para protegernos, y que una infección no nos arruine las vacaciones. Además, si usamos lentes de contacto es mejor no llevarlas puestas para que no se infecten y nos lo puedan transmitir a los ojos.
Aunque resulte complicado, desconectarse del móvil también ayudará a que nuestros ojos estén más descansados. La luz azul que desprenden los dispositivos móviles nos puede causar enrojecimiento y cansancio ocular. Si somos de los que no podemos vivir sin consultar el móvil varias veces al día podemos optar por unas gafas especiales que suprimen en torno al 20% de las longitudes de onda corta del espectro visible, mejorando así la comodidad mientras usamos nuestros dispositivos.
La dieta también es importante para mantener una buena salud ocular. Una alimentación rica en Vitaminas A, E y C además de antioxidantes mejorará nuestra visión y evitará que se deteriore. Para ello frutas y verduras frescas serán nuestras mejores aliadas, además de otros alimentos ricos en Omega 3 que, según los expertos, nos protegen del síndrome del ojo seco. Si a lo largo del día sufrimos de este síndrome, sobre todo provocado por el aire acondicionado y el uso prolongado de lentes de contacto, unas lágrimas artificiales nos ayudarán a mantener los ojos hidratados y descansados.
Es importante también lavarse las manos a menudo y evitar frotarse los ojos si notamos que las tenemos sucias, podríamos adquirir una infección. Hay que tenerlo muy en cuenta sobre todo con los niños pequeños que puedan manipular objetos contaminados, incluida la arena de playa.
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