¿Conoces el grupo #siloshombreshablasen?
-¿Cómo surge la idea de crear un grupo como el que tú acompañas?
La idea de crear #siloshombreshablasen en su versión para solo hombres y presencial surge al tomar conciencia de que las mujeres reciben apoyo de otras mujeres, ya sean familiares, amigas o por afinidad como los grupos de crianza y lactancia. Incluso pueden recibir y deben recibir el apoyo de los hombres, principalmente de sus parejas si están emocionalmente despiertas. Pero ¿y los hombres? ¿Quién les apoya a ellos en ese tránsito emocional tan brutal que es la paternidad? Nadie… nadie acompaña al hombre en sus emociones. La mujer no puede, ni debe porque ya solo le faltaba hacerse cargo del “niño herido “ de su pareja cuando ella tiene que estar centrada en el nuevo miembro y en su recuperación. A los hombres no nos han enseñado a procesar nuestras emociones, solo a reprimirlas, ocultarlas o negarlas… como si sirviese de algo… ya brotarán en la adolescencia.
-¿Cuáles son las principales diferencias del hombre y la mujer a la hora de vivir esa primera etapa, tras el nacimiento de un hijo?
La diferencia “hoy” entre un hombre y una mujer al llegar un bebé es poca. En general, ambos están perdidos, ambos tienen miedo y ambos resuelven “el miedo” derivando la cuestión a supuestos profesionales como ginecólogos y pediatras cuando no para de aparecer información hasta de la OMS que desaconsejan un gran número de prácticas y consejos que estos profesionales prescriben. El miedo no lo pueden resolver ginecólogos y pediatras, es cosa de personas conectadas y conscientes de quienes son. El hombre y la mujer reaccionan ante el miedo de la nueva situación activando patrones pasados que resultan caducos y les alejan de su auténtica diferencia de género. La mujer elija lo que elija, que está bien, está perfectamente diseñada para maternar al nuevo ser, nutriéndolo con lo que la naturaleza diseñó y protegiéndolo de depredadores físicos y psíquicos que ya quieren instaurar programas de desconexión. La madre ampara y facilita la conexión con “el ser”. El hombre prepara y protege auspiciando la conexión con “el hacer”. Ambos, juntos, de la mano. Ese es el diseño general aunque luego puedan haber variantes y adaptaciones al medio, legítimas todas para la supervivencia física y emocional de cada criatura.
-El nacimiento de un hijo es un momento muy especial en la vida de una pareja, que puede unir mucho pero también separar. ¿Qué podemos hacer para que este tiempo de reajuste en la vida de todas las parejas sirva para que la relación salga reforzada?
Todo hijo se interpone de manera natural entre una pareja y con esa naturalidad hay que entenderlo y que cada uno ejerza su papel desde la conexión. Los problemas surgen cuando nuestras heridas pasadas se reactivan en esta escisión. Es frecuente que la madre se vea como su madre y que el hombre la vea como su suegra o como su propia madre ante las exigencias de la maternidad. ¿Una clave? recordar a la pareja que elegiste para salir de la hipnosis de que tu pareja es uno de tus progenitores. La paternidad nos retorna a la infancia y a los temas no resueltos de entonces y brotarán una y otra vez vulnerando la pareja. En situaciones de desborde recomiendo ir a grupos de apoyo o crianza o hacer terapia. Para el día a día: escucha a uno mismo y al otro, aprender a detectar necesidades propias y ajenas encontrando fórmulas sanas para cubrirlas y sobretodo ahondar en el concepto del amor y practicarlo. Moraleja: de la mano, juntos, en proyecto y sonriéndonos.
-¿Qué os está aportando a los padres que formáis parte de él, en el tiempo que lleva funcionando?
El grupo de #siloshombreshablasen según los papás que vienen aporta un espacio de: escucha, expresión, aprendizaje, compartir, reubicación, apoyo, reconexión, ayuda y compañerismo que deriva en sentirlo como un santuario propio al que acudir cuando se necesita.
Javier de Domingo
Psicólogo
Creador de #siloshombreshablasen