El papel de los padres durante el juego

Suele ser bastante habitual que lo primero que hacemos los padres al llegar a casa cansados después de un duro día de trabajo es poner la televisión o consultar nuestras redes sociales, mientras vemos como nuestro hijo juega él solo. Sin embargo, jugar con los niños tiene importantes beneficios para ellos, siendo el papel de los padres fundamental durante el juego.

¿Por qué es importante el juego para los niños?

Jugar es una de las actividades más bonitas e importantes para tus hijos y tiene mucha influencia sobre el desarrollo tanto físico como intelectual. El juego es una actividad natural desde la primera infancia que se produce por el interés del niño en descubrir su ambiente y por la necesidad de poderse relacionar de alguna forma con los adultos y otros niños.

Durante la infancia, el juego permite al niño explorar y conocer su entorno. Posibilita su bienestar emocional al tiempo que estimula su creatividad. Es una actividad placentera que les facilita el uso de distintas habilidades y destrezas, exige esfuerzo y favorece la expresión de sentimientos y emociones.

Aspectos que debemos tener en cuenta al jugar con los niños

• Tienes que observar a tu hijo mientras juega y si se da la ocasión, participar en el juego y dejarte llevar por él.
• Déjale suficiente libertad para poder desarrollar su juego y participar solo si él lo prefiere.
• Fíjate también si el juego que hayas propuesto tú le gusta a tu hijo, y no juegues si notas que está contrariado, irritado o no tiene interés por él.
• Es importante valorar no solo el desarrollo del juego, sino también que se hayan conseguido los objetivos que se perseguían (compartir un juguete, socializar con otros niños, seguir las normas del juego…).
• Podemos jugar con nuestros hijos sin emplear ningún juguete; simplemente por medio de muecas, palabras o movimientos. El niño se sentirá a gusto y nos buscará en muchas ocasiones para que le divirtamos con nuestra actitud.
• A la hora de comprar un juguete, pensemos antes si es el adecuado para el niño. Es mejor que un niño tenga dos juguetes y juegue con ellos, a que tenga un montón y no juegue con ninguno.
• No olvidemos que el juego es educación, por lo que también formará parte de él el hecho de recoger todos los juguetes cuando dejemos de jugar.
• Fomenta el contacto tanto con niños de su edad como con niños mayores. Lo importante es que aceptes el desarrollo individual de tu hijo fomentando sus capacidades.
• Los juegos ofrecen una posibilidad excelente para tranquilizar a tu hijo cuando está llorando o enfadado o para distraerlo en situaciones en las que esté asustado.
• Si trabajas en casa puedes reservar una zona de juegos para que tu hijo juegue, duerma y te vea, mientras trabajas. Podrás trabajar y disfrutar de la presencia de tu hijo.

El papel de los padres durante el juego

Hay que tener presente que las actitudes lúdicas como el juego, son aprendidas por los niños gracias a que los padres les muestran un comportamiento que favorece esta situación. Es decir, si jugamos con nuestros pequeños, ellos se sentirán más seguros, percibirán nuestro afecto y tendrán más motivación para seguir jugando. Mediante el juego con los padres, los pequeños llegan a comprender el comportamiento de los otros, lo que les permite predecir sus reacciones, descubriendo así los matices emocionales que acompañan a las relaciones humanas.

Durante los primeros años, los padres seremos los encargados de jugar con nuestros hijos, quiénes nos buscarán para que los acompañemos (aunque también existen niños más retraídos que se entretienen con cualquier cosa y que buscan menos el acompañamiento familiar, respetémoslos). Conforme el niño crece, observaremos como cada vez va necesitando menos la participación de los mayores en el juego. Es la etapa en la que empieza a jugar con otros niños, defendiendo la posesión de sus juguetes, que con el tiempo va aprendiendo a compartir. Poco a poco, comenzará a desarrollar el juego en equipo y, en este caso, el papel de los padres pasa a ser secundario.