Vacaciones de verano con niños ¿playa, montaña o ciudad?

Las vacaciones de verano son el regalo perfecto a todo un curso donde lo hemos hecho lo mejor que hemos podido, y ahora llega la recompensa en forma de playa, montaña o ciudad, pero siempre fuera de casa. Elegir destino es la primera decisión a tomar. Y si no tenemos una segunda residencia en él y tampoco es el lugar donde viven los abuelos u otros familiares con quien podamos quedarnos, la siguiente duda que se nos plantea es qué tipo de alojamiento elegir: ¿casa rural? ¿Apartamento? ¿Hotel? ¿Camping? En este artículo te contamos los pros y los contras de cada uno de ellos teniendo en cuenta que vas a alojarte con niños por si puede ayudarte a decidir. ¡Feliz viaje!

Casa rural.

​Económicamente suele ser una buena opción si tenéis al menos dos niños y ninguno de ellos es ya un bebé. Entre sus ventajas, la principal es que tienes todas las comodidades, o parecidas, que tenéis en vuestra propia casa, y eso siempre es un plus.

Podréis preparar comidas y cenas, disponer de un cuarto de baño con todo lo que necesitas o sentaros a ver una película por la noche todos juntos. Además, las casas rurales suelen estar situadas en entornos verdes donde disfrutar de la naturaleza con todas las letras, y ese entorno es otro de sus puntos fuertes. Entre las desventajas, la principal es que aunque no sea la más cara de las opciones, si lo que queréis es pasar allí varias semanas hay que contar con un presupuesto importante.

Y si os interesa que los niños hagan amigos, dependiendo de dónde esté situada la casa puede no ser fácil, ya que muchos de estos alojamientos se encuentran apartados del centro del pueblo.

Apartamento.

Si lo que buscáis es disfrutar de la playa durante todo un mes, una de las opciones más económicas es el apartamento. Tendrás que cogerlo con tiempo porque están muy solicitados, y el espacio no es el mismo que tendríais en una casa rural sino algo menor, pero teniendo en cuenta que pasaréis mucho tiempo fuera de casa y que el apartamento lo usareis básicamente para descansar, asearos y hacer alguna comida, el espacio no tendría por qué ser un problema.

Entre las desventajas se encuentra que si buscabais un lugar apartado, donde todo sea relax y calma, es posible que no sea la mejor opción porque tendréis vecinos y seguramente no os encontaréis en plena naturaleza.

Hotel

​Contando con presupuesto para ello, el hotel es buena opción si lo que queréis es no tener que limpiar, hacer camas o preparar comidas. Pero esta última “ventaja” es también la principal desventaja, ya que limita bastante las rutinas, teniendo que hacer todas las comidas fuera. Entre las ventajas, especialmente si se trata de hoteles con piscina, es que suelen tener actividades para los peques con las que se lo pasarán en grande y conocerán además a otros niños.

Camping

Para muchos, la mejor opción si lo que buscáis es una experiencia diferente, Incluso aunque alquiléis un bungalow y no durmáis en tienda, la relación con los demás campistas, el contacto permanente con la naturaleza y las actividades que suelen organizar en estos lugares para los niños serán una buena forma de desconectar de la rutina. Y si además decidís dormir en tienda, más aún.

Eso sí: si vais con un bebé muy pequeño puede ser demasiado incómodo, especialmente si escogéis un lugar donde las temperaturas sean altas. Los baños comunitarios también pueden resultaros incómodos para el bebé, aunque todo depende de las rutinas a las que estéis acostumbrados.