Un cojín que simula el abrazo de los padres, el aplaudido invento de una enfermera pediátrica

También le proporciona relajación, seguridad y un bienestar que ayuda a su desarrollo. Es la razón por la que la enfermera pediátrica María Dolores Hernández, del departamento de neonatología del Hospital Casa de Salud, pensó en cómo conseguir que los bebés disfrutaran durante más tiempo de esos cálidos abrazos, y acabó ideando un cojín que simula el abrazo de los padres.

El prototipo de este invento, que ha bautizado como Amb tú, ha sido reconocido en el VI Congreso Internacional de Enfermería Pediátrica como una estupenda idea que se ha hecho con el premio a la mejor comunicación oral.

Y entre las cualidades que han aplaudido los asistentes al congreso se encuentra la de que parece cumplir su objetivo, que es reforzar la importancia del abrazo en los cuidados de enfermería.

Tal como explica la enfermera pediátrica, el cojín simula «un lecho a modo de torso humano, dotado de brazos articulados, que le aporte al bebé calidez y sonido». Y es que además el cojín también reproduce música e incluso el sonido de los latidos del corazón, lo que ayuda a «disminuir el estrés de los bebés».

Es así como Hernández quiere fomentar que en los centros sanitarios se abrace más de lo que se hace actualmente, promoviendo la idea de «abrazar en detrimento de la de sujetar en el ámbito hospitalario y favorecer el apego en ausencia de sus padres».

Más relajados

Para diseñar este cojín que simula abrazos se han necesitado un reproductor del latido cardíaco que lleva incorporado y música que proporciona relax, además de voz, gráficas de enfermería y un pulsioxímetro con el que se mide la saturación de oxígeno en sangre y la frecuencia cardíaca.

Para probarlo, se seleccionaron bebés de la Unidad de Neonatología con los que se observó qué  comportamiento tenían con y sin el prototipo. Según esa observación, «durante el tiempo en el que estuvieron con Amb tú los recién nacidos estaban más confortables.

Se ha observado una reducción del tiempo de llanto, disminución de regurgitación y de desaturaciones espontáneas» explicaba María Dolores Hernández, quien cree que con este cojín se puede crear «una herramienta válida para los profesionales que permita desarrollar futuras terapias y tratamientos en la profesión».